ALICANTE. Nuevo vaivén accionarial en la empresa alcoyana de alta cosmética Germaine de Capuccini. La firma que preside Raúl Vidal, tercera generación de la familia fundadora, ha acometido una reducción de capital de más de medio millón de euros, mediante la amortización de diversos títulos que, en la práctica, supone la 'expulsión' del accionariado de la firma panameña Alhena International, vinculada al expresidente de la sociedad (e hijo de su fundadora) Jesús Vidal. Fuentes empresariales consultadas por Alicante Plaza señalan que la operación estaría encaminada a facilitar una hipotética venta de la empresa en el futuro.
La operación, aprobada por la junta general de accionistas el pasado mes de octubre, se ha realizado en dos fases: por un lado, la amortización de las acciones que Germaine de Capuccini ya tenía en autocartera desde 2015 (cuando las compró a Rosario Vidal, hermana melliza del expresidente), y que suponían el 18% del capital social. Por otro, con la compra y amortización de las acciones que eran titularidad de Alhena International (las numeradas de la 151.001 a la 200.000, ambas inclusive), y que suponían otro 25% del capital.
Según el acuerdo de reducción de capital publicado en la página web de la compañía el pasado viernes, el capital social de la compañía, que era de 1,2 millones de euros, queda fijado en 685.140 euros. Las acciones que no se amortizan, 114.000 títulos en total, mantienen su valor nominal de 6,01 euros cada una. Se desconoce la cantidad que ha tenido que desembolsar Germaine de Capuccini para hacerse con el 25% del capital que era propiedad de Alhena International y poder amortizarlo, en una operación que se llevó a la notaría el pasado 18 de diciembre.
De esta forma, el capital social restante queda repartido entre cuatro miembros de la familia: Raúl Vidal, el presidente, con el 32,5% de las acciones, sus primas María Ángeles Vidal e Isabel Vidal, con el 31,5% cada una, y su padre, Jesús Vidal, con el 4,5% restante, aproximadamente. María Ángeles Vidal fue la presidenta de Germaine de Capuccini entre 2011 y 2014, una época en la que intentó consolidar su posición en el accionariado con una ampliación de capital que, curiosamente, también tenía a Alhena International como protagonista.
Con aquella operación, María Ángeles Vidal intentó amortizar las acciones de la empresa panameña y al mismo tiempo elevar el valor nominal del resto de títulos (con cargo a las reservas voluntarias de Germaine), para eliminar la capacidad de maniobra de su tío. Pero dado que el acuerdo lesionaba los derechos de Alhena International, al ser las suyas las únicas acciones que se amortizaban, la empresa panameña controlada por el expresidente de la empresa acudió a la justicia, y esta le dio la razón en 2014, devolviendo el reparto accionarial al momento previo a la operación.
A continuación, Jesús Vidal se alió con su sobrina Isabel para destituir a María Ángeles y regresar a la presidencia, y un año después, la empresa compró las acciones de Rosario Vidal, hermana del expresidente, para dar estabilidad al consejo (estas son las acciones de autocartera que se amortizan en la actual reducción de capital). En 2016, Jesús Vidal cedía la presidencia a Raúl Vidal, a quien donó además parte de sus acciones (el 18% del capital de la empresa). En esta ocasión, la amortización de las acciones de Alhena International se ha realizado previa compra de los títulos, y de acuerdo con el padre de Raúl Vidal, tal como evidencia el acuerdo de la junta general publicado en la web de la empresa.
Esta nueva reducción de capital, según las fuentes consultadas por este diario, podría estar encaminada a facilitar la venta de la empresa a un inversor, si llegara una oferta interesante. Al parecer, razones personales habrían llevado a algunos miembros de la familia a valorar esa posible venta, según dichas fuentes. En cualquier caso, lo que sí consigue sin duda Germaine de Capuccini es librarse de un accionista domiciliado en el paraíso fiscal de Panamá, que había sido motivo de tensiones entre los miembros de la familia Vidal en los últimos años.
La empresa alcoyana, fundada por Carmen Vidal en los años sesenta, facturó un total de 32 millones de euros en 2017, un 18% más que el ejercicio anterior (27 millones), según las cifras hechas públicas por la empresa, y para 2018 sus previsiones apuntaban a una facturación de 35 millones, con un crecimiento del 9%. La compañía, cuyos cosméticos se sitúan en el segmento del lujo, tiene la mitad de su volumen de negocio fuera de España, con presencia en cerca de un centenar de países. El año pasado abrió su primera filial en Europa, en Bélgica, tras liquidar la de Venezuela (donde la hiperinflación castigó sus cuentas), y acaba de entrar en China.