Así será el 'coliving' de Grupo Marjal: 49 estancias versátiles para vivir (temporalmente) como en casa 

ALICANTE. El proceso de transformación del antiguo edificio de la aseguradora Axa en el primer coliving con 49 estancias promovido por el Grupo Marjal en Alicante, a través de su nueva división Suites United, avanza a buen ritmo -pese a las dificultades que sigue implicando la pandemia del coronavirus- con la previsión de que las obras puedan completarse durante el segundo semestre de este año. Con todo, es ahora cuando comienzan a conocerse sus detalles y sus prestaciones concretas, a partir de las explicaciones ofrecidas por María Langarita, la arquitecta al frente del equipo técnico multidisciplinar que ha participado en el proyecto Suiters de Alicante. Se trata de un equipo que ha tenido oportunidad de trabajar en otras propuestas en el campo de la rehabilitación, como el proyecto de Medialab Prado, en Madrid, o el de la sede del Instituto Cervantes en Nueva York, por ejemplo.

En esta línea, Langarita concreta -a consulta de Alicante Plaza- que el primero de esos detalles sobre el coliving de Marjal tiene que ver, precisamente, con las diferencias que lo singularizan respecto a las características de un hotel, de un apartamento turístico, de un coworking o de un centro de negocios. La principal distinción radica en que, frente a todos los usos terciarios de esos espacios, "los establecimientos Suiters son edificios residenciales: tienen a todos los efectos la consideración de viviendas", puntualiza.

"Esto, que puede parecer un asunto baladí, urbanísticamente tiene una gran trascendencia. Asistimos a un momento en el que los centros de las ciudades están siendo colonizados por usos terciarios turísticos, en los que no existe una población estable. Por la evolución de los modos de vida, cada vez son más usuarios estables de la ciudad los que, por diversos motivos, prefieren un alojamiento temporal en los centros de las ciudades. Suiters es la fórmula para dar respuesta a esa necesidad en el ámbito residencial, desde un planteamiento responsable del cuidado y mantenimiento de la ciudad", explica. Se trata, en definitiva, de habilitar un lugar para instalarse durante plazos prolongados después de haberse desplazado hasta Alicante por motivos de trabajo, con la posibilidad de operar en remoto desde las propias estancias, por ejemplo.

La segunda cuestión clave atañe al diseño de la transformación arquitectónica del edificio. Según la arquitecta, "todas las operaciones de diseño en este edificio van encaminadas a transformarlo para convertirse en un referente contemporáneo en muchos ámbitos". Así, detalla que la máxima del equipo -conformada por profesionales de los estudios Langarita-Navarro y Ad-hoc- es "poner un granito de arena para dejar una ciudad mejor de la que nos encontramos. Eso lo materializamos con estrategias de diseño en varias escalas", incide. ¿En qué sentido? En dos ámbitos. En primer lugar, en el ámbito urbano, Langarita concreta que "la intervención en la fachada hace que el entorno, el barrio, sea más amable, tanto por la estética de la fachada vegetal como por todos los beneficios que aporta, mejorando la calidad del aire de su entorno". 

Y en segundo término, en el ámbito de los usuarios del edificio, "el proyecto centra sus esfuerzos en que todos los espacios, tanto los privados como los compartidos, sean de una calidad arquitectónica excelente". "Hemos puesto mucho esfuerzo en que sean versátiles, y tengan la capacidad de adaptarse a la multitud de situaciones de vida de perfiles que nos son completamente desconocidos. No sabemos qué hará felices a nuestros huéspedes, pero tenemos la garantía de que prácticamente cualquier cosa que se les ocurra podrá suceder en el edificio", señala.

"Los establecimientos Suiters son edificios residenciales: tienen a todos los efectos la consideración de viviendas", asegura la arquitecta responsable del proyecto

El tercero de los aspectos esenciales tiene que ver con el público al que estarán dirigidas esas estancias. En principio, según la arquitecta el proyecto Suiters Alicante no está pensado para alojar familias "porque entendemos que, para unidades familiares, la tipología adecuada es la vivienda. Cada una de nuestras suites, o unidades alojativas, tiene capacidad para una o dos personas", detalla.

