ALICANTE. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, el bipartito formado por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), concluye el proceso de actualización de la conocida como ordenanza del ruido, anticipado por este diario, con la pretensión de someterla a aprobación definitiva en el pleno ordinario de este mes de marzo. Se trata de un trámite pendiente desde que el texto quedase sobre la mesa hace cuatro años, después de haberse sometido a un primer proceso de participación pública para la presentación de alegaciones.
Desde entonces, han seguido proliferando las denuncias y quejas por parte de residentes de algunos barrios especialmente concurridos -como el Centro Tradicional y el Casco Antiguo- en los que se concentra gran cantidad de locales hosteleros y de ocio, sin que se haya acordado ningún instrumento normativo para paliar esa situación, como la declaración de Zona Acústica Saturada (ZAS) que reivindican los colectivos vecinales de ambos barrios (aunque, en realidad, en el Casco Antiguo ya existe dicha regulación y, en todo caso, solo procedería una actualización).
Fuentes municipales han detallado que el nuevo texto de la ordenanza impulsado por las concejalías de Urbanismo y Medio Ambiente revisa y actualiza el texto de la ordenanza que se aprobó en marzo de 2019 con el objetivo de adaptar las normas estatales y autonómicas a las singularidades del municipio de Alicante y a su organización "en un esfuerzo real, continuado y permanente de atender las legítimas demandas" de los vecinos.
Además, la revisión de ese texto -pendiente de que pueda aprobarse en Junta de Gobierno, previsiblemente, la próxima semana y, después, en pleno- coincide con la revisión de otra normativa paralela que atañe a la concesión de permisos para el desarrollo de actividades en la calle. Se trata de la Ordenanza de Ocupación de Vía Pública, que el bipartito también prevé someter a la consideración de los grupos políticos que ejercen funciones de oposición para darles a conocer su contenido definitivo, después de que se haya introducido modificaciones y ajustes sobre el borrador técnico inicial, elaborado durante el pasado otoño.
En esa regulación, se prevé modificaciones por lo que respecta a los horarios de actividad de los veladores (terrazas) de los establecimientos hosteleros con el fin de favorecer el descanso vecinal. Especialmente, en días laborables y en periodos considerados como temporada baja.
Por lo pronto, al margen de las novedades que pueda deparar esa segunda normativa, fuentes municipales han detallado que la nueva ordenanza de ruido tendrá un carácter cualitativo y cuantitativo al incluir no sólo los tradicionales controles de ruidos y vibraciones, sino también nuevas definiciones de zonas, planes y mapas acústicos, aislamientos, medidas de control y sistemas de alarma, información y transparencia con carácter actualizado y permanente.
Para ello, según las mismas fuentes, se pondrá al servicio de los ciudadanos una plataforma web de accesibilidad pública con toda la información disponible en un único espacio. La norma, que se adapta al concepto más amplio y actual de "contaminación acústica", también contempla un procedimiento de control, inspección y sancionador ajustado, en todo caso, a lo establecido por la legislación estatal y autonómica.
PP y Cs también pretenden reactivar ahora la revisión de la Ordenanza de Ocupación de Vía Pública tras los ajustes introducidos tras la conclusión de su borrador
En la tramitación de la nueva ordenanza se ha aplicado el procedimiento de consultas previas regulado en la Ley 39/2015, que ha permitido incorporar gran parte de loas preocupaciones expuestas por las asociaciones de vecinos de Alicante en relación con la contaminación acústica. La última reunión del equipo de gobierno en este proceso participativo tuvo lugar el pasado 23 de enero con la Asociación Laderas del Benacantil del Casco Antiguo, según las mismas fuentes.
Un día después, el alcalde Luis Barcala activó este nuevo trámite de aprobación en coordinación con las concejalías de Urbanismo, Medio Ambiente y Ocupación de Vía Pública con el objetivo de que la ordenanza reciba la luz verde del pleno municipal del próximo día 30, según añaden las mismas fuentes.
Entre las novedades que presenta la nueva ordenanza destaca la exigencia de un estudio o auditoría acústica para aquellas actividades sometidas a evaluación ambiental estratégica y de impacto ambiental, así como las relacionadas con espectáculos públicos, actividades recreativas y socioculturales y en establecimientos públicos con el objetivo "de minimizar e incluso eliminar mediante medidas preventivas y correctoras los efectos negativos que puedan generar entre los vecinos del municipio".
Asimismo, esta nueva normativa faculta al Ayuntamiento a la reducción temporal del horario general de cierre de los espectáculos públicos, actividades recreativas y socioculturales y establecimientos públicos por molestias a los vecinos y ante el posible incumplimiento de las medias preventivas que contiene el texto refundido. "Se trata en definitiva", según se refleja en la ordenanza, "de conciliar adecuadamente el derecho a la libre actividad de esparcimiento con la necesaria protección vecinal frente a la contaminación acústica que pudieran producir estas actividades, y al derecho al descanso de los vecinos, respetando en todo momento los derechos de cada una de las partes mediante la estricta aplicación de las normas estatales y autonómicas". Con todo, no se ha concretado todavía cuál podría ser la nueva disposición de horarios previstos.
Las mismas fuentes señalan que la norma incorpora otros aspectos destacados para la regulación de la contaminación acústica derivada de actividades vecinales en el interior de edificios y viviendas "que causan innumerables quejas vecinales por las instalaciones inadecuadas de aire acondicionado, ventilación forzada o equipos de refrigeración que producen ruidos y/o vibraciones y que generan denuncias". También se regulan las molestias ocasionadas por las actividades de carga y descarga de mercancía, así como los producidos por los vehículos y trabajos de limpieza, el mantenimiento de la vía pública y recogida de residuos urbanos y los trabajos en la vía pública y respecto de las obras de edificación.
Entre los principales instrumentos de evaluación y gestión del ruido ambiental que contiene la ordenanza destacan la declaración de protección acústica especial, zonas de situación acústica especial y zonas acústicamente saturadas, "introduciendo medidas provisionales y cautelares, así como correctoras a incluir en la declaración, entre las que se encuentran la competencia del Ayuntamiento para la reducción temporal del horario general de cierre de los locales de ocio".