ALICANTE. El presidente de la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (Uepal), el comerciante Juan José Sellés, ha puesto fecha a su salida del cargo tras un mandato de cuatro años. Sellés, que siempre tuvo en mente (y prometió en público) no estar más de cuatro años al frente de la organización, presidió este martes en Villena, en la sede de la empresa Atlántica Agrícola, la junta directiva y comité ejecutivo que convocaron para el próximo 1 de febrero la asamblea electoral, a la que ya no se presentará.
El histórico (y polémico, aún a su pesar) dirigente de Cepyme y Facpyme asegura que siempre que opta (y lo eligen) para un cargo lo hace con el ánimo de estar solo cuatro años, o lo que dure el mandato en cuestión, y luego apartarse. Esta vez, ha vuelto a cumplir. Y aunque había 'cantera' suficiente para tomarle el relevo, tan comprometida y alicantinista como él mismo o su predecesor Miguel Baena, todo apunta a que se cumplirá la transición esperada y será César Quintanilla, su vicepresidente primero, quien tome el relevo.
Sellés pone fin así a su mandato como presidente de la 'heredera' de Coepa, la 'Aldea de Astérix' de los empresarios alicantinos recelosos de la CEV, con el logro de haber integrado a Uepal en la nueva patronal autonómica (algo que parecía imposible antes de su llegada), pero también como protagonista de dos correctivos de la dirección de CEV (con dos presidentes distintos) a Uepal por su proceder. Ambos, curiosamente, por haber mantenido una postura oficial distinta a la de la patronal autonómica. En esta segunda ocasión, no solo Sellés ha sido apartado de los órganos directivos de CEV, sino que la mayoría de representantes de Uepal han sido también laminados.
En cualquier caso, el dueño de Bardisa y de la Escuela de Catas de Alicante, que es mucho más conciliador y bastante menos melodramático de lo que indican los titulares de prensa que protagoniza, ha venido quitando hierro al asunto en las últimas semanas mientras preparaba su salida del cargo. Este mismo lunes, coincidió con el presidente de CEV Alicante, Joaquín Pérez, en el Adda, donde se entregaban los premios Fopa, y no dudó en mantener una larga y distendida conversación con él. También acudió Quintanilla, recién llegado de un viaje de negocios a Argentina, y a quien Uepal estaba esperando para celebrar la junta de este martes.
En el transcurso de la reunión, tal como se esperaba, César Quintanilla trasladó a los miembros del comité su intención de presentar su candidatura a la presidencia de Uepal en los próximos días. La idea es presentar una lista integradora que represente a todos los sectores, de forma que con el talante de Quintanilla y el apoyo del presidente saliente, no debería haber más que una candidatura. Quintanilla, al frente de la farmacéutica Q-Pharma, es un dirigente empresarial de perfil conciliador, moderado y disciplinado, que puede contribuir a relajar la tensión de los últimos tiempos con la CEV. Pero también alicantinista como el que más.
Quintanilla cuenta, de hecho, con una larga trayectoria de representación institucional a sus espaldas, y de casta le viene al galgo: su padre es el histórico expresidente de la Cámara de Comercio de Alicante Eliseo Quintanilla, y él mismo forma parte del pleno actual y del comité ejecutivo que preside Carlos Baño, tras haber sido presidente hace más de una década de la asociación de jóvenes empresarios Jovempa (cargo que ahora ocupa otro miembro del clan, su hermano Hugo Quintanilla).
La más que probable candidatura única de Quintanilla deja en stand by las posibles alternativas de Diego Menor, secretario general de la federación de autónomos FaesCV, o de Sergio Gómez (también vicepresidente e hijo del histórico dirigente patronal Paco Gómez, expresidente de Aefa y Coepa), ahora volcado en su nuevo cargo como presidente de los campings. En todo caso, se da por seguro que ambos formarán parte, si así lo desean, del equipo del candidato.
Además de recomponer relaciones con CEV, a Quintanilla, si finalmente se convierte en el tercer presidente de la historia de Uepal (tras Baena y Sellés), le aguardan retos pendientes para la provincia y el tejido productivo como la falta de agua y el respeto a los acuerdos en materia de trasvases, reclamar inversiones de las diferentes administraciones públicas y la mejora de las infraestructuras que cohesionen la provincia, y defender aquellos elementos que sostengan la competitividad empresarial de Alicante. Todo ello sin dejar de tener una voz propia que sea compatible con la autonómica.