ELCHE. La Generalitat Valenciana obligará a Elche y a una veintena de municipios más de la provincia a retirar los vestigios de la dictadura aún en pie en el plazo de un mes, según ha publicado en una resolución la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática en el boletín autonómico este miércoles, como ha adelantado Radio Elche Cadena Ser. En el caso ilicitano, estos elementos no solo se circunscriben a la cruz de Germanías que el equipo de gobierno no ha logrado retirar tras una licitación fallida, también se hace referencia a más de un centenar de calles en Carrús, así como a distintas placas de viviendas construidas durante la dictadura.
En concreto, la conselleria hace referencia a "123 calles a los caídos en la Guerra civil del bando franquista en la barrio de Carrús", a "la Cruz de los Caídos, en el paseo Germanías, homenaje a las víctimas del bando nacional", una "Placa conmemorativa de las viviendas Grupo Agatángelo- Yugo, flechas y CNS", y "varias placas VPO del Instituto Nacional de la Vivienda (yugo y flechas) en las calles Castro nº 19 y 23 y calle General Cosidó, nº 15". La administración valenciana da un plazo de un mes para que se retiren estos vestigios, en el caso contrario, y según el Artículo 39.7 de la Ley de Memoria Democrática valenciana, "el Instituto Valenciano de la Memoria Democrática, los Derechos Humanos y las Libertades Públicas incoará de oficio el procedimiento para la retirada de dichos elementos".
A este respecto, en septiembre de 2021, se aprobó el Catálogo de vestigios de la Guerra Civil y la Dictadura en el ámbito de la Comunitat Valenciana, la relación de los elementos contrarios a la memoria democrática y la dignidad de las víctimas que deben ser retirados o eliminados por no haber sido retirados o eliminados voluntariamente, y los criterios generales de actuación sobre los vestigios de la Guerra Civil y la Dictadura. Más de un año después, el catálogo se ha modificado incluyendo aquellos que han sido comunicados a la administración y suprimiendo los que han sido retirados. En febrero de este año se remitió un escrito a todos los ayuntamientos que figuraban en el catálogo de vestigios con calles, placas, honores u otros elementos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública de competencia municipal que no habían sido retirados. De acuerdo a la legislación vigente, la Generalitat podrá realizar la retirada de forma subsidiaria.
En el caso ilicitano el bipartito contemplaba la retirada 'paletizada' del monumento, en el marco de una reurbanización del Paseo de Germanías y de la correspondiente musealización del refugio de la Guerra Civil bajo la plaza. Una retirada que se ha encontrado con el rechazo de parte de la oposición, principalmente Partido Popular, Vox y Ciudadanos, así como una plataforma en contra de la retirada, convocando en su momento un par de concentraciones. En cualquier caso, el equipo de gobierno siguió adelante, pero finalmente se excluyó a la única firma que se había presentado a la licitación. Según el expediente y el Ayuntamiento, porque la empresa no llegaba a la puntuación exigida en su propuesta.
Asimismo, la legislación valenciana sobre esta cuestión señala sobre monumentos como la cruz, que es el que ha generado esa polémica, que el criterio general de actuación es su retirada. Aunque desde el PP han venido defendiendo que la placa con el homenaje a los "caídos por Dios y por España" ya se retiró, siendo ahora "un elemento de concordia", la conselleria indica que el criterio general de actuación es su retirada, tanto de los monumentos dedicados en todos los casos a los 'caídos' con mensajes originales, o aquellos resignificados en época democrática. Apunta a que todas las cruces levantadas durante la dictadura, siendo la cruz el elemento principal, están dedicadas a los caídos y mártires del franquismo.
Aunque hay algunas que han transformado su mensaje, como es el caso de Villarreal, y están dedicadas a todos los muertos de la guerra, otras sin mensaje (Moncofa) y otras con el mensaje original, "el criterio general de actuación en todos los casos que las cruces no se encuentran en recintos funerarios, es su retirada al cementerio con eliminación de los elementos de exaltación y resignificándola con señalización si se refiere a enterramientos colectivos. Si las cruces se encuentran en el cementerio se actuará de idéntica forma". Añade también en los criterios para la retirada que "por su carácter de elemento de exaltación del franquismo los vestigios como monumentos, monolitos o cruces, no podrán convertirse en elementos de 'concordia'".
Por último, advierte que en el caso de que se sustituya un vestigio por otro en memoria y recuerdo de todas las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura, "deberán haberse eliminado todos los signos de exaltación y señalizarlo, esto es, se debe convertir el espacio en un 'lugar de memoria' con paneles explicativos que otorguen al lugar una función didáctica y de enseñanza de la historia. El proceso de resignificación supondrá cubrir o retirar, de forma técnicamente adecuada cualquier escrito o símbolo de exaltación que acompañe al elemento, pudiéndose respetar el listado de las víctimas fallecidas, si lo hubiere, e incorporar el de las victimas de la dictadura". Similar a esto última, algún tecnico planteó que tenía sentido mantener la cruz por la ligazón con el refugio y su musealización. En cualquier caso, según la Ley, la retirada por tanto de la placa que había no es suficiente para que se haya resignificado el monumento.
Cualquier Ayuntamiento podrá solicitar a la Conselleria asesoramiento para su actuación. Junto a Elche aparecen otros municipios como Alicante, solo con un símbolo, y otros como Petrer con una decena, y diversos con varios como Benissa, Elda, Altea o Callosa d'en Sarrià.