Primero tiene que tener claro Ortiz qué Hércules quiere y después Del Pozo si se ve formando parte

24/05/2021 - 

ALICANTE. Primera toma de contacto de Enrique Ortiz y Carmelo del Pozo tras dar el Hércules con sus huesos en la cuarta categoría del fútbol español.  

Ambos se encontraban este lunes en el estadio Rico Pérez, apenas 12 horas después de que el club hiciera público un comunicado buscando dar tranquilidad a la masa social respecto a la supervivencia de la entidad y en el que se aludía expresamente a la planificación deportiva, asegurando que arrancaba en ese momento la misma con el objetivo de "volver cuanto antes al fútbol profesional".

Con el consejero delegado Carlos Parodi y el presidente de la Fundación (la máxima accionista del club) Valentín Botella como testigos, Ortiz y Del Pozo mantenían un primer intercambio de impresiones del que cabe inferir que, todo y el descenso, el empresario no se plantea prescindir de los servicios del director deportivo y que este, que cuenta con un año más de contrato, tampoco se plantea dimitir, aunque eso tampoco garantiza que continúe...

En un momento en el que los aficionados han logrado al menos captar la atención de la clase política en su afán por lograr que deje la entidad, Ortiz, que no está por la labor de irse, tiene que decidir qué proyecto de club desea y, en línea con lo anterior, cuánto dinero está dispuesto a inyectarle el próximo ejercicio, en el que no parece que vaya a tener ya la colaboración económica de Juan Carlos Ramírez. Con este, que asegura no estar abierto a seguir participando del citado auxilio financiero al club, deberá además ponerse de acuerdo si también desea deshacer la vinculación que les une a ambos y al club a través de Zassh Tecnológica, titular de segundo mayor paquete de acciones del Hércules. 

En el ejercicio 2021/22, algunas partidas del capítulo de ingresos recobrarán vida (abonos, ventas de entradas y publicidad) si el plan de inmunización de la sociedad ante la pandemia se cumple y el gasto en plantilla no debería ser tan elevado como en las últimas campañas, entre otras razones por competir en una categoría 'inferior' (aunque muchos de los rivales serán los mismos que le vienen mojando la oreja los últimos siete años) y porque el Hércules se habrá librado de la carga que representan muchos contratos gravosos (bien porque han vencido, bien porque se ha llegado a un acuerdo con el futbolista en cuestión para rescindirlos anticipadamente, bien porque se ha llevado a término un Expediente de Regulación de Empleo). Ahora bien, habrá que armar un equipo competitivo si se aspira a sacar la cabeza del agujero en el que se ha caído. La posibilidad de enajenar los derechos económicos que se ostenta sobre futbolistas como Appin y Abde tampoco parece una solución (a corto plazo) para obtener más recursos económicos (por la deuda con la Agencia Tributaria, que se quedaría con el importe de un hipotético traspaso). Y hay cambios en el proyecto que Del Pozo demanda y exigen un mayor desembolso en ámbitos en los que hasta la fecha no se ha querido invertir: servicios médicos, campos de entrenamiento (Fontcalent y el Antonio Solana) ...

Así, primero Ortiz debe tener claro qué Hércules quiere y con qué suma está dispuesto a contribuir (él solo o él y otro u otros inversores, de haberlos) y luego Del Pozo decidir si, en función de lo anterior, sigue en el barco o se baja.

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