ELCHE. El equipo de gobierno no cambiará el nombre de las 123 calles de Carrús que figuran como vestigios del franquismo en el catálogo autonómico, y renuncia a la retirada de la cruz de Germanías en el mes que establecía la resolución de este miércoles. Así lo ha adelantado en una comparecencia ante los medios este jueves el alcalde Carlos González, quien asevera que pedirá a la Conselleria de Calidad Democrática que descatalogue el callejero de Carrús, al entender que supondría "un trastorno social, económico y postal", ante calles que "no han tenido relevancia franquista ni sugieren ninguna exaltación de la dictadura". También trasladará a la titular del área, Rosa Pérez, que el bipartito ya tiene un procedimiento para la retirada de la cruz, acompañado de la reforma del Paseo de Germanías, y que la voluntad es relanzar la licitación tras la declaración del concurso desierto hace más de un mes.
De esta forma, González rechaza el plazo de un mes que había resuelto la conselleria para que una veintena de municipios de la provincia retirasen esos vestigios catalogados como del franquismo, o de lo contrario iniciaría un expediente en el plazo de un mes para incoar un expediente y actuar de forma subsidiaria. El regidor socialista entiende que ese "trastorno" en Carrús no sería pequeño, al ser el barrio más grande de la ciudad y el más poblado, con 80.000 habitantes, 26.000 viviendas y unos 8.000 establecimientos. Destaca que sus antecesores en el cargo ya quitaron durante el tiempo los vestigios que sí hacían exaltación del régimen franquista, y añade que "nosotros quitamos el nombre de ese último vestigio, la calle José María Pemán (ahora Andreu Castillejos)". Entiende que es una propuesta razonable y que la conselleria accederá a quitar del catálogo esas 123 calles. En cuanto a las placas en las viviendas públicas levantadas en la dictadura, con el yugo y las flechas, también presentes en el catálogo, su retirada es competencia de los vecinos y comunidad de propietarios.
Sobre la parte más polémica, la Cruz de Germanías, el primer edil añade que están trabajando para volver a licitar el proyecto, por lo que no participarán de ese 'ultimátum'. "Con ella ya tenemos un proceso establecido, algo que trasladaremos, al tiempo que manifestamos nuestro respeto por la legislación y por las familias que sufrieron la represión franquista". Aunque el bipartito ya indicó en septiembre que revisaría de nuevo el pliego para volver a licitarlo, hablando incluso de "la próxima semana", la realidad es que no solo no hay novedades conocidas, sino que el alcalde habla de que puede pasar hasta medio año para que esté adjudicado, yendo a más, incluso que "las obras puedan empezar en el tercer o cuarto cuatrimestre de 2023".
Aunque el regidor asevera que trabajan en ello "sin prisa pero sin pausa", lo que se desliza a nivel político entre líneas es que visto que es un tema polémico que incluso ha provocado concentraciones contra la actuación, evitarán que la cruz se retire antes de las elecciones, ante posibles represalias en las urnas. Eso sí, sobre esta cuestión, González asevera taxativo respecto a declaraciones de PP y Vox, que "ni hemos dado marcha atrás ni se ha evitado por intervención divina". El alcalde sigue defendiendo el proyecto de regeneración de la plaza, "con 40 años sin actuaciones y con mucho uso", así como "el valor cultural y turístico que tendrá el refugio musealizado". Sobre si la cruz se retiraría al Cementerio, como a priori propone la resolución, entiende que "lo importante es eliminarla". En el proyecto se contempla su paletización y almacenamiento hasta decidir si se vuelve a ubicar en algún lugar.
Por último, la última duda es qué ocurrirá con la financiación del proyecto, ya que los más de 800.000 euros que se destinan a toda la actuación estaban financiados en parte con los fondos europeos Edusi, que exigen que las obras llevadas a cabo con ellos estén finalizadas el 31 de diciembre de 2023. Por lo pronto, Hacienda ha trasladado esta partida a financiación, al menos parcial, con el remanente de 2022, que suele conocerse en marzo o abril del próximo ejercicio.