ALICANTE. A diferencia de lo que sucedió tras los comicios municipales de 2019, el escrutinio del 28M concede plena libertad al popular Luis Barcala para configurar el próximo equipo de gobierno de Alicante sin quedar sujeto a negociaciones con otras fuerzas políticas. Como mínimo, él mismo anticipó su intención de gobernar en solitario al valorar los resultados obtenidos este domingo, sin tender la mano a Vox para garantizarse la mayoría absoluta que le proporcionarían sus cuatro concejales para rebasar el listón de los 15 representantes: uno más de los que el PP dispondrá a partir de ahora en la próxima corporación.
De este modo, salvo cambio de criterio improbable que pueda obedecer a un mandato de órganos superiores del partido, Barcala no tendrá que ceder a las aspiraciones de otras fuerzas para repartir competencias en un hipotético proceso de diálogo como el que se desarrolló hace cuatro años con Ciudadanos (Cs). Durante la campaña, en las filas del PP ya se había anticipado que se apostaría por gobernar sin socios en el caso de disponer de una mayoría simple holgada, como la conseguida. El objetivo era rebasar al menos los 13 concejales. Y la candidatura popular acabó logrando 14, de modo que se dispondría de efectivos más que necesarios para manejar la gestión municipal (máxime, teniendo en cuenta que el PP llegó a gobernar con solo 8 concejales desde abril de 2018 hasta mayor de 2019) sin posibilidad de quedar expuesto a un bloqueo desde la bancada del centro-izquierda, configurada ahora por once concejales (8 de PSOE, 2 de Compromís y uno de Unides per Alacant) frente a los 13 del mandato precedente.
Además, esta vez no se contemplaría la posibilidad de que alguno de esos 14 concejales pueda dar el salto a la Diputación para ocupar una de las cuatro plazas reservadas para el PP en la futura corporación provincial, con lo que todos estarían disponibles al 100% de dedicación para asumir responsabilidades en la gestión municipal: una opción de la que no se dispuso en este último mandato, en el que el edil Carlos Mazón no tomó competencias para poder ostentar la presidencia de la cámara.
Por el momento, según fuentes consultadas, todavía no se habría concretado nada sobre cómo podría abordarse la nueva distribución de delegaciones de gobierno. El alcalde en funciones (o alcalde electo, según se prefiera) cuenta con un margen de más de dos semanas para decidir. Y se prevé que pueda tomarse tiempo para tratar de concretar el mejor organigrama. Eso sí, todo parece indicar que podría apostarse por la continuidad de los concejales del pasado mandato que seguirán teniendo proyección a partir del 17 de junio en las áreas que han venido desempeñando hasta ahora para aprovechar su experiencia y concluir los proyectos que cada uno de ellos ha venido promoviendo en estos últimos cuatro años.
Por su parte, los nuevos concejales que se incorporan a la corporación tomarán delegaciones ajustadas a sus perfiles profesionales y a su formación, lo que, básicamente, dejaría una gran cuestión por resolver: quién será el encargado o encargada de asumir las competencias sobre Urbanismo. Se trata de una decisión trascendente en un contexto en el que se debe impulsar la redacción del nuevo PGOU: el documento de planificación sobre el futuro de la ciudad que viene comprometiéndose de forma recurrente desde 2008, sobre el que ahora se están redactando informes previos.
¿Cómo podría quedar configurado esa probable asignación de responsabilidades? Sin perjuicio de que pueda promoverse una reorganización que implique la creación de nuevas concejalías o la fusión de algunas de las áreas existentes en este mandato, todo apunta a que el número 2 de la candidatura, Manuel Villar, quedará reforzado como hombre fuerte del futuro gobierno para convertirse en primer teniente de alcalde (y sustituto natural de Barcala en su ausencia), en el caso de que se renuncie al nombramiento de un vicealcalde. Además, Villar podría retener las competencias de Limpieza y Gestión de Residuos, junto al área de Transportes, Contratación, Parques y Jardines y Asesoría Jurídica. Con ello, se trataría de que continuase pilotando la prestación de los principales servicios municipales concesionados durante el último mandato. En todo caso, podría ceder Medio Ambiente a otro de sus 12 compañeros de filas (excluido Barcala).
