Hubo fumata blanca cuando habíamos perdido la esperanza. Las personas de bien han encontrado a su héroe para defenderse de un Gobierno aterrador. Ramón Tamames rinde así su último servicio al país.
El discreto Alberto, bendecido como presidente en las encuestas, se quita la careta. Empieza a desvelar sus cartas. No le hace ascos al aborto ni al feminismo. Va de laico y moderno. Su PP será la cara B del PSOE.