ALICANTE. Cada día a las cinco y media de la tarde, el valenciano Daniel Tatay tiene una cita con más de ochocientas mil espectadores. Es uno de los nuevos fichajes de Acacias 38, la telenovela histórica de RTVE. En esta temporada interpreta a Telmo, un joven sacerdote que debe resolver un misterio en el barrio.
Ese aspecto de investigador es de lo poco que tiene en común con su anterior papel como intérprete. Esta primavera dio el gran salto como Frank Farmer, el protagonista masculino de El guardaespaldas. El musical. "Fue genial, terminé el musical con un subidón impresionante porque fue pasar de secundario a protagonista con un cambio de todo".
Tatay había llegado a esta producción de Stage Entertainment en la Gran Vía madrileña para interpretar al acosador. Un papel breve pero que le permitió situarse en buen lugar cuando Maxi Iglesias, encargado junto a Iván Sánchez de encarnar a Farmer, se lesionó. "Maxi abandonó por motivos de salud el musical y me meten a mí, con el cambio de prensa y promoción y eso hace que la gente me conozca más y me posiciona como actor de una manera importante".
Hasta entonces la carrera de Tatay, nacido en Valencia en 1982, se había centrado en la danza. "Este año me ha dado la oportunidad de avanzar como artista, es un salto más". Uno que él ya estaba planteando desde hace un tiempo, "siempre he querido dar un paso más porque bailar mola mucho pero es complicado bailar hasta los 40 o 45". Los planes se aceleraron de esta forma inesperada.
Un día de febrero surgió la posibilidad desde Stage de que él tomara el relevo. Así que "antes de empezar la formación que quería ya me vino el trabajo". Él lo recuerda ahora risueño: "¿Querías ser actor? Pues ponte las pilas. Y he aprendido trabajando. Todo vino de sorpresa". Él agradece el haber pasado por la peculiar escuela de la función diaria que le correspondía en el Coliseum, "las tablas del teatro no me las da nadie".
Y con la televisión le sucedió lo mismo. Había hecho cursos de cámara pero el salto a Acacias 38 suponía su primer trabajo de ficción tras las cámaras como actor. Por eso reconoce los nervios cuando surgió la posibilidad de incorporarse a un proyecto que ya contaba con más de ochocientos capítulos. Al final, señala, se trata de confianza. Más por parte de la producción de Boomerang TV y RTVE que se la dan para que él mismo pueda construir y dar forma al personaje de Telmo desde el pasado 10 de agosto.
Un par de meses antes empezó el trabajo, mientras aún estaba con sus funciones de El Guardaespaldas. "Antes de terminar hago una prueba para Acacias 38 y me seleccionan y empiezo a rodar", recuerda. Hasta el 15 de julio, cuando se cerró el musical, le tocó simultanear ambos papeles. "Fue maravilloso y terminé por todo lo alto pero también cansado", concede.
El ritmo de una ficción que se emite de lunes a viernes, con una duración de casi una hora, es muy intenso. "Ruedo todos los días y hay que aprender muchos textos porque se graban diez capítulos en nueve días", explica. Eso sí, le ayuda a afrontarlo "toda la ilusión del mundo" con la que entra a un formato nuevo en su carrera "algo no había hecho y quería aprender con mi nuevo trabajo".
Después de tres semanas de vacaciones en julio, "ahora solo en cuerpo y alma a la serie". Y de cuidar almas se encarga su personaje, Telmo, "un cura de la época pero bastante moderno". Acacias 38, ambientada en 1902, tiene como marca de la casa el reflejo de una sociedad muy diferente a la actual. Aunque él cree que en la vida de los sacerdotes "no hay mucha diferencia".
Tatay estudió en un colegio de salesianos, de forma que cuenta "conocí a muchos curas y fui a muchas misas". En el proceso de investigación para Telmo insiste en que le han contado que no hay tantas diferencias. La más clara, en el aspecto formal, es que "en aquella época no se quitaban la sotana nunca, siempre estaban con ella, no se acomodaban de una manera relajada". Luego, en otros ámbitos, "el machismo de la época".
Con su personaje, la intención es "llevarlo a un cura más de ahora". Respetando las convenciones de que esté "todo muy medido: que sea serio y educado pero también tiene su lado amable, muy amable con la gente. Y su lado tierno". El intérprete está encantado de la libertad creativa con la que dice cuenta ahora. "En El Guardaespaldas los actores éramos muy diferentes —a nivel corporal, la voz— cada uno lo llevaba de una manera dentro de la dirección. Pero ahí el personaje lo construyó Kevin Costner [en la película de 1992]. Y con Acacias, en cambio, lo creas tú y es lo bonito de eso, hacerlo como crees".
Telmo se incorpora "poco a poco" a las historias del barrio "pero luego va cogiendo más peso". Así, se mete con la misión de conseguir información "y la gente ya puede hacer cábalas porque van a pasar muchas cosas". Por eso reconoce entusiasmado que "2018 es mi gran año".
Él ya lo está notando de manera directa a través de las redes sociales. Desde que su personaje ha empezado a aparecer en la televisión han aumentado los contactos que le hacen en perfiles como Instagram. "Apareces enseguida y estamos expuestos a todos", indica. Entre lo que ha podido ver estas primeras semanas es que "tienen interés de ver qué haces en el día a día y hay mucho apoyo y me escriben muchos mensajes". Eso sí, "yo todavía estoy esperando a que me paren en la calle y me digan que soy de Acacias", bromea.
El actor asegura estar encantado por el interés que despierta ahora, "estoy encantado de que la gente me pregunte y curiosee por mi trabajo y contar de lo que estoy aprendiendo. Pero todo muy normal porque no tengo inquietud de ser famoso. Quiero trabajar y hacerlo bien. Y si me reconocen en la calle que sea por el trabajo y lo bien que lo hago".
Mejor que cualquier serie de Netflix o HBO son las entregas del programa Imprescindibles de RTVE y, en su plataforma, hay como doscientos episodios listos para ser vistos. Uno de los últimos, sobre Carlos Tena, nos descubre a un periodista musical difícil de ver hoy. Enfrentado con y contrario a los dictados del mercado, abierto de mente y ecléctico, con interés en lo antiguo tanto como en lo moderno. Un personaje singular que puso su granito de arena para que la explosión musical española de finales de los 70 fuese como fue