SANT JOAN D'ALACANT. El pasado 28 de febrero, tuvo lugar una reunión informativa convocada por el Ayuntamiento de Sant Joan a instancias de la Plataforma de Vecinos Afectados por el PAI de Nou Nazareth, donde se facilitó a los futuros vecinos de la zona, por primera vez, un plazo concreto en el que podrían comenzar a vivir en sus casas: "En mayo, y con más certeza, junio, podrán ustedes habitar las viviendas", trasladan.
Estas palabras, si bien fueron expresadas por Manuel Aracil, no corresponden al propio concejal de Urbanismo, sino a los "señores de Iberdrola", entidad al cargo del suministro eléctrico, "que, a todas luces, ha sido el principal escollo de todas las obras de urbanización de la zona". Unas obras que, según se comunicó en la propia reunión, pondrían su mejor voluntad para que la subcontrata, CHM, llevase a término el 30 de abril de 2023.
"Desafortunadamente, a pesar de la buena predisposición e implicación del concejal del Partido Popular durante los tres últimos meses, transcurrido dicho plazo, los vecinos nos encontramos ante la misma situación de incertidumbre: calles cortadas, zanjas por doquier, torretas eléctricas en mitad de la calle, conexiones con Alicante por la calle Conrado Albadalejo no comenzadas, escombros por todas partes, farolas destrozadas… y ni rastro de la supuesta mayor zona verde de San Juan de Alicante", exponen desde el grupo de vecinos afectados.
Esta actuación, aún hoy inacabada, tenía un "plazo de ejecución de unos 6 meses", según las declaraciones realizadas en mayo de 2021 por la predecesora de Aracil en el cargo, Eva Mª Delgado (del PSOE). "Desde entonces han transcurrido, no solo esos 6 meses, sino 2 años, que sumados a los más de 10 años que el sector lleva paralizado, hace que resulte bastante difícil mantener el optimismo en poner una fecha final a la obra".
Por ello, de cara a la reunión informativa convocada para el próximo día 5 de mayo, "no esperamos recibir grandes novedades de manos del actual alcalde y candidato del PP para las próximas elecciones municipales, Santiago Román. Con toda probabilidad, defenderá su gestión, hará un llamamiento a la calma indicando que la obras siguen por el cauce previsto y que la entrega de las viviendas se realizará en el plazo estimado de forma parcial, sin mayor concreción. Sin embargo, la realidad del sector, cuyas obras de urbanización se comprometieron a finalizar el pasado 30 de abril, sigue siendo bien distinta", lamentan.
"Mientras tanto, las promotoras, ya con nuestras viviendas finalizadas, nos piden paciencia, repitiendo consignas una y otra vez, emplazándonos a comunicaciones en "fechas reales" para conocer más información. Ni tan siquiera se atreven a facilitarnos un plazo concreto. No obstante, no han perdido el tiempo en organizar visitas guiadas para presentar innovadoras urbanizaciones a prensa e influencers del sector, mientras niegan la posibilidad de realizar una visita de cortesía a sus propios clientes".
A todo esto, los vecinos suman la situación personal de cada futuro vecino, aplazando la venta de su actual casa, encadenando alquileres, pidiendo ayuda a nuestras familias o tratando de solicitar matrículas a nuestros hijos en centros educativos de un municipio en el que no sabemos si acabaremos residiendo. "No nos olvidamos de la continua subida de los tipos de interés, que encarece día tras día nuestra futura hipoteca, porque hay plazos en la vida que son y serán inevitables".
"Lo cierto es que, entre retrasos acumulados y plazos incumplidos por unos y otros, lo que inicialmente parecía el sueño de una noche de verano, cada vez se parece más a una pesadilla, con tintes propios de concluir en otoño… o incluso en el próximo invierno. Mientras tanto, en nuestras cabezas solo resuena una pregunta que en estos momentos no nos deja dormir: ¿Cuándo podré vivir en mi casa?"
