XÀBIA. El Ayuntamiento de Xàbia quiere rematar todos aquellos proyectos que llevan años paralizados y que el anterior ejecutivo, del PSPV, no acabó por distintos motivos. Uno de ellos es el auditorio una de las obras estrella de corporaciones anteriores a la de la alcaldesa Rosa Cardona, pero que siguen sin ver la luz.
El auditorio lleva tres años parado, después de que saliera a licitación hasta en dos ocasiones y las dos constructoras que se quedaron con los trabajos dejaran la obra al poco tiempo de asumirla. El gobierno de Xàbia (PP, CpJ y VOX) ha dado prioridad a esta actuación al ser una de las mas demandas por la ciudadanía.
Otro de los motivos por los que se quiere agilizar este proyecto es evitar que pase más el tiempo y que la obra que se ha realizado se deteriore, lo que incrementaría el gasto una vez se retome la actuación, si finalmente se logra una tercera empresa. En estos momentos, el ejecutivo de Cardona ha hecho una reserva de 100.000 euros para los trabajos previos necesarios antes de volver a sacar la obra a concurso. Y es que el paso del tiempo obliga a superar varios pasos.
Xàbia tiene que realizar lo que se conoce como una auditoría doble, es decir, encargar a una empres que ejecute un estudio sobre el nivel de obra alcanzado por las anteriores empresas. Además, tiene que determinar qué tramos de la obra siguen siendo útiles y cuáles no, a lo que habría que añadir finalmente una revisión del proyecto para poner precio a la construcción que quede pendiente con cifras actuales.
Es decir, estos pasos suponen realizar una auditoría técnica y económica de la obra, algo que se hace mucho en urbanizaciones o polígonos que por distintos motivos han quedado paralizados y que antes de retomar su construcción es necesario saber qué hay hecho y qué se puede aprovechar.
Para estos trámites es para los que Xàbia ha reservado los 100.000 euros, tras una modificación presupuestaria, con los que también se prevé realizar la redacción del proyecto para acabar el edificio. La intención es llevar a cabo este proceso de la forma más cauta y minuciosa posible con el fin de evitar que cuando todos estos pasos se superen y se pueda sacar la obra a concurso no vuelva a quedar desierta, ya que sería la tercera vez.
El auditorio ya tenía que estar acabado y en marcha, pero las distintas complicaciones han hecho que la obra esté parada. El pasado mes de julio hizo tres años. Para poder llevar a cabo esta acción y otras actuaciones también paralizadas, se realizó una modificación de crédito de 8,6 millones de euros. Desde el gobierno local de Xàbia han indicado que con este plan para el auditorio “habrá base técnica para determinar los próximos pasos que se tiene que dar” para poder rematar la obra.
Han añadido que los técnicos municipales redactaron un extenso informe de los modificados que se podían hacer sobre obra. Han recordado que también fue rescindido por el anterior gobierno el contrato con el director de la obra. Por tanto habrá que hacer una nueva licitación para elegir al responsable de la actuación, y posteriormente un nuevo concurso público para la ejecución de la misma. Todas estas decisiones las tomará el gobierno con toda la información técnica necesaria.
Estado en el que Joca dejó la obra en 2018.
La primera empresa que se quedó las obras y abandonó fue Joca, que ganó el primer concurso al proponer una actuación de 2,4 millones pese a que la licitación salió por 3,3. Finalmente sólo hizo el agujero para los cimientos, pese que pidió más dinero se acabó suspendiendo el contrato en 2018.
Tras esto, se volvió a licitar la obra por 3,2 millones y Proyecon Galicia se quedó la actuación con una propuesta económica bastante reducida, 2,6 millones. Inició los trabajos, creo cimientos, los pilares de algunas plantas y dejó el esqueleto de la obra, pero también abandonó los trabajos tras la pandemia. Desde entonces la obra está parada.
La intención inicial era crear un auditorio en una superficie de más de 2.500 metros cuadrados, con 524 localidades, un escenario de 187 metros cuadrados, y una sala de ensayo de 97 metros cuadrados, así como cuatro camerinos de 13 a 21 metros cuadrados. Estos parámetros podrían cambiar dado que se no se descarta hacer una revisión del proyecto que se acople a las necesidades actuales.