ALICANTE. La empresa alicantina Pavigym, especializada en la fabricación de plataformas inteligentes para fitness, las Prama, da un paso más con la evolución natural de su negocio y, en el primer trimestre de 2019, abrirá su propio gimnasio en la ciudad de Alicante. Se trata del primer centro deportivo que gestionará directamente la firma, que ha creado una filial para ello, después de fabricar suelos inteligentes para gimnasios y entrenadores personales de todo el mundo.
El nuevo centro abrirá durante el primer trimestre del próximo año en la calle Reyes Católicos, muy cerca de la 'milla de oro' de Maisonnave, en el amplio local que ha dejado libre la tienda Juguettos, que apenas ha llegado al año abierta en esta vía. La empresa ha llevado a cabo en las últimas semanas una intensa campaña de promoción con la estrategia del misterio como gancho, que se acaba de revelar. "Este centro es el primero que abrimos en el mundo, y hemos pensado que tenía que ser en Alicante porque nosotros somos y estamos aquí", explica el director de Servicios de Pavigym, Richard Gracia.
La apertura de este centro en Alicante no busca solo potenciar la imagen de una empresa que, desde una nave en San Vicente del Raspeig, logra el 90% de su facturación en el extranjero (el 30% en Alemania), sino mejorar sus plataformas inteligentes desde la experiencia. "Aún no hemos abierto y ya hemos aprendido un montón, hay cosas que cuando nos las pedían los clientes antes, no las entendíamos como ahora", admite Gracia.
Por su parte, Marcos Requena, CEO de la compañía, se muestra feliz por la inminente apertura. "Tras haber abierto Prama en los cinco continentes, y en muchos países de Europa, por fin abrimos en nuestra tierra. Abriremos en marzo, y será el mejor de todos. Queremos que Alicante se sienta orgullosa de tener el mejor centro de entrenamiento del mundo".
El Prama es una plataforma interactiva que combina un suelo (y una pared) de goma con distintas estaciones o zonas de entrenamiento, un centro de control informatizado que lo controla todo, luces, música y una pantalla donde proyectar toda la información. Permite que entrenen a la vez 32 personas con un solo preparador personal, lo que facilita el trabajo del coach porque el sistema se encarga de todo y este puede centrarse en corregir o ayudar a los deportistas. El sistema está creado para desarrollar un entrenamiento de 45 minutos muy intenso, en el que se pueden quemar hasta 1.000 calorías. "Los centros con Prama pueden ofrecer un trato más personal al usuario, aunque haya un solo entrenador para 32 personas a la vez". Asimismo, se utilizan accesorios (pelotas, deslizadores...) pero no aparatos, y la sala se convierte en "un entorno limpio y desenfadado".
El Prama que ofrece Pavigym es estandar, y permite situar de uno a cuatro puestos por estación. "Algún cliente lo modifica, pero es poco habitual". Hasta ahora, estas plataformas se fabricaban para venderlas a otros centros, sobre todo en el extranjero. Hay Pramas en Nueva York, Londres, Tokio, Dubai, Hong Kong... "Se vende más fuera que en España quizá porque aquí hay menos cultura del riesgo, y la inversión que hay que realizar en un Prama no es pequeña", argumenta Gracia (unos 100.000 euros). "Una vez que lo ves en Estados Unidos, sí que te lo quieres traer, y resulta que lo hemos diseñado y lo fabricamos aquí".
Pavigym es en realidad una empresa con 55 años de historia, que cuando nació se dedicaba a fabricar suelas de goma para calzado. Cuando el sector se deslocalizó en China, tuvo que buscar otras líneas de negocio, como las camas para ganado y los suelos de gimnasio, que era "casi el paso normal". La firma se caracteriza por su apuesta por la innovación: fabrican suelos deportivos desde hace 25 años, fueron los primeros en incorporar las marcas para orientar los ejercicios, y también los primeros en añadir la tecnología para alumbrar sus plataformas interactivas. Hoy la empresa emplea a unas 115 personas, de las que el 70% está en oficinas y el resto en la planta de fabricación. En unos meses, la ciudad de Alicante tendrá el primer Prama que explotarán sus inventores.