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ya tiene el nuevo sistema de climatización

La reapertura del Museo de Bellas Artes podría retrasarse hasta otoño

19/02/2019 - 

ALICANTE. El Museo de Bellas Artes Gravina de Alicante (MUBAG) ya cuenta en sus instalaciones con la maquinaria del nuevo sistema de climatización. El principal objetivo que se proponía al ejecutar esta reforma, junto a la mejora de la accesibilidad al edificio, desde que el emplazamiento cerrara sus puertas el pasado mes de julio de 2018. Pero no solo se trataba de crear las condiciones adecuadas para los visitantes, sino que también se debía crear un entorno idóneo de temperatura y humedad para la conservación de las piezas que alberga el museo. "Los cuadros necesitan unos niveles de humedad de entre el 50 y el 55% con una temperatura de 22 grados centígrados, además siendo estables esas cifras durante las 24 horas del día", explica Joserre Pérezgil, directora de la entidad. Unas cifras que no se cumplían anteriormente y que ahora permitirán alargar la buena vida de las obras de arte que permanecen en su colección permanente.

"Esta es la gran reforma de nuestras instalaciones en este proyecto, porque la climatización debe estar en perfecto funcionamiento en pinacotecas o museos de bellas artes para la buena conservación de las piezas", explica Pérezgil. "Quizá otro tipo de museos podrían permitirse no tener esas condiciones de temperatura y humedad, al conservar sus piezas en vitrinas, pero para nosotros era algo muy necesario", detalla la directora. Un objetivo que ya se está materializando al haber realizado todo el proceso de retirada de salidas y conductos de la instalación anterior y al haber descargado en el museo la maquinaria que requiere el nuevo sistema. "Hemos tenido que cerrar la calle Jorge Juan a las cuatro de la mañana para meter con una grúa las máquinas, que son enormes", explica. Unos dispositivos que han sido instalados en el tejado del edificio y que necesitan ahora otros equipos en su interior a modo de "gran puzle", como cuenta Pérezgil. 

Cada espacio funcionará de forma independiente. La distribución seguirá siendo más o menos la misma, aunque este nuevo sistema permitirá que otros lugares se destinen a exposición, tanto de la colección permanente como de otras exposiciones temporales. En concreto, la zona de la entreplanta, entre la primera planta y la segunda, se podrá utilizar para la exhibición de pintura en lienzo, cuando antes solo se podían ubicar piezas en papel o protegidas con vitrina. Por otro lado, en la planta baja se seguirá ubicando la sala Emilio Varela, que antes tenía una climatización muy puntual y que ahora será completa, pero que además se va a cerrar con puertas de cristal para garantizar la buena conservación de los cuadros. El resto de espacios de la planta baja seguirán teniendo un uso multidisciplinar para organizar charlas y conciertos, con una temperatura destinada al público y no a las piezas.

Durante estos siete meses en los que el museo ha permanecido cerrado, el personal ha estado realizando labores de conservación de las piezas, que han pasado por el laboratorio de restauración para pequeñas intervenciones puntuales. Un tiempo que ha permitido además la adecuada catalogación y puesta a punto del almacén. Pero también se han estado preparando los nuevos espacios expositivos en los que se albergarán las muestras con las que se iniciará la actividad una vez se lleve a cabo la reapertura. "Seguimos trabajando con el Consorci de Museus de la Generalitat Valenciana, con quien debíamos haber organizado ahora la exposición sobre Vicente Rodes, en mayo, pero no nos da tiempo a hacerlo", asegura. Esa muestra se ha presentado en Castellón, después se trasladó a Planes y posteriormente debía llegar a Alicante, aunque posiblemente se llevará a València, ya que la disponibilidad del MUBAG todavía no puede concretarse.

Por otro lado, los préstamos y cesiones requieren el cumplimiento de una serie de condiciones que tienen que demostrarse con un laborioso estudio, el cual se deberá hacer una vez finalice la reforma, así que esto también retrasa los planes. "Los museos con los que colaboramos y que nos prestan obras, como el Museo del Prado, nos piden unas características muy específicas que tenemos que demostrar con unas gráficas de estabilidad de temperatura y humedad que requieren como mínimo veinte días para elaborarse", explica la directora. Un proceso que se deberá realizar una vez esté todo correctamente instalado. Con esa incertidumbre sobre la mesa, todavía no se ha podido concretar qué exposición será la primera en ver la luz en el MUBAG en su nueva etapa. 

Sin fecha de apertura

Después del atraso en el inicio de las obras que supuso la propia licitación de las mismas, ahora el MUBAG, dependiente de la Diputación de Alicante, podría estar listo justamente en plenas elecciones municipales y autonómicas, lo que retrasaría su apertura oficial hasta después de esa fecha. Sin embargo, la constitución de la corporación provincial se demoraría un mes más, llevando la inauguración hasta la temporada estival, una época no muy favorecedora para la actividad del museo. "Julio no es un buen mes para abrir un museo, sino que lo normal es que sea más entrado el otoño", cuenta Pérezgil, sin descartar la posibilidad de retrasarlo un poco más de lo previsto.

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