BENIDORM. Es un símbolo de Benidorm por ser parte de la imagen de la zona de la Cala durante sesenta años. Pero la ciudad en constante cambio verá cómo una de sus referencias dice adiós y quedará en la memoria, en las fotos y las antiguas postales. Se trata del mural del hotel Delfín, que como avanzara este diario en enero, el edificio se derribará para construir un nuevo rascacielos que está llamado a ser un nuevo hito del skyline de la localidad.
Tras hacerse pública la noticia en aquel entonces, hay quienes han alzado la voz contra su destrucción, incluida la propia cantante Alaska, enamorada de la ciudad y de lo que representa. Por su parte, el PSOE ha liderado en las últimas semanas la posición en contra de que este mural desaparezca. Pero hay pocas esperanzas de que se pueda mantener.
En los últimos días, los socialistas han planteado la posibilidad de que se pueda declarar Bien de Relevnacia Local. Una figura diseñada para proteger la imagen de los cuarto delfines pintados por el propietario del establecimiento, Felipe Pastor Gómez. De este modo, apuntan a que el decreto 62/2011, de 20 de mayo, del Consell, por el que se regula el procedimiento de declaración y el régimen de protección de los Bienes de Relevancia Local (BRL) contempla en su apartado 3.1.e que pueden ser BRL “lugares vinculados a acontecimientos o recuerdos del pasado, a tradiciones o a creaciones culturales o de la naturaleza y a obras humanas, que posean un relevante valor para la memoria popular”.
La líder de los socialistas, Cristina Escoda, se aferra a este epígrafe para el popular mural y ha subrayado que esta norma autonómica aprobada en tiempos del PP, establece un régimen transitorio de protección hasta su definitiva inclusión en el correspondiente Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos, así como actuaciones de conservación y mantenimiento.
Lo cierto es que la promotora Goya Real Estate, empresa que ha adquirido el terreno para la construcción del nuevo residencial, ya tiene licencia de derribo y podría comenzar después del verano. Por lo que en caso de que se iniciara el procedimiento de protección como así pide parte de la sociedad, también podría acarrear consecuencias negativas como que la mercantil solicitara el lucro cesante.
Con todo, fuentes de la compañía han señalado a este diario que son conscientes y entienden la polémica suscitada en torno a este mural. Sin embargo, explican que no hay ninguna evidencia de que esté protegido, ni forme parte de ningún catálogo patrimonial.
Desde el PP ya advirtieron al PSOE que al tratarse de una pintura directamente en la pared de la fachada, no se puede desligar de ella. Una opción que sí se ha contemplado en otras actuaciones parecidas como mosaico de Manuel Baeza en los antiguos Talleres Renault, pero en este caso, con posibilidad de desmontar pieza a pieza la obra, cosa que no puede ocurrir en una pintura como la del Hotel Delfín. En este sentido, la portavoz del PP, Lourdes Caselles, reveló que se buscó la forma de protegerlo junto a la propiedad, pero no encontraron la vía.
Precisamente, en estos momentos se cumple el aniversario del hotel desde su inauguración el 20 de julio de 1963. En aquel entonces se convirtió en uno de los primeros hoteles de lujo de la ciudad y un motor turístico y económico en la Cala y en Benidorm. Su artífice es Felipe Pastor Gómez, fue pintor y decorador de edificios con pinturas al fresco antes que empresario, por lo que decidió él mismo decorar la fachada norte con pinturas de estilo geométrico, un tanto cubista, característico de las vanguardias de esa época. También construyó Los Dálmatas, que posteriormente pasó por manos de Rumasa y ahora es propiedad del expresidente de la patronal Hosbec, Toni Mayor, que se comercializa bajo el nombre de Hotel Port Benidorm.
En sus publicaciones, el reconocido historiador Francisco Amillo se refiere a esta pintura como “una pieza muy valiosa para Benidorm, tanto por su valor artístico como por ser testimonio de los inicios de la época dorada del turismo… habiéndose convertido en uno de sus iconos”. Durante estas décadas, fue protagonista de muchas de las postales que se vendían como recuerdo de las vacaciones de aquellos que pasaban sus días en la Cala.
Además, el establecimiento sirvió para alojar a los artistas conocidos de la época, pero también fue escenario de películas importantes de aquellos años. Manolo Escobar fue uno de los primeros en mostrar la falchada y sus pasillos en el 'Beso en un puerto' de 1966. Pero por sus habitaciones también han pasado personalidades como Perón, Severo Ochoa, Julio Iglesias, Rocío Jurado, Emilio Romero…
‘Gran Delfin Private Residences & Hotel’, este será el nombre del nuevo residencial. La promotora ya es conocida en la zona puesto que también construyó el Delfin Tower, vecino del que se va a levantar ahora. Está ideado como un edificio de más de 44 plantas, 158 metros de altura, más de 200 apartamentos y un hotel exclusivo, en el último terreno que tendrá vistas directas a la playa de Poniente de Benidorm.