ALICANTE. La economía de la provincia de Alicante ha comenzado a subir el lado ascendente de su particular 'V', haciendo buenas las predicciones de recuperación rápida tras el hundimiento del segundo trimestre (el del confinamiento) y confirmando en el plano provincial las cifras positivas que ha arrojado la macroeconomía española en la segunda mitad del año. Aunque con algunas prevenciones: los datos del tercer trimestre, que son los que están disponibles, no reflejan aún el impacto de la segunda ola, con récords de positivos y medidas cada vez más restrictivas a medida que se acerca el final del año. Y con las economías más dependientes del turismo, particularmente la de la Marina Baixa, especialmente dañadas.
Esta es la conclusión general del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca) a la vista del informe de coyuntura del tercer trimestre de 2020 que presentó este miércoles, antes del parón navideño. El presidente de Ineca, Rafael Ballester, que presentó los resultados del estudio acompañado del secretario general de la institución, Pedro Menárguez, y del director de Estudios del instituto, Francisco Llopis, matizó que los buenos datos del tercer trimestre deben analizarse teniendo en cuenta que " durante el segundo trimestre tocamos suelo" y que, "a pesar de la tendencia alcista, ésta no es suficiente para compensar el golpe de los trimestres anteriores, y la anhelada 'V', que se percibe en la media provincial, no se observa en algunos sectores económicos relevantes y los territorios vinculados".
Así, por ejemplo, la constitución de sociedades rompe una tendencia de siete meses consecutivos en negativo para volver a crecer con fuerza: Alicante cierra el tercer trimestre con más de 1.000 nuevas sociedades creadas, por encima del dato del mismo periodo de 2019. Por contra, también crecen las disoluciones, lo que parece indicar que el tercer trimestre ya recoge los efectos de la crisis en el tejido empresarial de la provincia: han cerrado casi 200 mercantiles, frente a las algo más de 150 de hace un año. Con casi 25.000 trabajadores en un ERTE al cierre de septiembre, Alicante finaliza el tercer trimestre con 483.400 afiliados al Régimen Géneral y 133.600 autónomos (un 1,2% más, cuando en España el número de autónomos cae más de dos puntos). En total, los más de 617.000 afiliados de la provincia suponen una caída del 2,1% respecto a septiembre de 2019.
Por su parte, el paro registrado en Alicante mantiene un crecimiento muy elevado, aunque llegó a registrar una variación anual del 32,8% en junio y esta se ha reducido en septiembre hasta el 23,3%. Con ello, la cifra absoluta de personas en las listas del paro recoge un aumento de 33.838 trabajadores, un dato elevado pero inferior a las casi 46.000 que se inscribieron al finalizar el segundo trimestre. Por comarcas, la Marina Baixa es con diferencia la que registra una mayor subida del paro en septiembre (60,3%), un dato que supera incluso el del primer mes de la crisis, ya que en abril el ascenso del paro fue del 19%. La curva tuvo su pico en junio con un incremento del desempleo del 74%. En un año, esta comarca ha contabilizado 6.777 parados más.
En cuanto al comercio exterior, una de las variables más perjudicadas por el cierre de fronteras y la restricción a la movilidad, el dato del tercer trimestre vuelve a ser negativo, pero mucho menos que el de junio. Las exportaciones acumulan siete meses de variaciones negativas (desde febrero), pero en el tercer trimestre solo pierden un 2% respecto al mismo periodo del año anterior, 25,2 millones menos. El incremento en las ventas de frutas y hortalizas mitiga la fuerte reducción de las ventas de calzado de 222 millones de euros en el acumulado del año.
Un indicador que sí es netamente positivo en el tercer trimestre (junto a la constitución de sociedades, ya mencionado) es la venta de viviendas a extranjeros. El dato de septiembre se eleva a 639,7 millones de euros, el triple que en el segundo trimestre (con la movilidad limitada), que fue de 233 millones. La provincia se sitúa en segunda posición en venta de vivienda a foráneos en el periodo y aporta cerca del 18% del total nacional, dato que mejora el de septiembre de 2019. En el acumulado anual, la caída es todavía de 0,6 puntos, pero muy por debajo del dato nacional, que es cerca del 4%.
El sector de actividad que, por motivos obvios, no puede presentar una mejoría en la cifras es el 'motor' de la provincia, el turismo. Las pernoctaciones de turistas nacionales en la planta hotelera de la provincia caen un 63,3% en el acumulado del año. Con todo, en el tercer trimestre (el clave para el sector, al coincidir con la 'temporada alta') la provincia registró más de 1,4 millones de pernoctaciones de turistas nacionales, lo que supone casi un 45% del dato que se registraba en 2019. Las pernoctaciones de extranjeros, eso sí, no llegan a las 400.000, con una pérdida de más de 2,5 millones de noches respecto al verano de 2019.
El presidente de Ineca concluyó que "la nueva crisis económica nos sitúa ante una nueva encrucijada, y toca poner a trabajar a todos nuestros recursos para resolver los problemas del ahora y al mismo tiempo cimentar el proceso de la diversificación y resiliencia económica. No tenemos mejor objetivo que invertir todos nuestros esfuerzos, públicos y privados, en invertir esta tendencia de empobrecimiento paulatino a la que debemos evitar acostumbrarnos". A su juicio, "es importante, desde la administración y el sector privado, acompañar el proceso de crecimiento que está representando la implantación de nuevas empresas en el entorno de Distrito Digital, Alicante Futura, los Parques Científicos de la UA y UMH, el Puerto de Alicante, y también las vinculadas a otras estrategias territoriales como la Ampliación de Elche Parque Empresarial y su Parque Tecnológico o el Cluster Agroalimentario de la Vega Baja".