ALICANTE. La transformación de la movilidad en Alicante vivirá uno de los primeros cambios esenciales a partir del próximo enero con el inicio de las obras de peatonalización de la avenida de la Constitución y de la calle Bailén. Esa es, como mínimo, la programación con la que trabaja el equipo de gobierno, el bipartito compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), salvo que pueda producirse algún imprevisto que retrase su adjudicación. En principio, la Mesa de Contratación prevé emitir la próxima semana la propuesta de clasificación de las 19 empresas que compiten por ejecutar los trabajos, con lo que el acuerdo de encomienda de las obras podría aprobarse a principios de noviembre en Junta de Gobierno. De hecho, el objetivo del bipartito es anticipar, al menos, las restricciones a la circulación en el tramo lateral del Portal de Elche (entre la calle Bilbao y la Rambla) incluso antes de Navidad con el fin de potenciar el consumo en el comercio y en la hostelería durante esa campaña, según avanzó el edil de Movilidad, el popular José Ramón González, este lunes.
Esa peatonalización es, en realidad, una de las actuaciones iniciales incorporadas en el proyecto de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) trazado por el Ayuntamiento para reducir la contaminación atmosférica generada por el tráfico rodado, con el que se aspira a impulsar restricciones al tránsito de manera gradual, en torno a dos anillos que afectan al perímetro del Centro Tradicional y al cuadrante delimitado por la Gran Vía. En su conjunto, se prevé acometer modificaciones urbanísticas e instalación de equipos tecnológicos por un montante global de 37 millones antes de 2023. Ese es, por el momento, el plazo de implantación de esas ZBE previsto en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética para las ciudades de más de 50.000 habitantes, aunque todo parece indicar que podría acordarse una moratoria para su implantación definitiva.
Como informó este diario, el Ayuntamiento ha registrado el proyecto de ZBE con el propósito de optar a la concesión de ayudas europeas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en la ventana abierta por el Ministerio de Transición Ecológica en materia de movilidad. Sin embargo, no se quedará de brazos cruzados hasta que se disponga de una respuesta sobre su aceptación. Lo cierto es que la inversión necesaria para acometer esa primera peatonalización entre el Mercado Central y La Explanada, por Constitución y Bailén, ya está disponible: se trata de una suma de 2,3 millones contemplados en el presupuesto de 2021 para poder ejecutar un proyecto que se trató de perfilar durante el pasado mandato sin que llegase a ponerse en marcha. Ahora, la intención de PP y Cs es asumir también el resto de las fases de la peatonalización del Centro, que afectan al eje conformado por el cuadrante de Alfonso el Sabio, Doctor Gadea, Federico Soto y La Rambla, valiéndose igualmente de fondos propios. Se trataría de habilitarlos en distintas etapas, tanto si se demora el resultado de la concesión de esas ayudas, como si no se consigue el máximo de 29,5 millones de subvención a los que se opta para cubrir los 37 millones estimados en su ejecución.
¿De dónde procedería la suma necesaria para acometer ese conjunto de actuaciones? A priori, del remanente de crédito municipal, al que se recurriría a través de modificaciones de crédito, ya que la incertidumbre sobre los plazos de respuesta de esa solicitud de ayudas impide que pueda incluirse alguna partida concreta en el presupuesto ordinario de 2022, ahora en fase de elaboración, tras la presentación de las propuestas y necesidades de todas las concejalías.
Así, lo indicó el propio alcalde, el popular Luis Barcala, este lunes, en una comparecencia pública en la que hizo entrega de los premios convocados con motivo de la Semana Europea de la Movilidad, en la que señaló que la indeterminación sobre la disponibilidad de los fondos europeos "es una situación que afecta y preocupa al conjunto de ciudades de más de 50.000 habitantes, como se ha planteado ya en la Federación de Municipios y Provincias (FEMP)". En este sentido, añadió que, al menos, "Alicante dispone de un remanente al que recurrir para poder ejecutar todos esos trabajos, cosa que no ocurre en todas las ciudades", subrayó. En todo caso, apuntó que, con la concesión de las subvenciones, "todo sería más fácil y se acortarían los tiempos de implantación".
¿En qué consistirán, en concreto, las medidas para reducir emisiones a la atmósfera en el anillo de la ZBE del Centro Tradicional? En esencia, se trata de restringir la circulación de vehículos en ese primer eje compuesto por Constitución y Bailén, de modo que solo se permita el acceso de los turismos de los residentes, de los vehículos de servicios de emergencia o de los asociados a labores de carga y descarga, aunque siempre en un horario limitado. Todo ello, tras la implantación de calles de plataforma compartida para peatones y coches en lo que representaría la extensión de la experiencia que ya se puso en marcha en las calles del Casco Antiguo a partir del año 2016.
LA PEATONALIZACIÓN DEL CENTRO CONLLEVARÁ LA REURBANIZACIÓN DE CALLES EN PLATAFORMA COMPARTIDA PARA PEATONES Y VEHÍCULOS, AUNQUE SOLO SE PERMITIRÁ EL ACCESO DE RESIDENTES
Después, esa misma dinámica se aplicará a otros ejes comprendidos en el cuadrante delimitado por Alfonso el Sabio, Gadea, Soto y La Rambla, como la calle Teatro, la calle Navas o Duque de Zaragoza, con las mismas condiciones de acceso limitado a residentes y a los usuarios de aparcamientos públicos, como los situados en la parte alta de La Rambla. De igual modo, se contempla la reducción de carriles en esta última avenida, con el propósito de reforzar su uso peatonal, en desarrollo de la experiencia de cierre temporal al tránsito de vehículos que ya se aplica durante los domingos. Eso sí, en principio, en la reconfiguración de esa misma avenida se seguiría contemplando el tránsito de los autobuses del servicio de transporte público urbano.
Para el segundo anillo, en las calles delimitadas entre el arco de la Gran Vía y el Centro Tradicional, se prevé la instalación de medios tecnológicos para el control de acceso de vehículos de modo que se pueda restringir de forma progresiva la circulación de aquellos que estén provistos de motores de combustión.
Ese paquete de actuaciones debería simultanearse con la puesta en marcha de un servicio municipal de préstamo de bicicletas y patinetes eléctricos que la Concejalía de Movilidad prevé poner en marcha como experiencia piloto a partir de 2022, después de que la fase de consultas a empresas que concluyó a mediados de septiembre permitiese constatar el interés de al menos nueve compañías interesadas en desarrollarlo. En principio, se prevé testar el funcionamiento del sistema durante un plazo de dos años para estudiar su posible implantación definitiva.