ALICANTE. La empresa ilicitana de servicios Ilitia Mediterránea se ha puesto de moda en el sector de las cantinas de instalaciones educativas y deportivas. Desde finales del año pasado, y durante el primer trimestre del actual, esta empresa creada en 2010 con la gestión de instalaciones deportivas como objeto social se ha adjudicado una veintena de cantinas de universidades, institutos, piscinas municipales, hogares de pensionistas y hasta centros militares.
Una progresión sorprendente si se tiene en cuenta el poco tiempo con el que se ha producido esta cascada de adjudicaciones, que Ilitia Mediterránea apenas tenía actividad hasta ahora pese a contar 13 años de existencia, y sobre todo, un detalle que no han podido pasar por alto los técnicos que examinan las ofertas de la firma ilicitana y la proponen como la mejor calificada: Ilitia Mediterránea está en causa legal de disolución desde hace años.
Según las últimas cuentas anuales aprobadas y depositadas en el Registro Mercantil, correspondientes a 2021, la sociedad contaba con un patrimonio neto negativo de 40.000 euros (es decir, todo su pasivo supera en dicha cantidad a todo su activo). El balance muestra también unas pérdidas acumuladas de 100.000 euros en ejercicios anteriores, un fondo de maniobra negativo y 70.000 euros de deuda a corto plazo.
Todo comenzó a cambiar para Ilitia Mediterránea en 2022. Primero realizó una ampliación de capital de 166.000 euros en abril, que cabe suponer que permitió reequilibrar el balance (aún no ha aprobado las cuentas de 2022), y que introdujo en su capital a un nuevo socio, puesto que la firma comunicó al Registro la pérdida del carácter de unipersonalidad ese mes. Y en la recta final del año, se llevó una cascada de adjudicaciones, incluida la gestión de la cantina de diez institutos públicos de la provincia de una tacada.
Pero Ilitia Mediterránea, que además se ha adjudicado la piscina municipal de Calp tras dos años cerrada, o el hogar del pensionista de La Vila, también ha ganado concursos en dos universidades públicas de Madrid, la Universidad de Alcalá y la Universidad Rey Juan Carlos, en ambos casos para asesorar a los centros en la programación de actividades deportivas, o con el Ejército del Aire, que le ha encargado la gestión de las actividades lúdicas y culturales en el centro recreativo de la base aérea de Los Llanos, en Albacete.
La escalada de Ilitia Mediterránea en pocos meses ha sido tal que, sea por acumulación de adjudicaciones o por la debilidad de su balance hasta el pasado ejercicio (la empresa facturó 140.000 euros en 2021, cero en 2020, y contaba con ocho empleados temporales por toda plantilla), ha sufrido importantes tensiones de tesorería: varios empleados de sus distintas concesiones han acumulado meses de retraso en los pagos de las nóminas, según confirma a este diario uno de ellos, que pide permanecer en el anonimato.
Alicante Plaza ha intentado en reiteradas ocasiones en los últimos días ponerse en contacto con la empresa para conocer su versión, pero nadie ha respondido al teléfono fijo que figura a nombre de Ilitia Mediterránea. Tampoco a través de un asesor externo de la firma ha querido la empresa realizar declaraciones.