ALICANTE. El presidente de INECA, Nacho Amirola, ha explicado que “a pesar del fuerte impacto que la subida de precios está teniendo en nuestras economías, hemos constatado en este primer trimestre una mejoría de los indicadores que más afectan directamente a ciudadanos y empresas como son la afiliación a la seguridad social, el desempleo y la creación de nuevas sociedades”. No obstante, Amirola ha insistido en la necesidad de que aumenten las inversiones de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año que equilibren la balanza económica y mejore la competitividad de empresas y familias.
Para Nacho Amirola, “la afiliación ha superado las 659.000 personas, una cifra récord de toda la serie histórica apoyada por la reactivación del turismo y eso significa que los empresarios y los trabajadores estamos trabajando para recuperar la economía, algo que no se visibiliza desde el Gobierno central al dejarnos a la cola de manera permanente en los últimos veinte años en inversiones”.
Por su parte, el coordinador del Comité de Estudios, Quino Palací, ha incidido que es importante destacar la afiliación a la Seguridad Social: más de 522.000 en el régimen general y más de 137.000 trabajadores autónomos superando con creces los datos de 2019 que es el año en el que nos comparamos para evitar incrementos ‘falseados’ derivados de la caída de actividad por la pandemia sanitaria.
Al respecto, el director de Estudios, Francisco Llopis, ha agregado que este cambio está ayudando a mejorar el tamaño medio provincial de las empresas. En concreto, el tamaño medio en Alicante pasa de 7,93 en marzo del 2019 a 8,37 en marzo del 2022, con un incremento del 5,6%, mejorando la variación del dato nacional que es del 5,5%. Esta ligera mejora provoca que el tamaño medio de la empresa alicantina pase de representar el 75,56% del total nacional en el año 2019, al actual 75,62%. Aunque como ha indicado Palací, estamos lejos de los 11 de media nacional.
Por ello, INECA ha realizado una proyección económica para conocer las posibilidades de mejora de la economía introduciendo algunos cambios. El análisis de Llopis ha reflejado que si las empresas de la provincia de Alicante aumentaran su tamaño medio en un solo trabajador, el producto interior bruto per cápita provincial aumentaría un 8%. Esto significaría que se pasaría de 20.116 euros de media anuales a 21.175 euros, 1.609 euros más al año del que dispondrían los ciudadanos.
Además, este incremento permitiría a la provincia pasar de ocupar la posición 44 en el ranking nacional de PIB per cápita a la 31. Lo que repercutiría directamente en el impulso económico que la provincia necesita apoyado, sin duda, por una necesaria mejora de la financiación estatal.
Así, Amirola ha indicado que “la actividad económica ha mejorado sensiblemente si utilizamos el 2019 como punto de partida y es un hecho indudable pero parece no ser suficiente para los próximos trimestres que nos esperan y el año 2022 no finalizará con las mismas expectativas de crecimiento que teníamos al iniciar el año. No pretendo ser negativo sino realista para estar preparados e intentar minimizar sus efectos. Desde finales de marzo se ha producido un cambio de tendencia originado por la inflación y las dificultades de suministros que aunque en este análisis no aparece reflejado sí que se están mostrando ya en el segundo y el tercer trimestre del año”.
La inflación es la característica fundamental de la escasez de materias primas derivada de la guerra que en algunos territorios como el de Alicante no solo es algo superior sino que además tiene mayor incidencia. El presidente de INECA ha considerado que “la provincia parte de una situación de desventaja como ya hemos dicho en diferentes ocasiones, y no nos cansaremos de repetir hasta que se desarrollen políticas inversoras que cambien esta tendencia y la provincia de Alicante vuelva a situarse en el mapa nacional”.
Para el presidente de INECA, “el peligro de recesión es real aunque debemos tener en cuenta que en la provincia de Alicante nos afectan de una manera singular las crisis por la situación de infrafinanciación que arrastramos desde hace más de veinte años. Esto se refleja en nuestro nivel de renta per cápita con una importante caída en las últimas décadas, que no sitúa a la cola en riqueza.”Esperamos que en los próximos presupuestos Alicante se vea beneficiada, y ello, sumado a la confianza empresarial, los fondos next generation, las elevadas inversiones que están realizando las compañías en tecnología, la buena salud de sectores como el turístico y el inmobiliario y el hecho de tener una banca fuerte nos ayude a que el impacto de este nuevo escenario de inflación y tipos de interés altos sea menor”.
Palací ha insistido en el desempleo y la importancia de conocer más a fondo los detalles que esconden los dato macro. Así se comprueba que hay cerca de 86.000 personas demandantes de empleo que superan los 44 años frente a los más de 54.000 de entre 25 y 44 años. Así afinar en los análisis puede permitir a las administraciones estudiar la posibilidad de bonificaciones en las contrataciones de un determinado colectivo o mejorar sus ciclos formativos.
El otro motor económico de la provincia como es la construcción ha anotado un descenso del 43,75% en los visados de obra nueva respecto a 2019, mientras la media española crecía un 1%. En cambio, es importante resaltar el crecimiento de la compraventa de vivienda en la provincia en un 34% frente al 1% de España para poder hacernos el mapa mental económico de la provincia de Alicante, según ha puntualizado Palací, quien ha agregado que el turismo sigue siendo nuestro otro motor económico, junto al sector agroalimentario, pero esta pandemia lo ha situado en una posición de desgaste que le ha obligado a transformarse de manera vertiginosa. Al respecto, Llopis ha insistido en la importancia de potenciar el sector industrial, clave siempre en nuestra economía.