¿Existe algún referente conocido que haya servido como base para la configuración del diseño y distribución del edificio? Según Langarita, se habría manejado "el concepto tipológico de la pensión, o el hostal tradicional, de los que existían en el pasado, donde los usuarios disfrutaban de un espacio privado, al tiempo que compartían de un espacio compartido de un anfitrión, que muchas veces abría su cocina o sus quehaceres diarios a los huéspedes, en el que también se sentían como en casa", explica.

¿Y cuáles serían esos servicios o prestaciones como elementos comunes que se prevé incorporar? La propuesta promovida por Grupo Marjal trata de "ofrecer al usuario todos los espacios que podría disponer en la vivienda de sus sueños: una cocina de diseño completamente equipada, un salón maravilloso con las mejores vistas a la ciudad y al mercado central, gimnasio, zona de trabajo independiente, terrazas donde entrenar al aire libre o comer viendo el skyline de la ciudad", apunta la arquitecta.

"Frente a una visión muy cerrada de cada tipología de estancia, hemos concentrado muchos esfuerzos en que sean espacios versátiles, de modo que puedas trabajar en el salón o en la cocina, o usar la zona de trabajo para leer tranquilamente, de modo que los usuarios puedan colonizarlo de la manera que les apetezca, y se diluya la típica dualidad entre el ocio y las tareas del trabajo o de la vida cotidiana. Es como una casa grande de las afueras, pero en el corazón de la ciudad", ejemplifica.

Entre esos servicios previstos en zonas comunes, se ha anunciado, de hecho, la reserva de un espacio dedicado a la restauración en la planta baja. "Se trata de un local abierto al público general, pero que en todo caso está en contacto con el resto del edificio, a través de sus entradas y patios. Estamos convencidos de que las sinergias, y los modos de vida contemporáneos de Suiters tendrán una influencia muy importante en ese local. El diseño de los espacios formará una unidad con el resto del cuerpo del edificio, y no podemos desvelar todavía la tipología concreta de uso que lo colonizará, pero podemos adelantaros que será tan innovador como el resto del edificio", avanza por ahora Largarita.

Sí se puede ofrecer una mayor precisión por lo que respecta a la cara visible del futuro edificio: la fachada vegetal por la que se ha apostado como elemento distintivo en plena avenida de Alfonso el Sabio. "Hemos dispuesto sobre los elementos prefabricados de la fachada del edificio un sustrato vegetal sobre el que plantamos especies típicas de la flora mediterránea. Dicha superficie actúa de filtro para contribuir a mejorar la calidad del aire del entorno", explica la arquitecta.

Así, añade que "se ha seleccionado variedades de plantas con frutos, que son el alimento de varias aves autóctonas, y que están presentes en el entorno del Benacantil. De modo que, en épocas de escasez, la ciudad no sea una amenaza, sino una despensa donde poder encontrar algo de alimento. Por último, todas las suites están conectadas con este manto vegetal, que de algún modo configura un pequeño jardín para cada una de ellas", abunda.

En principio, todo parece indicar que el edificio podría acoger a los primeros usuarios a partir de los meses de julio o agosto, si se siguen manteniendo los plazos de ejecución. Las obras se iniciaron en abril, con una duración estimada de 15 meses, y una inversión de seis millones. El edificio preexistente disponía de 2.500 metros cuadrados de oficinas distribuidos en sus siete plantas, que ahora acogerán las 49 suites adaptadas a las necesidades de una residencia temporal. Además, supone la primera experiencia de Grupo Marjal en el sector, que prevé convertir en el modelo a exportar en otros proyectos ya anunciados en las ciudades de València y Málaga, como informó este diario.