ELCHE. Con el 23 aniversario de la declaración de Patrimonio de la Humanidad aún fresco, el Ayuntamiento empieza a hacer su particular 'reset' con las cuestiones que conciernen al palmeral. De un lado ya está manos a la obra con los órganos pendientes de constituir, como la comisión técnica que evalúa las licencias de obra que pueden afectar al bien para que la Junta Gestora decida; por otro, los planes pendientes de redactar. Con el Plan Especial de Protección del Palmeral caducado, se espera poder desarrollar y finalizar el mismo durante 2024, y eso sí, redactar cuanto antes el Plan de Gestión, en el que ya se está trabajando.
Se trata de actuar paralelamente en estas dos vías, empezando ahora a desarrollar el despliegue y cumplimiento de la ley, del que ya se han incumplido todos los plazos —y se seguirá haciendo, porque el Plan Especial tenía de límite este 31 de diciembre—.
A este respecto, sobre el Plan Especial, su principal eje es el de la protección del bien, y de él se espera que sea esta la que condicione el urbanismo y no al revés. Asimismo, a nivel urbanísticos está bastante avanzado. De hecho ya se presentó un borrador en pasadas legislaturas, pero ahora con el permiso ambiental caducado hay que volver a solicitarlo y reiniciar ese expediente, aunque se aprovechará desde el Ayuntamiento para aprovechar lo que ya había e incluir algunas modificaciones. Según fuentes municipales, esperan que a lo largo de este año "se le dé un impulso importante". El mismo ha de ir en sintonía con el de Gestión, ya que ambos se complementan. Este último será el que se prevé que introduzca algunos matices en el Plan Especial.
Desde el departamento de patrimonio se está en proceso de elaboración un índice que tener más o menos culminado en el primer trimestre de 2024 para dibujar las líneas que tiene que atravesar. Ahora ayuda que se han hecho cursos entre el funcionariado para este tipo de planes o programas. Sería una base sobre el que ir sentando las bases, para después identificar agentes implicados y empezar un proceso de participación pública con colectivos y entidades para aportar al documento. Unas intenciones que ahora que ya hay nombrada una gerencia del palmeral (que recae en el técnico Gregorio Alemañ, jefe de sección de Patrimonio Cultural), así como sus órganos gestores, permiten avanzar.
Ahora bien, ¿qué aporta el Plan de Gestión? Es el que tiene que identificar el bien, sus medidas de protección y salvaguarda, un plan de difusión y divulgación a través de herramientas educativas y todo lo relativo a la proyección del Patrimonio de la Humanidad. Además, incluye los ejes de mantenimiento y conservación, importante de cara a la protección. Por tanto, este plan es mucho más que el mero día a día y cuándo y cómo podar.
La idea con este, es que se establezcan una serie de hitos u objetivos para hacer seguimientos periódicos y definir una carta de riesgos (por ejemplo calidad del agua, qué pasa si hay escasez, tratamiento de plagas...), con ciclos de varios años para ver si ese seguimiento autoimpuesto se va cumpliendo. También, asimismo, debería incluir uno de esos temas espinosos, el de la financiación. A día de hoy el Consistorio gasta anualmente más de un millón de euros, y la Generalitat por ahora se mantiene en los 200.000 euros, a pesar de que por ley ha de aportar el 50%.
Ambos planes, el de gestión y el de protección, son parte del Plan Director, que está conformado por estos y por otros recomendados por la legislación y aún sin elaborar como el de conservación, investigación y de palmeras datileras.