ALICANTE. Aceitunas Cazorla, la principal empresa alicantina del sector de las conservas de aceitunas, sigue consolidando su tendencia ascendente y el pasado ejercicio volvió a lograr un importante incremento de su facturación: un 8%. El beneficio de la firma de la familia Beresaluce también creció, en este caso cerca de un 23%. Todo ello en un contexto en el que el grupo ha diversificado su negocio con la compra del 50% de Tomcoex, la principal productora de tomates de Cáceres, mientras sigue ajustando la plantilla.
Según las cuentas anuales de Aceitunas Cazorla de 2017, depositadas en el Registro Mercantil, la firma que dirigen Antonio Beresaluce y su hermana Rosario Beresaluce (a través de la figura de los administradores solidarios) facturó un total de 122,3 millones de euros el pasado ejercicio, un 8% más que en 2016, cuando el volumen de negocio alcanzó los 112,5 millones (con un incremento, en este caso, del 5% sobre el año anterior). La firma rebasó por primera vez la frontera de los 100 millones de facturación en 2015, con un incremento del 12% hasta 107 millones. Más del 60% de las ventas el pasado ejercicio (74,4 millones) se realizaron fuera de España, según el desglose incluido en la memoria.
La mejora de las ventas se ha trasladado al resultado neto al final del ejercicio, que también crece: 728.000 euros, cerca de un 23% más que en 2016 (592.000 euros). Desde 2014, la empresa de los Beresaluce ha doblado el beneficio, puesto que el resultado neto al cierre del citado ejercicio fue de 315.000 euros. El margen bruto sobre ventas se ha incrementado hasta un 16,1%, según se destaca en el informe de gestión (en 2016 este margen fue del 15,5%).
El fondo de maniobra de la sociedad también mejora, y se dobla desde los 8,1 millones de 2016 hasta los 16,2 millones del pasado ejercicio. Algo que consolida "cada vez más el proyecto de largo plazo que tiene Aceitunas Cazorla y permite dotar a la sociedad de una mejor estructura financiera", según el informe.
Pese a la mejora en todas las variables, la empresa sigue con el ajuste de plantilla que inició hace ya dos años. Así, la plantilla media durante el pasado ejercicio se situó en 46 personas, frente a las 58 que empleaba de media la firma en 2016. Un año antes, en 2015, la nómina se elevaba a 78 empleados. Como consecuencia, los gastos de personal se han reducido un 3,3%, hasta 1,29 millones de euros. El informe de gestión explica que "la variación se debe a la reducción de plantilla por el ajuste realizado para optimizar los costes de producción y por el uso de contratación externa", a través de empresas de trabajo temporal (ETT). "Nuestro principal objetivo en 2018 sigue siendo reducir los costes de producción para conseguir una mejora considerable del resultado, siempre sin que esto afecte a la calidad de nuestros productos", indica el informe.
La memoria del ejercicio recoge también dos movimientos sociales significativos. De un lado, Aceitunas Cazorla ha extinguido la sociedad filial La Sota Foods, de la que era único accionista. Como consecuencia de la liquidación, acordada a finales de diciembre, la firma ha asumido sus bienes y derechos, y ha integrado sus activos y pasivos en su propio balance. Esta sociedad comercializaba una de sus marcas, La Sota (la enseña más conocidas del grupo es La Explanada, pero tiene un catálogo con varias marcas más, como Yak, Campomar, o la citada La Sota).
Por otro lado, en cuanto al reparto accionarial, la memoria señala que a finales de 2016 la sociedad que hasta entonces era dominante, Ancon Levante, vendió la mitad de sus acciones a la firma de inversión irlandesa Abobo & Co, que desde entonces ostenta el 24% del capital social. Ancon, propiedad de Antonio Beresaluce, mantiene otro 24,89%, mientras que Rosario Beresaluce posee a título personal un 12% de los títulos. El resto se reparte entre otras sociedades asociadas al grupo y accionistas minoritarios.