XÀBIA. “La cercanía como el ecologismo más directo”. Esta es una de las claves que ha manejado David Segarra a la hora de plantear su nuevo proyecto. ‘La luciole’ es una tienda de decoración en el centro de Xàbia, que refleja a la perfección la personalidad de este profesional multidisciplinar. Segarra es un firme defensor de la artesanía, del producto elaborado con detalle y de la tradición y todo eso es lo que recoge en su local. De hecho, esta visión de su trabajo lleva años plasmándola en sus proyectos de decoración y en sus obras de arte.
La tienda abrió este sábado 16 de julio, pero la inauguración fue este viernes a las 20 horas. Jazz, algo para picar, el encuentro de viejos amigos, complicidades y risas, muchas risas. Eso es lo que se dio cita en la tienda ubicada en la calle Principe de Asturias 1. ‘La Luciole’ es un rincón en Xàbia donde se encuentran esas cosas que están a “punto de desparecer, esos elementos hechos por artesanos que podrían dejar de existir” si no hubiera proyectos como el de Segarra.
El artista, de 42 años, ha llegado a acuerdos con empresas de valencianas, de otros puntos de España, de Francia y Portugal. “Aquí no hay nada que no sea de nuestro entorno, que no esté hecho de forma tradicional y con los mejores materiales”, ha precisado. La tienda reúne los clásicos elementos de una local de decoración, pero con la excepcionalidad de que todo está hecho con materiales tradicionales, reciclados o con técnicas artesanales.
En la tienda ha cerámica, alguna de ellas con vario siglos a sus espaldas, del XVII y del XVIII; hay objetos de vidrio: “Todos elaborados por una empresa valenciana que trabaja con material reciclado”. Hay jabones: “De una empresa familiar de Madrid que los elabora libres de productos agresivos, con aceites naturales y vegetales.
Al entrar en ‘La Luciole’ se palpa el estilo de Segarra. “Esto es un espacio de David, por los colores, la complicidad que brinda el ambiente y la calidez, aunque sea una tienda”, comentaban algunos amigos en la pequeña fiesta del viernes. Para el artista local hay algunos aspectos muy importantes. No faltan los objetos artesanales de mimbre o esparto de la Marina Alta, pero también ha recurrido a uno de los mejores productores de cerámica de Portugal: Bordallo Pinheiro, del que tiene multitud de piezas, cuencos o ensaladeras, todo impregnado por gamas de colores infinitas que dan vida al objeto.
Segarra ha querido, y ya lo experimento el viernes, que los clientes hallen en su local todo aquello que veían en sus casas de veraneo de antaño. Platos, cuchillos, manteles de lino, todo del material más puros y duradero. “Para llevarlos a afilar y que duren una vida y para lavarlos con perborato por su calidad”, en relación a los enseres para cortar y las piezas de tela.
Los colores también se perciben en las pantallas para lamparas que coronan las estanterías: “Están elaboradas con telas orgánicas de algodón, todo material ecológico”. Esta es la forma de Segarra de conectar en 2022 con la forma de producir más artesanal, ofreciendo el producto más cercano y poniendo su grano de arena para evitar que se pierdan las tradiciones: “En Francia los talleres están subvencionados, se trabaja por que perviva la esencia de un pueblo, de una forma de trabajar y crear objetos para las necesidades diarias”.
“Aquí todo eso lo hemos olvidado. Sin darnos cuenta, en los últimos años hemos llenado nuestras casas de objetos de Asia que se rompen con facilidad y que tenemos que reponer. Eso no ocurría antes, si lo pensamos lo sabemos”. Por eso defiende esa conexión con el territorio y la tradición sin renunciar a la modernidad. Este amante de estilo como el Art Dèco ha dejado su huella en otros espacios de la Marina Alta, como el hotel Maison Marineta, donde se ha encargado del diseño y de la decoración interior.
En tienda de David no faltan las obras de arte. De hecho él es creativo reputado desde hace años, tanto como artista en el sentido literal, como por su dedicación a diseño de producto. Además estar formado en Diseño, en la especialidad de Interior, es licenciado en Bellas Artes, por el Campus de Altea de la Miguel Hernández. Ha realizado exposiciones con sus obras, ha participado en otras colectivas, en bienales de toda Europa y tiene piezas de arte repartidas por todo el mundo.
Segarra, finalmente, ha contado que no había mejor lugar para establecer este tipo de negocio que Xàbia. “Si queremos mantener tradición y artesanía, Xàbia es la ciudad. Aquí se sigue respirando roca, mar, acantilado y el verde de la naturaleza”. Cuando se pone el primer pie en ‘La Luciele’ se toma conciencia de todo ello.