ELCHE. Han sido dos años de largo trámite para la aprobación provisional de la protección de los Baños Árabes del siglo XI de la Plaça de la Fruita, así como de los dos refugios de la Guerra Civil, el 3B y el 3C, bajo el Mercado Central. Seis años si se cuenta desde que en septiembre de 2016 la Junta de Gobierno asumiera el compromiso de la declaración de los baños como Bien de Relevancia Local (BRL) por requerimiento de la Dirección General de Cultura y Patrimonio por su gran estado de conservación. Tras la aprobación en el pleno de julio, se modifica el Plan General y se incluyen los tres en el catálogo de edificios protegidos.
Se modifica el articulado del PGOU para su inclusión y también el Plan Especial de Edificios y Conjuntos del Término Municipal de Elche, incluyendo las fichas de los Baños Árabes de la Vila Murada, con la categoría BRL (aunque de facto con el inicio del expediente, se ha de ratificar incluyéndolo en el catálogo paso previo del pleno) y sendos refugios con la categoría de Sitio Histórico de Interés local. A finales del pasado mes de julio se elevó la documentación y el expediente de sendas modificaciones (Plan General y catálogo) a la conselleria de Política Territorial, con las competencias en materia de Urbanismo, que será quien tenga que aprobar de forma definitiva las mismas.
No obstante, su futura puesta en valor, dependiente del futuro del viejo inmueble del Mercado Central, puesto que la idea del equipo de gobierno es su reconversión en mercado gastronómico integrando los baños en la zona, es una de las incógnitas ahora. Primero tiene que publicarse un segundo proceso de participación pública a los cambios de suelo, dado que estos afectan a ese futuro uso del viejo inmueble. A partir de ahí, y si los vecinos del mercado provisional no escogen la vía judicial, sería cuando el Ayuntamiento tendría que licitar una redacción del proyecto y de las obras.
Por ahora, estos Baños siguen con un vallado perimetral pero no exentos de las inclemencias del paso del tiempo y el clima que se dejan notar si se compara con las imágenes del hallazgo realizado por Estrats, ni de la maleza que crece, como otra planta de Palán-Palán que ha vuelto a resurgir y que se suele desarrollar entre grietas como las de estos restos, lo que puede dañarlos.
Otra incógnita es si se acabará excavando la leñera, última parte aún soterrada de los Baños. El Servicio Territorial de Urbanismo señaló en un informe sectorial de este expediente de protección que "el entorno de protección tendrá la consideración de definitivo y podrá ser ampliado una vez concluidos los trabajos arqueológicos alrededor de los lindes del monumento, que ayuden a completar la información de los restos existentes". Dado que dejaba entrever, o el articulado se abre a interpretar que hace falta excavar, varios colectivos alegaron a este proceso. Volem Palmerar pedía seguir excavando y que se hiciese público el tercer informe arqueológico de las catas de Alebus, y que se protegiesen "los baños árabes de uso privado localizados durante la Fase III de las excavaciones". Margalló preguntó también por la situación de la leñera, y el Institut de Estudis Comarcals solicitó también que siguiera la actuación para conocer más sobre este bien.
El arquitecto municipal respondió a estas alegaciones remitiéndose al párrafo mencionado del Servicio Territorial de Urbanismo y a las palabras de 2016 de la Dirección General de Cultura y Patrimonio, recordando que "instó su protección como Bien de Relevancia Local, y recomendó que debería excavarse la totalidad de los baños y conservarse como yacimiento-museo posibilitando su visita". No entró a valorar las otras cuestiones al considerar que se centraban en el plano arqueológico y no en el de esta modificación del PGOU e inclusión en el catálogo.