ALICANTE. La compañía alicantina GDV Mobility, especializada en la reparación de baterías para vehículos eléctricos, afianza su crecimiento solo tres años después de su creación y da el salto desde las naves del vivero municipal de empresas Príncipe Felipe, en Aguamarga, con la puesta en funcionamiento de una nueva factoría de 3.000 metros cuadrados de superficie situada en el polígono del Llano del Espartal.
Esas nuevas instalaciones se pondrán a pleno rendimiento antes de que concluya este año, tras el desarrollo de un programa de renovación de la nave preexistente que se ejecutará en varias fases, según precisó el CEO de la empresa, Germán Agulló, a consulta de Alicante Plaza. Se trata de una expansión que GDV venía planificando desde hace más de un año para dar salida a sus necesidades operativas, después de registrar un crecimiento exponencial de clientes procedentes de todo el mundo.
De hecho, la compañía aspira a convertir las nuevas instalaciones en "la mayor planta de gestión de residuos de España", dedicada a la reparación de baterías "y una de las mayores de Europa", según Agulló, en la medida en que tendrá capacidad para recomponer y reutilizar 4.000 toneladas de materiales al año. Por lo pronto, solo en 2023, la compañía había restaurado más de 200.000 baterías con el compromiso de entrega en un plazo de 72 horas.
"Teníamos la voluntad de permanecer en Alicante y, finalmente, hemos encontrado el espacio adecuado", insistió. La nueva factoría, además, prevé reforzar las líneas de I+D con un laboratorio especializado en el tratamiento de las baterías de ion litio que profundice en la mejora de su recuperación, bien para que pueda seguir desempeñando su función como material esencial en la misma batería dañada en la que se encontraba, o bien para que pueda dársele un uso distinto.
Con la puesta en marcha de la nueva fábrica, GDV abandonará definitivamente las naves municipales del vivero de Aguamarga, en las que contaba con cerca de 1.000 metros cuadrados: un espacio insuficiente para atender sus necesidades "tras un trabajo previo en el que ya contamos con un sistema de producción escalado" para renovación de todo tipo de baterías utilizadas en vehículos eléctricos, apuntó Agulló.
Se trata de un sistema que permite recuperar el 80% de vida y el 95% de capacidad en una batería, con la aplicación de un tratamiento químico patentado, lo que permite darle continuidad a su ciclo y a sus materiales, permitiendo reparar ilimitadas veces con la consiguiente reducción de costes económicos respecto a los que conlleva una adquisición y evitando la generación de residuos.
La disponibilidad de ese nuevo centro también conllevará una ampliación en el número de trabajadores, hasta el punto de que se prevé que llegue a quintuplicar su plantilla actual, que ya supera los 40 empleados, según se concreta en su página web corporativa.