Un vigilante del servicio de socorrismo en la playa de El Postiguet de Alicante.ALICANTE. La renovación del servicio de salvamento y vigilancia en las playas de Alicante vuelve a quedar trastabillada. El concurso convocado por el Patronato Municipal de Turismo para contratar su prestación durante los próximos tres años queda suspendido de forma temporal tras la interposición de un segundo recurso contra el pliego de condiciones que, en esta ocasión, llega de la mano del sindicato CCOO.
En concreto, en esa impugnación se solicita que se contabilice el desplazamiento de los vigilantes a cargo del servicio en la isla de Tabarca como tiempo de trabajo y que el coste del trayecto de los vigilantes quede cubierto con cargo a la contrata. Al tiempo, se plantea que se aplique una revisión de las tablas salariales para los vigilantes, a partir de una nueva propuesta formulada por el sindicato.
A priori, según fuentes consultadas, los técnicos del Patronato ya estarían trabajando en el estudio de esas solicitudes para responder ante el TCRAC con un informe en el que quedaría abierta la posibilidad de incorporar las peticiones planteadas respecto a la prestación en Tabarca. Después, será el propio TCRAC el que tendrá la última palabra sobre el fondo del recurso. Eso sí, por lo pronto, la resolución del proceso de contratación queda suspendida hasta que el órgano adscrito al Ministerio de Hacienda dirima sobre el fondo del recurso, aunque dicha paralización no afecte a la admisión de ofertas por parte de licitadores interesados en asumir la prestación. Así, el plazo para el registro de propuestas permanece abierto hasta el próximo lunes, día 22.
No obstante, lo cierto es que la impugnación aboca al Patronato a prolongar durante el inicio de la campaña de verano el servicio de urgencia provisional concertado hasta ahora con la UTE compuesta por Ebone Servicios Educación Deporte SL y Embesur: la concesionaria que ha venido asumiendo la prestación desde 2020. Salvo que el TCRAC resuelva en el margen de dos semanas, ese servicio provisional continuará a cargo de dicha UTE pese a que, a principios de año, registró su renuncia al año de contrato del que todavía disponía, con el argumento de que no podía asumir los costes laborales que conllevó la aplicación del último incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
El recurso de CCOO llega después de que el TCARC admitiese las alegaciones formuladas en un primer recurso presentado por una asociación representativa de las empresas del sector y forzase a introducir dos primeras modificaciones en sus bases. La primera consistió en la incorporación de una nueva fórmula de cálculo sobre las propuestas económicas presentadas, a sugerencia de la asociación recurrente (en base al método previsto en una sentencia sobre una licitación similar), en la medida en que ese método procuraría una mayor objetividad en la baremación de las ofertas.
Y la segunda, la retirada de uno de los requisitos por los que se establecía que los aspirantes deban disponer necesariamente de una tipología de certificado de calidad, al considerarse que ese reconocimiento en concreto resultaba demasiado amplio para el objeto del concurso. El Patronato incorporó esas modificaciones y reactivó la licitación el pasado 14 de abril con la intención de acelerar el proceso de contratación, que vuelve a quedar bloqueado ahora. Eso sí, sin afectar a la prestación del servicio que quedó activo el pasado 1 de abril con motivo de la llegada de la Semana Santa.
El concurso parte con un presupuesto de 3,4 millones (3.411.477 euros) para los próximos tres años, con dos posibles prórrogas de un año cada una. El Patronato de Turismo había destacado que con esa nueva licitación se procuraba la cobertura de socorristas en las cinco playas de la ciudad tanto en temporada baja, como en temporada media y en temporada alta, con distintas horas de prestación diaria, en función de cada una de esas tres temporadas. Además, se pretendía reforzar el servicio en la Playa de San Juan con la incorporación de tres nuevos socorristas, sobre todo en sus extremos. Y, por último, se incorporaba una moto acuática de apoyo para incrementar la vigilancia en Tabarca.
