ALICANTE. No viste de blanco, ni luce una aureola, ni carga una cruz de madera a la espalda, pero sus referencias a lo religioso son constantes. Cruz Cafuné actuó el viernes 13 de septiembre en Área 12, la ubicación en Rabasa que pretende ser el espacio de la provincia para los grandes conciertos. Retomando las cuestiones de fe, el artista es uno de los llamados a ser el mesías del rap/trap. ¿Por qué? Porque en sus letras se intuye elaboración, sus ritmos portan innovación aunque sin abandonar la esencia del género y su subida al cielo musical ha sido orgánica, constante y sumando más y más fieles durante el camino. O sea que no ha pasado de 0 a 100 con un tema, sino que su crecimiento para llegar hasta donde está se ha dado a lo largo de los años. Como así demuestran las 6.000 personas -según la organización- que se reunieron en el recinto alicantino, coreando las lyrics de un puntualísimo Cruz Cafuné.
Como decía, las referencias del canario a la fe no son casuales, como lleva mostrando desde el inicio de su carrera hasta la actualidad: su primer disco, Maracucho bueno muere chiquito, abre con un tema homónimo donde se le escucha a modo de coro de Gospel rezar esta oración: "Oh, señor, eres mi luz, ¿a quién temeré? / ¿A quién temeré? Oh, señor, eres mi luz". Un álbum que no entró en el tracklist del viernes en Alicante, como sí lo hizo el trabajo musical Me muevo con Dios, con temas como TURBO // Epifanía (con el que abrió el concierto), FAXXXxxx, goofy ahh luv joint, Close Friends ☆, Movezz en silencio, Cangrinaje, Fabiola o las colaboraciones Practice, G WAGON, LUISAViAROMA y BABI BOI, en las que prescindió de sus colaboradores, Hoke, La Pantera, LaBlackie y Chita, respectivamente.
Fun fact: las únicas dos colaboraciones en las que sí dejó sonar la parte previamente grabada del otro artista fueron, precisamente, las de dos canarios, como reconocimiento del tinerfeño a su tierra. Se trata de Quevedo, en el tema Sangre y Fe, y de Abhir, en HOTTEST.YOUNG.MEN.in.BIZNESS. Un featuring que no es de Cruzzi, sino que se lo pilló prestado al de Las Palmas de Gran Canaria. Las visuales del show fueron simples, pero hacían la función de acompañar a un muy bien iluminado en azul Cruz Cafuné, color corporativo que ha potenciado en sus dos últimos proyectos, como también su 'similitud' con el tiburón. Así, además de temas de Me muevo con Dios, el artista entremezcló en el tracklist algunos de Vision Túnel como Mapa de calor, Ghostéame, TLC e Issey Miyake, con la que cerró el concierto una hora y 25 minutos más tarde.
También hubo espacio para el hype cuando pronunció las palabras "se viene nuevo álbum, señores" -no fue una confesión, pues ya se sabía- y para su disco Moonligth922 a través de Lo pues intentar, Ojitos Aguaos, Mina el Hammani y En bajo perfil; así como para singles como No se emula o Lila & Snitch y para la mítica Nmout 3lik. Una playlist nutrida en la que se fueron encadenando las canciones y que no dejó fuera el último trabajo musical del isleño, Blu€s, que le ha hecho ganarse la medalla de estar macarronizado. Si todavía no sabes qué significa esto, tu uso de las redes sociales es moderado o escaso. Explicación rápida: Cruz Cafuné se ha vuelto mainstream, ya no solo lo escuchan los y las amantes de rap. Vaya, lo que caracteriza al pop (lo popular). Que cada uno juzgue si ese premio le parece bueno o malo.
No viste de blanco, ni luce una aureola, ni carga una cruz de madera a la espalda. En contraposición, viste de negro "y no es jevata" -como él mismo se retrata en Lo pues intentar-, la iluminación en su cabeza y en todo su ser corre a cargo de técnicos de luz y su cruz es invisible: "A veces Dios castiga dándote lo que deseas", reconoce en un tema. No sé si será el mesías del rap/trap, pero al menos salió entre humo.