ALICANTE. El Puerto de Alicante emprende las obras para estabilizar su isla flotante: la plataforma proyectada sobre la bocana de la dársena interior con el fin de cerrar un circuito de acceso público que conecte los diques de Levante y Poniente. Se trata, previsiblemente, de la última fase de trabajo previa a la instalación del futuro restaurante con el que se prevé rematar su construcción, con la que se pretende subsanar el hundimiento sobrevenido de algunas de las pilastras que sostienen la estructura.
Esa circunstancia, detectada el pasado diciembre, fue la que motivó la aprobación de un proyecto modificado con el fin de solventar el problema, después de que se abordasen nuevos estudios geotécnicos sobre el lecho marino para determinar las causas de ese hundimiento, como informó este diario.
A priori, esa nueva intervención debe quedar completada en un plazo de tres meses. Y no estará exenta de consecuencias. La Autoridad Portuaria se ha visto forzada a acordar el cierre de uno de los dos canales de navegación configurados tras la instalación de la isla flotante para el acceso y salida de la dársena interior, lo que conllevará que todas las embarcaciones tengan que discurrir por el canal más próximo a los muelles 5 y 7.
Esa medida se mantendrá entre lunes y viernes con motivo de la colocación de la pontona desde la que se ejecutarán los trabajos de estabilización. Durante los sábados y los domingos -en principio, los días en los que existe un mayor uso de las embarcaciones de recreo-, se eliminará esa restricción. Con todo, según pudo constatar este diario, la decisión ya ha generado malestar entre los aficionados a la náutica al alertar de una posible congestión del único canal que permanecerá abierto entre semana.
La construcción de la isla flotante, adjudicada a Vías y Construcciones por un importe inicial de 2,1 millones, se inició de forma efectiva en abril de 2022 y se dio prácticamente por concluida en diciembre de ese año. Se trata de una plataforma completamente diáfana de 34,80 metros de longitud y 20 de anchura, con una forma rectangular salvo en su extremo orientado hacia el exterior de la dársena, que es curvo.
Como informó este diario, quedará conectada con los muelles 5 y 8 mediante un servicio de barco-taxi a modo de transbordador, encargado de transportar a los visitantes hasta la plataforma y a su futuro restaurante, ya adjudicado a una alianza empresarial formada por Restaura Gestión Forty y Alicante Gastronómica.
Los trabajos para la instalación de ese espacio hostelero deben comenzar en cuanto concluyan las labores de estabilización de la plataforma, con la previsión de que pueda estar operativo y abierto al público antes de que finalice 2024.