ALICANTE. Los problemas de la constructora alicantina Ecisa, hoy propiedad de la promotora cotizada Urbas, para sacar adelante las últimas obras adjudicadas por el Ayuntamiento de Alicante, que ha tenido que rescindir dos contratos por incumplimiento, no han amilanado al Consell. Hasta dos consellerias diferentes han adjudicado, con menos de un mes de diferencia, obras millonarias a la constructora alicantina, a pesar de que también Vivienda ha tenido que romper con Ecisa en los últimos meses por parar las obras del barrio Miguel Hernández en la capital.
Se trata de la Conselleria de Sanidad, que ha adjudicado a una UTE formada por Ecisa y Joca las obras del nuevo centro de salud de Garbinet, de nuevo en la capital alicantina, y de la Conselleria de Educación, que ha encargado a Ecisa las obras de un nuevo centro educativo en Canals, el IES Francesc Gil, cofinanciado con fondos Feder. La primera obra tiene un presupuesto de 7 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses, y la segunda asciende a casi 9 millones y el plazo para las obras es de 17 meses.
Los dos contratos se firmaron hace quince días, en la primera semana de marzo, cuando los problemas de Ecisa con sus obras para el Ayuntamiento de Alicante eran ya sobradamente conocidos. La constructora alicantina ya había perdido a finales de 2022 la rehabilitación de las viviendas sociales de Miguel Hernández, promovida por la Conselleria de Vivienda, después de meses con los trabajos parados. Un contrato de 2,2 millones para rehabilitar dos bloques de viviendas en la Plaza Yolanda Escrig (antes Plaza de la División Azul), que ha vuelto a salir a licitación.
Entre enero y febrero, el Ayuntamiento de Alicante le rescindió la reforma de la plaza de San Blas, una obra de 2,9 millones de euros con un plazo de ejecución teórico de 11 meses que estaba parada desde finales de septiembre, con solo un 20% ejecutado; y la del nuevo parque del PAU 2, ejecutada en UTE con Urrutia (también del grupo Urbas), donde fueron los adjudicatarios los que presentaron la renuncia. Esta segunda obra para desarrollar la nueva zona verde del barrio ascendía a 1,8 millones.
Pese a todo, Ecisa ha seguido concurriendo a concursos y, como se ha dicho, imponiéndose a ofertas de sus rivales en dos megacontratos del Consell, que suman casi 16 millones de euros y donde los retrasos, obras paradas y renuncias previas de la constructora en obras de mucha menor envergadura no han pesado a la hora de seleccionar a la constructora alicantina como la mejor opción. El tiempo dirá si Ecisa ha salido del 'bache' en el que entró a mediados del pasado año o si los problemas continúan y el desenlace se acerca a los ya conocidos en el caso del Ayuntamiento y la Conselleria de Vivienda.
Ecisa, que abandonó en 2021 su sede histórica de la playa de San Juan (construida en su día para Hansa Urbana) para intentar rentabilizarla con un alquiler o su venta, y se mudó al edificio azul (también de su propiedad) en la avenida de Alfonso X El Sabio, logró por fin en el ejercicio 2021 reponerse a la crisis dentro de la crisis que supuso la pandemia del coronavirus en pleno cambio de modelo de negocio por segunda vez en un lustro. Con un incremento del 70% en su facturación hasta los 61 millones y un beneficio de 3 millones (los primeros 'números negros' en una década), Ecisa parecía haber dado con la tecla. La salida de Barreiro a finales de ese año y el cambio de estrategia de Urbas parecen haberla vuelto a poner en el alero.