El local del antiguo 'Baviera' que albergará al nuevo restaurante 'La Casita de Claudia', en la calle Rafael Altamira de Alicante.ALICANTE. La renovación de rótulos vinculados a la hostelería continúa en el eje de Rafael Altamira: uno de los puntos de mayor proyección turística del Casco Antiguo de Alicante en el que confluyen los dos únicos hoteles de cinco estrellas de la ciudad, además de varios edificios de apartamentos turísticos.
Tras el aterrizaje de Kohlanta en el bajo de los apartamentos de gama alta RS Boutique, y del rescate de un renovado bar Las Chapas en el local vacante tras el cierre de Quesomentero, llega el turno para la próxima apertura de La Casita de Claudia en el establecimiento que albergaba a Baviera, en el número 14 de la misma calle.
Ese nuevo proyecto llega de la mano de Claudia Molina, que inicia otra experiencia en solitario al margen del catering de Soul Events tras varios años de trayectoria en el Grupo Gastronou, con un nuevo restaurante enfocado en la cocina mediterránea muy basado en el producto de lonja.
En su carta no faltarán carnes, pescados y arroces que se podrán degustar en un espacio renovado sobre el antiguo local de Baviera, con capacidad para acoger a 90 comensales. Además, dispondrá de un espacio reservado que procurará mayor intimidad a los clientes.
A priori, el estreno del nuevo establecimiento está programado para finales de este mes de noviembre, en cuanto concluya la reforma del establecimiento y se complete su nueva configuración, tras el traspaso del local intermediado por la consultora Inversale.
La Casita de Claudia completa, así, la oferta gastronómica de Rafael Altamira de la que ya forman parte el restaurante Fondillón, integrado en el Hotel Amérigo; el restaurante Miralta, en el Hotel Pórtico Alicante; el restaurante Altamira, recién renovado, o el bar Más que Tapas, al margen de las cafeterías de Starbucks y Soho Plaza.
Todo, a la espera de que pueda llegar a promoverse el proyecto de reurbanización promovido durante el pasado mandato, con el que se aspiraba a renovar aceras, alumbrado y reponer el mobiliario urbano en un espacio que conecta dos localizaciones especialmente concurridas como la avenida de la Rambla y la Plaza del Ayuntamiento.
