TORREVIEJA. “¡Lo que nos ha costado!”, exclamaba una responsable de la conselleria de Sanidad a Ana Barceló mientras se fundían en un fuerte abrazo a las puertas del vestíbulo principal del Hospital Universitario de Torrevieja. La consellera de Sanidad llegaba este sábado a las 9:30 horas al centro hospitalario ya como dependiente de forma directa de la Generalitat. A las puertas del vestíbulo le recibía el nuevo equipo directivo y figuras responsables competentes de la reversión. En el entorno ya no quedaba ningún rastro de la marca Ribera, concesionaria durante los últimos 15 años hasta las doce de la noche del viernes. Para la consellera, el hecho de que el Departamento haya pasado a gestión pública “es un éxito de toda la sociedad valenciana”.
Ni rastro de distintivo, marca o icono alguno de la empresa en los principales espacios del centro. A primera hora de la mañana, y tras toda la noche trabajando, un equipo de operarios había retirado toda la cartelería, luminosos e indicativos con la marca de la empresa y colocaba las pegatinas, cartelerías y vinilos con los logotipos de la Generalitat Valenciana. Las pancartas con el mensaje “No a la reversión” que se colocaron en distintos puntos del recinto –interior y exterior- hospitalario también se han retirado. Solo queda la enorme valla publicitaria en la rotonda de acceso al hospital.
Tras saludar a los jefe de servicio, Ana Barceló, ha mantenido una reunión de algo más de una hora con el nuevo equipo directivo. En las primeras doce horas en las que el hospital –y todo el Departamento- está en manos de la Conselleria no se ha registrado ninguna incidencia y toda la actividad asistencial se ha desarrollado con normalidad, según ha afirmado la nueva gerente, Pilar Santos. En esas primeras horas iniciales se han producido dos partos y 58 atenciones.
La mañana ha sido tranquila en cuanto a asistencia de pacientes. El grueso de movimiento de personas en las instalaciones ha sido por las recientes contrataciones. Hasta 100 personas se han incorporado entre este fin de semana y los próximos días para de manera urgente atender la carencia de personal tras finalizar muchos contratos eventuales a día 15 de octubre más los casi 200 que Ribera finalizó el 30 de septiembre.
En el área de consultas externas, sin pacientes al ser sábado, el nuevo personal que había sido convocado entregaba la documentación, algunos de ellos recibían las indicaciones de supervisores o fijaban las plantillas, horarios y puestos. Muchos han empezado este mismo sábado. Este personal de refuerzo se añade a los 1.079 profesionales que se han subrogado, procedentes de la empresa concesionaria, a los que hay que sumar otros 71 trabajadores estatutarios, que ya dependían de la Conselleria de Sanidad. Con el último decreto, la Generalitat ha creado un total de 1.889 plazas para todo el Departamento que a lo largo de los próximos días y semanas, y atendiendo a las necesidades se irá cubriendo.
Barceló reiteraba que se traba de un día muy importante. “Nuestro objetivo es mejorar la calidad de la prestación asistencial que atiende a todos los ciudadanos” señalaba. No obstante ha remarcado que “nos hubiera gustado haber tenido la información mucho antes para haber podido planificar de una forma más ordenada”.
Entre las opiniones de usuarios del Hospital recabadas este sábado había de todo tipo. A algunos les parecía indiferente el cambio de gestión, otros que de momento no tenían queja, otra familia prefería la gestión privada, pero de entre todas ellas resaltaba con mucha rotundidad la de una familia. “Lo veo muy bien [que pase a gestión pública]” expresa con vehemencia una mujer. Asegura que desde que le comunicaron a la empresa que se haría la reversión “han quitado médicos y la atención en algunos casos ha sido fatal” añadía.
La alegría entre el personal, representantes y miembros de varios sindicatos –no han asistido todos- era muy evidente. Algunos de estos expresaban alivio de que llegara el día de la reversión al sentir el desahogo de una presión, según señalan, que venían teniendo cuando lo gestionaba la empresa.
Ahora se abre un periodo de 30 días para verificar en el plano cuantitativo y cualitativo los bienes e infraestructuras que Sanidad ha recepcionado. “El Consell se compromete a invertir en todas las necesidades que se requieran para una asistencia de calidad” añadía. De hecho por la tarde, al menos dos camiones con grandes dimensiones han descargado en el hospital material sanitario.
Otra de las primeras medidas adoptadas es la reapertura de una planta que estaba cerrada con unas 25 camas. Hace diez días, los sindicatos mayoritarios, CSIF, SATSE, Sindicato Médico y USAE, denunciaban que la empresa había cerrado más de 30 camas para esta última quincena que le restaba como concesionaria.
Los días previos a este momento de la reversión los ha protagonizado la acusación de la empresa al comisionado de un supuesto delito de robo de un programa informático de gestión de pacientes y por otro lado, el informe del área de Intervención de la Generalitat. En el primer escenario Barceló ha señalado que desde la Guardia Civil –abrió una investigación- no se les ha trasladado ningún tipo de comunicación ni se han puesto en contacto con la conselleria. Según asevera, los primeros informes del expediente de investigación que se ha abierto desde la conselleria “no se ha extraído ningún dato que esté protegido”. Enfatiza que se ha actuado de buena fe y ha querido desmentir que se hayan extraído datos confidenciales que estén sujetos a la Ley de Protección de Datos.
Respecto al segundo asunto ha señalado que “no le preocupa” el informe de Intervención en el que advierte, como adelantó Valencia Plaza, del riesgo de litigiosidad al ejecutar la reversión sin ajustarse estrictamente a la Ley de Estabilidad, ya que el expediente para la reversión no incluye informes económicos que demuestren lo que afirma la Conselleria de Sanidad: que la gestión directa del departamento y la asunción de toda su plantilla como personal laboral a extinguir no va a suponer un sobrecoste para las arcas autonómicas. Y no le preocupa al remitirse al auto que emitió el mismo viernes el TSJ avalando la decisión de la Conselleria y desestimando por sexta vez los recursos interpuestos por la empresa.