ELCHE. Hace tan solo unas semanas se daba a conocer que al calor de la llegada del AVE a Murcia, como ocurre con otras redes ferroviarias, los vehículos Avant permitirán conectar ambas capitales reduciendo notoriamente su tiempo de viaje en menos de una hora. Algo de lo que también se beneficia Elche dado que el trayecto parará en el apeadero de Matola. Sin embargo, lo que no se esperaba y que ya se está sufriendo por los usuarios habituales es la pérdida de servicio del Cercanías. La entrada del Avant ha ido en detrimento de frecuencias en lo que respecta a las paradas ilicitanas para la conexión con Murcia.
Este nuevo recorrido tiene lugar por la línea de Alta Velocidad del Corredor Mediterráneo, pero que como han ido advirtiendo distintos usuarios habituales en redes sociales, ha supuesto un recorte de frecuencias en pequeños municipios o ciudades como Orihuela para priorizar la conexión del Avant entre Murcia y Alicante. Callosa es ahora estación terminal de algunas de las frecuencias, por lo que desde el municipio de la Vega Baja en adelante, hasta Murcia, lo que por ejemplo afecta a Orihuela, supone una bajada de frecuencias de Elche hacia la capital murciana. Paradójicamente, o siguiendo modelos que priorizan las capitales, para mejorar la conexión entre ambas, se recortan las de otros municipios.
Mientras que de Elche a Alicante se mantienen las 19 frecuencias que había, aunque con horarios diferentes del grueso de trenes, las conexiones hasta Murcia desde las dos paradas urbanas se han reducido en 7 frecuencias (tres menos en Torrellano porque no para el CIVIS), pasando de 20 a 13. Aplicable también a otras ciudades más cercanas pero en las que hay también importante trasiego de viajeros por estudios o trabajo, como es el caso de Orihuela. Esa pérdida se suple con diez viajes diarios del Avant hasta Murcia desde la parada Elx-AV en Matola, llegando a la estación terminal ahora en solo 33 minutos. Y aquí es donde está uno de los grandes problemas, y es la falta de conexión del núcleo urbano con el apeadero de la pedanía, al que tan solo llega una línea de bus urbano por frecuencia del AVE. A la estación, que está a 7 kilómetros de la ciudad, y que está más cerca de Crevillent, habrá que llegar con vehículo propio, por lo que se pierde la comodidad y facilidad de llegada de las paradas de Elx-Parc y Elx-Carrús.
Este lunes desde Compromís anunciaban que tratarán en Madrid a través de Congreso y Senado la "eliminación del servicio de Cercanías" por el "perjuicio" que supone al perder frecuencias. "Nos parece muy bien que Renfe quiera aportar un servicio extra como son los trenes AVANT entre Murcia y Madrid pero eso no puede suponer la upresión del cercanías a su paso por la ciudad", denuncia la portavoz Esther Díez, que exige a Renfe que rectifique. No se trata de la única reacción a este recorte para las paradas habituales, ya que el PP pedía hace unos días el Partido Popular planteaba un pacto para la defensa de la línea, aseverando su portavoz Pablo Ruz que esto se encamina hacia la desaparición de la misma. Apuntan a que supondrá una línea residual y que según han podido saber desde el Ministerio de Transportes, aunque sin documentación oficial, en el futuro se podrían reducir más frecuencias priorizando la de Matola. También fuera del Consistorio Contigo ha iniciado una recogida de firmas digital por este recorte, mientras que Podemos también ha denunciado la reducción tras la entrada del Avant, exigiendo las inversiones en materia de vehículos y línea.
Un tema que previsiblemente se pueda tratar en este o próximos plenos, y que puede ser un compañero incómodo de cara a las elecciones, al menos en la rama socialista, al ser el Ejecutivo quien a través de Renfe ha hecho estas modificaciones. El pasado 30 de diciembre, preguntado sobre estos cambios tras las primeras quejas, el alcalde Carlos González valoraba positivamente la entrada del Avant "porque mejora el servicio con nuevas frecuencias, más ágiles, pero a través de Matola", destacando que se pueden seguir utilizando las paradas urbanas o la de Matola para ir más rápido. Con la diferencia de que esto recorta las frecuencias desde Centro y Carrús, siendo precisamente quienes utilizan estas quienes no disponen en su mayoría de vehículo particular para ir a la parada del AVE y de ahí con el Avant a Murcia. Y tampoco hay servicio de lanzadera.
