Opinión

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El pueblo salva al pueblo... también votando

Publicado: 13/03/2025 ·06:00
Actualizado: 13/03/2025 · 06:00
  • La exconsellera Pradas y Mazón, junto a otros miembros del Gobierno valenciano
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VALÈNCIA. Con un dirigente como Trump con afirmaciones napoleónicas situándose por encima de “la Ley” y con un altavoz mundial a su disposición, parece que se está agudizando la crisis del modelo democrático occidental. Seguramente a ello contribuyen los bulos o fake news que de manera interesada se expanden por las redes sociales. Con estas prácticas la información se pervierte y se promueven adeptos a posturas antisistema dirigidas por el gran capital.

No ayuda a defender nuestra democracia ni la nefasta gestión de la DANA, ni la falta de reconocimiento de los clamorosos errores que se cometieron, ni la inexistencia de asunción de responsabilidades políticas por el máximo responsable de esa gestión.

No ayuda tampoco que la reacción de ese gobierno negligente sea la invención de un relato que pretende descargar las culpas en otros, solapar mentiras con múltiples versiones que se contradicen y ocultar la información.

Ni ayuda el cerrojazo de las sesiones de control parlamentario para evitar dar cuentas ante la oposición de la información que, gracias a la instrucción judicial, vamos conociendo sobre lo ocurrido el fatídico 29 de octubre.

Y no ayuda a defender las instituciones públicas ni la falta de avisos a la población el día 29 de octubre hasta que fue demasiado tarde, ni el retraso en movilizar a la UME, ni la negativa a aceptar ayuda externa de otras Comunidades Autónomas, ni la falta de movilización de todos los efectivos propios, ni el rechazo de ayuda de incontables ONGs, ni la falta de indicaciones precisas a los numerosos voluntarios.

Todo ello generó que fuera el propio pueblo el que se organizara e impusiera su solidaridad por encima de la negligente gestión del gobierno autonómico. De un gobierno incapaz de dar respuesta a las necesidades más urgentes a una población que requería de auxilio inmediato. Ante la permanente sensación de desazón que esto generaba, ayudar era lo único que te hacía sentir cierta paz.

La reacción cívica fue el contrapunto al gobierno inútil y marrullero, especialmente en los días más complicados en los que faltaba comida caliente y agua potable y sobraba barro.

La democracia también se construye así, con ciudadanía activa, entidades sociales, ONGs, asociaciones vecinales, sociedad organizada que desde el esfuerzo colectivo y la participación da voz al pueblo, actúa y transforma.

El pueblo salva al pueblo, sí, pero también votando. No podemos ni debemos menospreciar la importancia del voto, lo que representa y lo que implica. El pueblo también salva al pueblo decidiendo conjuntamente quien nos ha de gobernar y dirigir los servicios públicos, las emergencias, sanidad, educación, servicios sociales, agricultura, medio ambiente, economía, empleo, transporte, industria, cultura, medios de comunicación públicos, lucha contra el fraude, transparencia en la gestión, derechos humanos … todo demasiado importante como para obviar que votando decidimos a quien ponemos al frente de la gestión de todas estas materias que afectan a nuestro día a día, a nuestro futuro como pueblo.

Quienes pretenden banalizar la fuerza de las urnas, parte fundamental de la democracia, sustrayendo el voto del poder que tiene el pueblo para salvar al pueblo, solo quieren que nos olvidemos de la facultad con la que contamos para elegir a nuestros gobernantes y las consecuencias que para nuestras vidas tiene esta decisión.

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