La número 3, Rocío Gómez, podría situarse en el área de Juventud -ese rasgo personal fue, cuando menos, uno de los rasgos que se destacó al anunciar su incorporación a la lista popular-, aunque también podría ser una de las candidatas con más opciones de tomar las competencias sobre Urbanismo por su formación como arquitecta. En esta línea, podría contemplarse, incluso, la posibilidad de que fuese la encargada de asumir Medio Ambiente por la proximidad de cometido entre las dos áreas.
Sobre la función del número 4, el hasta ahora presidente de la Fundación Lucentum y CEO del CF Intercity, Toni Gallego, no existe margen de duda: asumirá el área de Deportes con el compromiso de dedicarse de forma exclusiva a la gestión de esa competencia. Es más, no se descarta, incluso, la posibilidad de que pueda ampliarse su capacidad (presupuestaria y administrativa) para que pudiese impulsar la construcción de los equipamientos deportivos comprometidos en el programa electoral del PP.
La número 5, la periodista Ana Poquet, podría convertirse en concejal de Cultura; una responsabilidad a la que podría sumar Educación y probablemente, también la de Igualdad. Respecto al número 6, el comisario Julio Calero, está garantizado que será el nuevo responsable de Seguridad Ciudadana: una función a la que, además, podría acompañar la gestión de las áreas de Tráfico y Movilidad.
En principio, la número 7, Mari Carmen de España, podría continuar manejando las competencias de Empleo, al frente de la Agencia Local de Desarrollo y de la coordinación de la estrategia Alicante Futura, aunque lo cierto es que, en los dos últimos mandatos, también ha ostentado otras competencias previas como Urbanismo y Educación (que ha vuelto a asumir ahora, junto a Sanidad, tras la salida de la ya exedil Julia Llopis).
El número 8, Toño Peral, seguiría al frente de Presidencia, Coordinación de Proyectos y Nuevas Tecnologías con la responsabilidad de supervisar los planes cofinanciados con fondos europeos e introducir nuevas herramientas de modernización de la administración que faciliten gestiones municipales a la ciudadanía.
La número 9, Lidia López, podría continuar como responsable de Comercio, Hostelería y Ocupación de Vía Pública: tres áreas a las que, además, podría sumar ahora la nueva responsabilidad de Turismo. La número 10, la empresaria Cristina García, podría heredar de López la delegación de Hacienda y, además, asumir Recursos Humanos, tras un breve paso por las áreas de Partidas Rurales y Participación Ciudadana (las competencias que asumió tras tomar posesión, hace dos semanas). Con todo también sonaría para ocuparse de Acción Social -lo que conllevaría que López retuviese Hacienda- ya que ha sido él área en la que ha colaborado como asesora municipal en este mandato.
La número 11, Cristina Cutanda, podría encargarse de Fiestas (ya ha ejercido como asesora en ese departamento) o de Juventud (en el supuesto de que esta última área no recayese en Gómez). La número 12, Nayma Beldjilali, podría hacerse cargo de Acción Social, Sanidad y de la nueva Concejalía de Mayores (otro de los compromisos electorales del PP) siempre que esa delegación no se atribuyese a García. No obstante, también ha sonado para asumir Fiestas, en la hipótesis de que no se asignase a Cutanda.
El número 13, Carlos de Juan, se perfilaría como responsable de Infraestructuras, aunque también podría ser uno de los candidatos a asumir Urbanismo por su formación como aparejador técnico. O incluso encargarse de Participación ciudadana, al haber ejercido como presidente de la asociación de residentes de Urbanova. Y, por último, la número 14, María Begoña León, podría tomar Partidas Rurales y Participación, en el supuesto de que esta última concejalía no quedase reservada a De Juan, o Medio Ambiente, en el caso de que no se reserve a Gómez o a cualquier otro representante.
Esa enumeración de adscripciones no deja de ser un reparto hipotético. Habrá que esperar a que se produzca la constitución de la nueva corporación, el próximo día 17, para que Barcala dé a conocer el reparto oficial de competencias del próximo mandato 2023-2027. Con todo, lo cierto es que el mismo primer edil ya señaló este martes, en declaraciones a Radio Alicante, que la configuración de la candidatura se había diseñado con la incorporación de perfiles ajustados a cada necesidad, lo que confirmaría su intención de apostar por la especialización de cada concejal al asignarles competencias.