ALICANTE. Hay ramas de la actividad productiva que prevén un comportamiento más favorable de cara al próximo semestre -hablando en términos económicos- en la provincia de Alicante. Las que tienen la mejor perspectiva son las vinculadas a los servicios, sobre todo las muy relacionadas con la actividad turística. Y es que, el "potente efecto arrastre" de este sector representa algo más del 20% del PIB de la provincia y, además, la reactivación de la demanda turística está claramente en alza en los indicadores económicos. Por ejemplo, la recuperación del turismo extranjero, sobre todo el británico. En este sentido, el segundo semestre del 2022 estará protagonizado por un crecimiento de la economía alicantina -más modesto que el esperado a principios de año- y aupado por ese turismo que impacta también de forma positiva en otros sectores y actividades de la provincia.
Son algunas de las conclusiones a las que se ha llegado en la presentación del informe "Panorámica Alicante", elaborado por el Gabinete de Estudios de la Cámara, con la colaboración de CaixaBank, en el que la jefa del Gabinete de Estudios y Estadística en Cámara de Comercio de Alicante, María del Carmen Pastor balance de anual de la provincia de Alicante en 2021 y también ha expuesto el panorama para el futuro más cercano.
Y es que, además, la recuperación del empleo -que a finales de 2021 sumaron 683.341 afiliados a la Seguridad Social, 35.700 más que en 2020 y 19.000 más que en 2019- y que en 2022 continúa mejorando, también es una baza para la trayectoria de recuperación del consumo de los hogares de cara al próximo semestre.
Eso sí, se debe tener en cuenta que el consumo en hogares también se ve perjudicado por el aumento de precios, la inflación y el impacto de la subida de tipos de interés prevista por el Banco Central Europeo (BCE) que hará que las cuotas hipotecarias suban y sea más difícil el acceso a la compra de viviendas o de grandes gastos. Se anunciaron para el mes de julio y también otra subida en septiembre. Aunque prometen que será una circunstancia "gradual y moderada", esta circunstancia repercutirá en los bolsillos y los recursos de las familias alicantinas que quizá se planteen retrasar compras de viviendas o automóviles, tal y como apunta Pastor.
Tal y como han indicado en la presentación del informe, la incidencia de la situación económica en distintos sectores no es la misma. Según la jefa del Gabinete de Estudios y Estadística en Cámara de Comercio de Alicante, existen muchos polos de incertidumbre. El desarrollo del conflicto bélico en las fronteras ucranianas, la séptima ola de la pandemia, los precios de las materias primas y la energía, la reacción de agentes económicos al aumento de la inflación o el impacto real de los fondos europeos son cuestiones abiertas que serán determinantes en el futuro económico alicantino.
A nivel empresarial, en los próximos meses, el aumento de los costes de la energía y de otros índices productivos y la dificultad para recibir suministro seguirá afectando de forma negativa a la actividad industrial. El descenso de la confianza y el deterioro de pedidos en la parte de la industria podría seguir retrasando las decisiones de inversión.
Por otra parte, la ralentización del comercio internacional o el deterioro de perspectiva de los principales socios comerciales apuntan a un avance más moderado de las exportaciones en el futuro. La inflación erosionará la capacidad de comprad e hogares, pero se verá amortiguado, como ya se ha avanzado en el artículo, por el "buen tono" laboral y el ahorro acumulado en hogares en pandemia para impulsar gastos.
Asimismo, aunque la compraventa de vivienda continúa en niveles reservados, la subida de tipos de interés, podría enfriar la demanda. Eso sí, apunta Pastor que "la baja rentabilidad de depósitos, la volatilidad de mercados financieros y el aumento de la inflación hace que la vivienda siga siendo un activo atractivo para la inversión".
El inicio de vivienda nueva seguirá limitada por el aumento de los costes, y la escasez de mano de obra especializada, la falta de disponibilidad de suelo o el retraso de trámites administrativos para iniciar nuevas promociones.
Según la información más reciente que manejan desde el informe "Panorámica Alicante", se apunta a mejora de la actividad en los servicios relacionados con el turismo. Registran mayores rendimientos de empleo y aumentos de facturación. Sus perspectivas son muy favorables por la percepción de menos riesgo sanitario, la reactivación de la movilidad internacional y las ganas de viajar. Sus indicadores apuntan a esa recuperación.
Por otra parte, tal y como apunta el balance de 2021, la evolución de la actividad económica de la provincia de Alicante el año pasado estuvo marcada por las sucesivas olas de la pandemia y el mantenimiento de diversas medidas de contención, las alteraciones en las cadenas globales de producción y el fuerte repunte de los precios energéticos. El PIB de la provincia de Alicante creció un 8,1% el pasado año. Este crecimiento ha permitido a la economía alicantina seguir recortando la distancia respecto al nivel anterior a la pandemia. Al finalizar el cuarto trimestre, el PIB provincial se situaba 7,8 puntos porcentuales por debajo del nivel de finales de 2019.
Además, el director territorial de CaixaBank en la Comunitat Valenciana, Xicu Costa, y la vicepresidenta de Cámara Alicante, Eva Miñano, han renovado el acuerdo de colaboración que mantienen ambas instituciones con el objetivo de promover la actividad económica y empresarial y fomentar la internacionalización, la competitividad y la formación, mediante productos y servicios de apoyo de las empresas, autónomos y emprendedores de la provincia de Alicante.