ALICANTE. Fin de trayecto para la actividad de la Lonja de Pescado del Puerto de Alicante. De nuevo. La empresa que asumía su explotación en régimen de concesión, Llotja d'Alacant, ha registrado su renuncia al contrato de explotación a tres años de que se produzca su vencimiento, lo que aboca a la Autoridad Portuaria a adoptar una decisión sobre el futuro del edificio, situado en la nueva dársena pesquera, en Poniente.
En principio, se estaría barajando la convocatoria de un concurso con el fin de encontrar un nuevo concesionario interesado en hacerse cargo de la explotación, aunque, llegado el caso, se podría optar por promover otros posibles usos distintos para el inmueble, todavía por definir, toda vez que no es la primera vez que queda desprovisto de la actividad que propició su construcción. Por el momento, queda abierto un plazo de quince días para que cualquier interesado pueda formular alegaciones sobre ese desestimiento y aportar documentación al respecto.
Llotja d'Alacant -una compañía encabezada por los empresarios Felipe Fuster y Francisco Mira como administradores mancomunados- quedó constituida en 2011 con el fin de optar a la concesión del edificio, en colaboración con la Cofradía de Pescadores de Alicante. La empresa asumió la concesión de las instalaciones en diciembre de 2015 por un periodo de diez años. A partir de entonces, la empresa reacondicionó el edificio, que permanecía cerrado y en estado de abandono desde hacía cerca de una década, tras la quiebra de la antigua Cofradía de Pescadores, que no pudo hacer frente al pago del crédito con el que se financió su construcción, con un coste de más de 3,5 millones.
La compañía reacondicionó el edificio y lo puso en funcionamiento tras una década de abandono a partir de 2016, tras la quiebra de la anterior Cofradía de Pescadores
Más tarde, tras casi un año de trámites, la compañía logró reactivar su funcionamiento, con la preceptiva autorización de la Conselleria de Agricultura y Pesca, de modo que volvió a operar como punto de venta de pescado fresco para pescaderías y restaurantes, pero no para particulares, con la recuperación del mecanismo de las subastas. Así, entre otros servicios, Llotja d'Alacant ofertaba la disponibilidad de cámaras frigoríficas, el suministro de hielo y cajas, de local para la inspección sanitaria, de almacén para los útiles de faena de los barcos, suministro de luz y agua y servicio de carga y descarga, según refleja su propia página web corporativa.
Sin embargo, ahora no llegará a agotar el plazo de concesión del que disponía tras desistir de ese contrato de concesión, sin que por el momento hayan trascendido las causas concretas que habrían motivado esa decisión. Alicante Plaza trató sin éxito de recabar la versión de representantes de la compañía, aunque todo parece indicar que la renuncia se habría precipitado al no alcanzarse el volumen de actividad pretendido.