ALICANTE. El servicio de gestión y dinamización turística del Castillo de Santa Bárbara se extenderá al menos hasta enero de 2025. Y el contrato continuará a cargo de la compañía alicantina Esatur. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, del Partido Popular (PP), autorizó este miércoles la concesión de una prórroga de un año adicional, ante el vencimiento del plazo inicial, de dos años de duración.
El acuerdo supone que la compañía continuará asumiendo las funciones desempeñadas desde enero de 2021, cuando tomó las riendas de la concesión, lo que conlleva un precio adicional de otros 650.000 euros. Con ese importe, el contrato suma un gasto global de 1.950.000 euros por los tres años de explotación que adquieren vigencia ahora, a la espera de que el contrato pueda extenderse hasta 2027, en el supuesto de que se decida agotar las otras dos prórrogas disponibles.
En concreto, entre esas funciones que siguen a cargo de Esatur figuran la de diseñar una programación anual de actividades como elemento de dinamización. Hasta ahora, en ese calendario -sujeto a validación previa por parte del Patronato de Turismo- se ha incluido la organización de exposiciones, catas y degustaciones de productos, jornadas temáticas, visitas teatralizadas y conciertos, por ejemplo. Además, también asumirá la prestación del servicio de información a los visitantes, el desarrollo de visitas guiadas, la gestión de la tienda de souvenirs y el control de horario de apertura del baluarte, adaptado a cada periodo del año.
Fuentes municipales consultadas precisaron que el acuerdo por el que se extiende el plazo de explotación del contrato se produce a la vista de que, después de dos años, se habrían cumplido los objetivos pretendidos desde el momento en el que se apostó por la convocatoria del concurso: dinamizar el baluarte para atraer a un mayor número de visitantes.
Por lo pronto, el mismo alcalde, Luis Barcala, aseguró este jueves, durante su intervención en las VI Jornadas organizadas por la Asociación Alicante por el Turismo de Cruceros (ALCTC), que el balance anual de afluencia registrada en la fortaleza se aproximaba ya a los 900.000 visitas anuales, cuando se partía de una base de cerca de 500.000 antes de que se produjese la externalización de su gestión turística.
Con ese dato, según enfatizó, se habría conseguido consolidar la posición del castillo como el monumento histórico más visitado del conjunto de la Comunitat, después de que prácticamente se hubiese duplicado, lo que, a su juicio, habría confirmado el acierto de la apuesta promovida en 2021 por el Patronato de Turismo, entonces bajo la gestión de la ya exvicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez, y ahora con la edil Ana Poquet como nueva responsable política.
Lo cierto es que la decisión de externalizar ese servicio generó contestación entre los grupos que ejercían funciones de oposición (PSOE, Unides Podem EU y Compromís) al considerar que se trataba de una privatización encubierta de un espacio público que forma parte del patrimonio histórico municipal (está reconocido como Bien de Interés Cultural). Además, también expresaron su temor a que se pusiese en riesgo sus condiciones de conservación y a que, con esa externalización, se abriese la puerta a que pudiese fijarse un precio de entrada (al margen de la tasa que ya se paga por el uso del ascensor de El Postiguet) como el que existe en otros monumentos históricos. No obstante, lo cierto es que, dos años después, no consta que se haya promovido ningún acuerdo encaminado a fijar un sistema de pago por acceso.
En todo caso, al margen de la extensión del horario de visita, en el incremento de afluencia de público también habría influido la puesta en marcha del servicio de lanzadera con microbuses -ahora incorporado en el contrato de transporte público en autobús que opera UTE MIA (Grupo Vectalia)- con paradas en la Plaza de la Puerta del Mar y en la Plaza del Doctor Gómez Ulla, concebido como alternativa para facilitar los desplazamientos al castillo. Sobre todo, después de que se acordase la prohibición de estacionamiento en la parte alta del monumento, de modo que solo pasó a permitirse el acceso en vehículo privado pero sin la posibilidad de aparcar.
Esatur se convirtió en adjudicataria del contrato tras imponerse a un único competidor: la empresa catalana Magma Cultura. Como informó este diario, la propuesta presentada por Esatur logró una puntuación global de 97 puntos, por encima de los 78 obtenidos por su contrincante, al despuntar en el contenido de su oferta cultural y en los servicios incluidos en su propuesta administrativa. De hecho, Esatur sumó 50 puntos en la evaluación de los criterios que dependen de juicios de valor, frente los 30 reunidos por Magma Cultura.
Y todo pese a que esta última registró una oferta económicamente más ventajosa para los intereses municipales, al plantear el menor precio, de 1.235.000 euros, impuestos no incluidos, lo que le valió la asignación de 30 puntos. Eso sí, el precio planteado por Esatur fue muy próximo, de 1.290.000 (igualmente sin IVA), con lo que logró una valoración de 28 puntos. Por último, en lo que respecta a la puntuación derivada de la oferta de mejoras, también se registró una dura disputa, ya que Esatur sumó 19 puntos, solo uno más que Magma Cultura.