En el mejor de los casos, el Elche ingresará el próximo curso lo mismo por derechos de televisión

ALICANTE. En el mejor de los casos, el Elche ingresará por la cesión de sus derechos audiovisuales en la temporada 2021/22 una suma similar a la que ha percibido en la presente, pese a que ya no será un recién ascendido: el pasado sábado 22, en plena celebración de la permanencia, los cálculos que se hacían en la planta noble del Martínez Valero apuntaban a un ingreso por el citado concepto de 45 millones de euros brutos (hay que detraer impuestos y el 9% que le corresponde al club entregar a la Real Federación Española de Fútbol de acuerdo con los ya famosos pactos de Viana), una cantidad no muy superior a los 43,5 brutos (38,7 netos) de la campaña 2020/21, pero que puede ser finalmente inferior si vuelven a aplicarse por los operadores las penalizaciones ligadas a la caída de suscripciones por parte del conocido como canal Horeca (hoteles, bares y restaurantes).

Es verdad que, gracias a la vacunación masiva contra el Covid-19, cabe la posibilidad de que las citadas suscripciones repunten en los próximos meses de manera paralela al regreso a la normalidad tras la pandemia, pero eso está todavía por ver. 

También se espera que esto último permita la obtención mayores ingresos por 'marketing' y especialmente 'ticketing' la próxima campaña (el Elche llegó a presupuestar en septiembre pasado unos ingresos por venta de entradas y abonos de algo más de 2,4 millones en la 2020/21, pero esa previsión se dio de baja del presupuesto casi en su totalidad tres meses después ante la imposibilidad de jugar con público en las gradas, aunque fuera con aforos reducidos), de manera que esas partidas ganen peso y los ingresos de televisión dejen de suponer el 85% de los ingresos totales como ha ocurrido en la presente temporada en la que, por cierto, lo obtenido por el momento por la enajenación de derechos económicos sobre futbolistas (el caso de Emi Rigoni, por el que se asegura en Brasil que el Sao Paulo ha abonado al Elche una suma que ronda los 3 millones de euros) habría compensado parcialmente (no solo está por confirmarse esa suma, también la forma de pago) lo desembolsado en adquisiciones (la última operación ascendió a 2 millones de euros, la suma pagada al Torino en virtud de la opción de compra que se ostentaba sobre Lucas Boyé). 

Las estimaciones que manejan en Elche apuntan a un incremento global del presupuesto de entre 8 y 10 millones de euros con respecto al de la temporada pasada: tras dar de baja en enero la citada partida de ingresos por 'ticketing', el presupuesto se redujo hasta los 46 millones (después del ascenso se calculaba que rondaría los 45 millones, pero luego ascendió a casi 50 y finalmente se redujo a la mencionada suma) y ahora se calcula que puede moverse en una horquilla de 54-56. 

Habrá que esperar todavía un poco para tener cifras más concretas y, especialmente, el borrador que se remite al órgano de validación de presupuestos de la Liga de Fútbol Profesional, pero ya se puede anticipar que ese esperado incremento de varias partidas de ingresos y la desaparición de otras de gastos como consecuencia de la cancelación en la 2020/21 de la deuda concursal y la que se mantenía con acreedores privilegiados como la Agencia Tributaria (en ambos casos de acuerdo a lo estipulado en los diferentes convenios, al haber ascendido a Primera División) conllevará un aumento del coste de plantilla deportiva inscribible y no inscribible autorizado: con base a los citados valores de ingresos y gastos y el flujo de caja (tesorería), debería rondar los 38 millones de euros.