ALICANTE. La candidata del PSOE a la Alcaldía de Alicante, Ana Barceló, se aleja de las convenciones que se han venido repitiendo en de manera cíclica cada cuatro años en la agrupación local del partido y opta por defender una candidatura personal, caracterizada por perfiles relacionados con el ámbito social y confeccionada sin atenerse a pactos ni a la integración de cuotas respecto a las distintas familias o sensibilidades del partido, más allá de la concesión de huecos (que no de nombres concretos) a partir del sexto puesto para incorporar la participación de integrantes de esas facciones o sectores.
De hecho, lo cierto es que al margen de ese planteamiento de provisión de plazas entre los puestos de la papeleta considerados de salida, la alcaldable socialista no se ha mostrado dispuesta a negociar su composición concreta con ningún representante de la ejecutiva local, según confirmaron fuentes del partido consultadas. Tanto es así que la dirección local se enteró a través de los medios de comunicación de cuál era la configuración final de la papeleta que la candidata preveía elevar a la consideración de la ejecutiva. Solo hubo una conversación telefónica previa, durante la mañana del mismo lunes, en la que la candidata trasladó al secretario general, Miguel Millana, su intención de ofrecer una comparecencia pública para presentar su propuesta antes de someterla al criterio de la dirección. De ahí que Millana activase un comunicado paralelo para confirmar que él -y la actual edil Lola Vílchez- no formarían parte de la candidatura.
Así, ha sido la misma Barceló la que ha optado por seguir su propio camino para elegir a su equipo, sin tener en cuenta los resultados de la llamada asamblea de listas celebrada hace más de una semana, por mucho que algunos de los nombres incluidos en su lista sí figurasen entre los más votados en ese proceso consultivo.
Esos aspirantes que recabaron más apoyos son, precisamente, los que repiten en la lista propuesta por Barceló respecto a la candidatura presentada en 2019 (Raúl Ruiz, Llanos Cano o Manuel Martínez), además de Miguel Castelló, vinculado a la corriente que encabezaría la exconcejal y vicesecretaria general Eva Montesinos. Ruiz y Cano, por su parte, podrían considerarse afines al sector mayoritario de la agrupación, alineado en torno a su secretario general, Miguel Millana, y al histórico exdirigente Ángel Franco, mientras que Martínez quedaría alineado en torno al sector sanchista o solerista.
La cuarta integrante de la candidatura diseñada por Barceló que también repite respecto a 2019 es Trini Amorós, hasta ahora considerada afín a la dirección local, con la que la alcaldable mantiene una relación de confianza desde que Amorós ejerciese como su jefa de gabinete en la Conselleria de Sanidad durante la legislatura 2015-2019. Es más, fuentes consultadas indicaron que Amorós habría jugado un papel clave en la configuración de la lista de Barceló al ser su colaboradora más próxima con un conocimiento más amplio del tejido social alicantino -especialmente en algunos ámbitos como el educativo, sobre los que se ha centrado su labor como edil en la oposición en este mandato-, así como de la militancia local.
Prueba de la autonomía y la capacidad de maniobra de la que Barceló ha dispuesto para elaborar su candidatura -con el aval ya anticipado por el secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, la semana pasada- es el hecho de no ceder respecto a uno de los planteamientos que su entorno dejó claros desde el principio: que Millana y Vílchez no formasen parte de la candidatura, como ha acabado sucediendo.
Además, también ha ejecutado su deseo de incorporar a candidatos independientes (no afiliados) como gesto de apertura del partido a la sociedad. Esas dos incorporaciones son las de la abogada Silvia Castell, vinculada al AMPA del CEIP Azorín, en el número 3 de la lista, y la del exfutbolista del Hércules, Eduardo Rodríguez, en el puesto número 4. Se trataría de dos fichajes con los que Barceló aspira a reforzar el carácter social de su equipo, por lo que respecta a Castell, y de captar el voto que pueda arrastrar Rodríguez por su popularidad en el mundo del deporte.
Ese perfil social de la candidatura se vería reforzado con la presencia de Emilio Ruiz (maestro de pedagogía terapéutica que ejerce en la actualidad como director del CEFIRE La Nucia y fue director fundador del CEE El Somni Alicante) como número 2, o de Victoria Alba Melgosa (que habría cursado un ciclo de grado superior en el grado de Igualdad y que está vinculada a los movimientos de igualdad) en el puesto 7. De este modo, Barceló habría contado con al menos cuatro perfiles vinculados al ámbito de la educación (Emilio Ruiz, Castell, Sergio Borrás -economista y profesor de la UA, en el puesto 12) y, de algún modo, también Miguel Ángel Nicolás, estudiante de Magisterio, en el número 14) pese a que las competencias directas sobre la enseñanza residen en la Generalitat, y no en el Ayuntamiento.
Al margen de ello, la composición de ese equipo ya permite augurar un posible reparto de delegaciones en el caso de que el PSOE optase un respaldo mayoritario en las urnas que le permitiese formar gobierno. De este modo, todo parece indicar que Rodríguez asumiría Deportes; que Castelló podría ocuparse de Fiestas; que Ruiz podría tomar las competencias de Educación o Acción Social; y que Borrás o María José Forner (funcionaria del Sepe) podrían tomar Hacienda y Empleo, por ejemplo.