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la capital de la costa del sol capta dos campus privados ofreciendo suelo

Málaga se vuelve a adelantar a Alicante, ahora con la Universidad Europea: facilidades y dinero

28/08/2022 - 

ALICANTE. En los últimos años, se ha instalado entre los analistas de la realidad socioeconómica de Alicante el 'indicador Málaga'; es decir, comparar la situación de la capital alicantina en cualquier variable con la que disfruta la de la Costa del Sol. Un 'espejo' construido a partir de las múltiples similitudes entre ambas ciudades (en clima, nivel de vida, población, oferta turística, incluso diseño urbano) pero sobre todo en el hecho de que Málaga y Alicante, precisamente por sus similitudes, se han convertido en competidoras directas en casi cualquier sector, o dicho de otro modo, van a captar clientes a los mismos caladeros. 

Esta rivalidad es especialmente evidente en la venta de segunda residencia a extranjeros, donde Alicante pese a todo sigue saliendo victoriosa, o en el turismo puro y duro. Pero también, y aquí Alicante va a rueda de Málaga, en el intento de diversificarse hacia la economía digital. Cuando en la Costa Blanca comenzó a hablarse del Distrito Digital o de Alicante Futura, en la Costa del Sol ya contaban con un importante parque tecnológico dedicado específicamente al sector y alumbrado nada menos que en 1985: el Málaga Tech Park o, como se ha conocido siempre, el Parque Tecnológico de Andalucía.

No es el único campo en el que Málaga ha tomado la delantera a Alicante, de forma que la comparativa está cada vez más inclinada hacia el lado andaluz. Mientras en la Comunitat Valenciana se han puesto todos los palos en las ruedas posibles a la llegada de la Universidad Europea a la capital alicantina, en Málaga se le ha puesto la alfombra roja. Quizá la universidad privada se equivocó al apostar por el edificio de Fundesem, pensando que la 'salvación' económica de la escuela de negocios facilitaría su recepción. Pero lo cierto es que frenar la llegada de una universidad que quiere abrir en Alicante se antoja una decisión difícil de conjugar con el discurso de la necesaria captación de talento para fortalecer el tejido económico provincial.

Negociaciones en paralelo en 2021

Especialmente chocante, además, es que esa campaña contra la llegada de la UEM a Fundesem "para hacer la competencia a nuestras universidades públicas" fuese alentada por la Cámara de Comercio, que representa a los empresarios de la provincia y, por tanto, se sobreentiende, apoya la iniciativa privada. Más entendible puede resultar la postura de la Conselleria de Economía, dirigida por Compromís, aunque en cualquier caso el resultado ha sido, una vez más, perder el tren en el momento justo: la negociación con la UEM se remonta al pasado verano, aunque no trascendió hasta este (al llegar el momento decisivo en que el Ivace debía dar luz verde o no), mientras Málaga captaba un campus de la misma universidad en octubre de 2021.

La cuestión es que en Alicante (justo es destacar que el Ayuntamiento que preside Luis Barcala sí estaba a favor e incluso hizo su parte del trabajo para allanar la llegada), además de 'torpedear' la operación, nunca se intentó poner una sola facilidad a la Universidad Europea. En cambio, en el 'espejo' malagueño, el Consistorio les ha cedido el suelo mediante una concesión demanial y apoyará su implantación con subvenciones. Porque no se entiende como una competencia para la universidad pública de la Costa del Sol, sino como una inversión en el talento de la ciudad que tendrá impactos positivos a futuro.

Es más. En el caso alicantino, fue la UEM la que tomó la iniciativa, mostró su interés por abrir, y estableció negociaciones con Fundesem, siempre (insiste la parte privada) con conocimiento de una Conselleria que niega la mayor. En Málaga sucedió al contrario: fue la ciudad la que buscó universidades privadas al considerar que eran una apuesta estratégica, y para ello sacó a concurso la concesión demanial de suelo para dos campus, al que se presentaron nada menos que cinco centros. Finalmente, las ofertas mejor valoradas fueron las de la Europea y la Alfonso X el Sabio (UAX). 

Málaga, un proyecto ambicioso

En realidad, el proyecto malagueño de la Universidad Europea es mucho más ambicioso que el alicantino: si aquí se preveían cuatro grados relacionados con ciencias de la salud (un nicho en el que Alicante es puntero), en la Costa del Sol serán 10 grados, incluidos Biomedicina, Ingeniería Informática, Marketing o ADE; 14 másteres, incluidos dos 'ad hoc' para el Málaga Tech Park, como Comunicación y Emprendimiento Digital y Big Data Analytics; y 3 programas de doctorado, en Ciencias Sociales, Ciencias Biomédicas, de la Salud y el Deporte, y (no podía faltar) Tecnologías Informáticas. Cuatro grados, dos másteres y tres doctorados enfocados a nutrir de ese talento tan demandado a las empresas tecnológicas de la zona. 

En todo caso, como el interés de la Universidad Europea por Alicante no dependía de una intervención del sector público, sino que era anterior, todo apunta a que el centro privado terminará abriendo una sede (que no un campus, como en Málaga) en la ciudad, aunque eso retrase sus planes de ponerse en marcha ya el próximo curso. Ahora el horizonte al que se apunta es 2023/2024, con una sede propia para la cual la UEM lleva peinando el mercado inmobiliario de la ciudad desde principios de verano.

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