FINESTRAT. La Parroquia Ortodoxa Rumana Natividad de la Madre de Dios, ubicada en Finestrat, ha levantado la que será la segunda iglesia ortodoxa en la provincia de Alicante. Lo hará a través de los donativos de sus fieles, y después de que hayan conseguido firmar un convenio con el Ayuntamiento de Finestrat en la que le ceden una parcela de 1.000 metros de manera gratuita, según apunta el acuerdo al que ha tenido acceso Alicante Plaza. El coste aproximado de la obra es de 500.000 euros y está previsto que dure unos cuatro años, aunque su adelanto dependerá de cómo vayan disponiendo de la financiación, tal y como reconoció el sacerdote Cristian Chiorescu.
La iglesia ortodoxa rumana se instaló en la zona hace 16 años y durante este tiempo desarrollaron su actividad "en diversos espacios que improvisamos como lugar de culto". Ahora disponen de una pequeña parroquia en la localidad, en regimen de alquiler: una nave en el polígono de Finestrat, rodeado de empresas de venta de vehículos. Pero ahora se trata de darle un edificio religioso que por ahora no cuentan en la provincia, según explicó a este diario Chiorescu. Sedes como la actual cuentan en otros municipios como Alicante, Gandia, Elche, Torrevieja o Alcoy. Sin embargo, un templo de estas características solo existe en Altea, pero corresponde a una iglesia ortodoxa rusa.
Las obras comenzaron hace alrededor de un año, pero no fue hasta el 27 de febrero de este año cuando fue bendecida por el obispo Timotei de España y Portugal al consagrar la primera piedra. Lo que se sabe hasta el momento es que será una iglesia ortodoxa rumana de esilo Brancoven.
Se levantará en dos fases. La primera ya iniciada es el sótano, que aseguran que se usará de lugar de culto hasta que se construya la segunda fase, la iglesia. Será entonces cuando la primera parte pasará a ser un centro comunitario de asistencia social. Para ello, explican que están planeando más actividades sociales, culturales y filantrópicas en apoyo a la comunidad.
Como se decía, esta iglesia irá ubicada en un terreno municipal. En concreto, en la calle Beniarrés número 6. "Lo consideramos un regalo de Dios porque el terreno en esta zona turística es muy caro y hubiera sido imposible para nuestra comunidad parroquial comprar un terreno", afirma el sacerdote en un comunicado a sus fieles. Así, se cede de manera gratuita para la construcción de esta iglesia y por un periodo de treinta años. En cuatro, tiene que estar terminada y dándole uso. Una vez termine la cesión, la construcción revertirá al municipio sin derecho a indemnización por parte de la parroquia.
En el convenio entre las dos partes, desde el gobierno local argumentan su decisión señalando el "crecimiento exponencial de la población en este municipio no solo rumana, sino la moldava y rusa, entre otras, llegando incluso a duplicar su número en los últimos cinco años". Así, explican que al Ayuntamiento el interesa ofrecer el apoyo y la integración a toda la comunidad ortodoxa, "reconociendo dicha actuación de interés social y utilidad pública para el municipio".
Al mismo tiempo, indican que puede servir de reclamo "para el asentamiento de personas procedentes de este colectivo incrementando el número de empadronados que conlleva el aumento de asignaciones de dinero público y ampliación de los servicios públicos en beneficio de los ciudadanos" además de "beneficiarse de las actividades a desarrollar por la parroquia, tanto culturales como asistenciales".