ELCHE. Este miércoles el Ayuntamiento junto a Cedelco han reconocido en un acto en la calle Trinquet a cuatro de los fundadores de algunas de las principales enseñas de calzado, Pepe y Diego Quiles por Kelme; Rafael Bernabéu por J'hayber y Juan Perán, por Pikolinos. El Círculo Empresarial lleva trabajando alrededor de un año para esta iniciativa, de carácter anual, y que ahora se ha materializado en tres placas con sus nombres en Carrer Trinquet.
El presidente de Cedelco, Salvador Pérez, destacaba este reconocimiento "por su comportamiento ejemplar", así como su "capacidad de difundir la imagen de Elche, promocionar el empleo y posibilitar la recuperación económica en los peores momentos", apuntaba, avanzando que desde ahora se instalará una placa cada año. Estas tres pertenecen a los reconocimientos de 2019, 2020 y 2023.
Ante socios de la asociación y representantes de varias entidades, ha sido Pepe Quiles por parte de Kelme quien ha tomado la palabra, agradeciendo en su nombre y el de su hermano, "y de todos los empresarios", el reconocimiento de Cedelco, de quien ha destacado su labor. Por parte de la histórica J'hayber, Rafael Bernabéu, móvil en mano, se ha preparado un discurso más profuso, en el que también ha felicitado al resto de galardonados, "grandes amigos". En su discurso ha destacado que siempre ha buscado apoyar en el desarrollo de la ciudad y el bienestar general. "He sido un empresario aglutinador, al servicio de bien común, mis pilares han sido la salud, la familia y el servicio a los demás", decía, añadiendo que siempre ha trabajado desde su perfil "humanista y católico".
Ha hecho un breve repaso de su trayectoria, diez años como empleado y sesenta como "empleador", con "ilusión en hacer propuestas para mejorar en el trabajo y el desarrollo de la ciudad, colaborando en todos los ámbitos". Bernabéu apunta a que se viven tiempos de grandes retos y oportunidades, marcando como premisa de cara al empresario que "haz lo que debas hacer pero hazlo, sin miedo a equivocarte". También ha hecho mención a su plantilla de trabajadores, y el resto del "equipo humano que me ha acompañado estos sesenta años". Recuerda que se premia el pasado pero "lo que importa es el presente para proyectar el futuro". Por último, ha hecho mención especial a su hermano Mariano, "compañero infatigable" y a su hijo colaborando al frente del grupo de empresas, y a su mujer Paquita, fallecida recientemente, con quien ha compartido vida durante 75 años.
El último en subir al atril ha sido Juan Perán, de Pikolinos, quien ha mencionado también que llegó a Elche con 13 años desde Torrealvilla, y que la suya es una vida de "circunstancias, muy bonita, pero todo circunstancias", y bromeaba que "lo pequeño que soy, todavía me quedé un poco más pequeño cuando vi la ciudad, la vida que había". Recuerda que se aclimató rápidamente y con una "felicidad terrible, hice más hora que un reloj, como todos en nuestro tiempo". Recuerda que ha luchado mucho, que su mujer ha sido un pilar fundamental en su trayectoria, de la que trabajó como asalariado hasta los 25 años, cuando empezó por su cuenta.
"Con la tierra que había en este pueblo era fácil hacerse camino", observa, recordando que a día de hoy Pikolinos cuenta con una plantilla de más de 600 trabajadores. "Y han sido mis amigos, yo me siento trabajador, y me ha ido bien, por eso estoy tan agradecido a la ciudad de Elche, que me lo ha dado todo. Le debo mucho, la vida que tengo", zanjaba.
Para cerrar el pequeño acto, el alcalde Pablo Ruz ha preparado varias citas para dedicar a cada uno de ellos. "Elche se ha hecho a sí misma gracias a gente como vosotros", manifestaba, destacando que esta es una "iniciativa imprescindible para el presente y futuro de este pueblo". El regidor ha puesto en valor el trabajo y la pasión de "cuatro hombres buenos, que siempre han buscado el bien común desde el servicio". Ha asegurado que con estas placas en la vía pública "su nombre permanecerá para siempre como tributo a su trabajo", "nosotros pasaremos pero estas huellas quedarán". Por último, y por sorpresa, se ha contratado a un trompetista, que ha tocado el Aromas Ilicitanos, coreado por los homenajeados, pero también los presentes y los curiosos que por allí pasaban.