La Navidad está hecha para la felicidad de los niños. En cambio, a un adulto le basta con fingir alegría y recordar los años de nieves y gracias de su infancia. No queda casi nada de aquel tiempo en que la gente se felicitaba las Pascuas por carta y era costumbre pedir el aguinaldo
Indica que el grado de inmunización y la conducta de los españoles evitan tomar medidas que puedan afectar también a la economía
Valencianos, andaluces y catalanes son los más propensos a lanzarse a por las ofertas del Black Friday para ahorrar de cara a la campaña navideña
Nunca nos hubiéramos imaginado unas Navidades como las de este año. Desconcierto por cómo podremos celebrarlas con disparidad de medidas en todo el país y con el Gobierno dejando hacer para evitar culpabilidades. El Rey mientras no puede dejar pasar la ocasión de su mensaje navideño. Y no solo por la pandemia. Ha salvado un primer match ball porque su padre no vendrá en estas fechas.
En el último mes la curva es menos curva, las cifras han mejorado,…pero no debe llevarnos a la euforia ni al optimismo. Se sigue muriendo gente, que no se nos olvide. En los países de nuestro entorno se ha dado un cerrojazo completo a las celebraciones navideñas. Aquí hemos sucumbido a los deseados encuentros familiares. No se entiende la nueva normativa. Se perimetra pero se permiten desplazamientos para reencontrarse con la familia y seres allegados
Por mucho que se esfuercen los políticos en convencernos que habrá Navidad, no será así. La situación de la pandemia es la que es. Es una carrera irreal anunciar restricciones duras y estratégicas para llegar a las celebraciones navideñas. Hay que ser realistas por mucho que nos cueste. Y tendremos que ser creativos para que esas fechas significativas tengan alicientes personales