ELCHE. Aunque venía siendo una sospecha de las trabajadoras de SCT (antes Limpiezas J. Córdoba) desde hace varias semanas por la situación económica de la empresa, con impagos de más de dos meses, finalmente se ha confirmado: la compañía entra en concurso de acreedores. La firma había solicitado el proceso concursal y este pasado 20 de diciembre el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Alicante con sede en Elche, lo aprobaba.
SCT Acva SL se ha declarado en concurso ordinario voluntario y ya se ha nombrado al administrador concursal. Ahora los acreedores de la entidad concursada deberán contactar con el administrador para dar a conocer sus créditos en el plazo de un mes desde que se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Durante este plazo cualquier acreedor o personado en el concurso puede aportar lo que considere relevante para fundar la calificación del concurso como culpable. Los acreedores no personados, además, pueden solicitar en el juzgado los documentos o informes que consten sobre sus respectivos créditos.
Asimismo, no se trata de la única compañía del propietario, Rocco Arena, que está en esta situación. El pasado junio fue el turno de Limpiezas Córdoba Alicante SL, de la que Arena era también administrador único. Pidió la entrada en el procedimiento concursal alegando que se encontraba en estado de insolvencia, con un pasivo del deudor que ascendía a 1.225.664,45 euros. El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Alicante autorizó el procedimiento, en este caso, un 'concurso sin masa', lo que procede cuando se cumplen varios requisitos, como que el deudor carezca de bienes y derechos que sean legalmente embargables, entre otros.
Por último, ante la situación que viven las trabajadoras, unas 600 en toda la provincia y con especial implantación en Elche, finalmente se ha convocado huelga el 12 de enero. Previamente han sido sucesivas las concentraciones mensuales en la sede de la empresa o en el Ayuntamiento. Hace tan solo unos días, también una manifestación, donde ya apuntaban desde CCOO que preveían embargos a la empresa porque la Seguridad Social estaba requiriendo a los clientes de la compañía que pagaran a la Tesorería y no a la empresa por las deudas contraídas. En los casos más vulnerables, algunas de las limpiadoras han pedido ayuda especial al Consistorio al tener que recurrir a Cáritas o Servicios Sociales, denuncian por el tiempo sin cobrar.