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Vaya 'marrón' tiene el PSPV en Torrevieja

26/02/2023 - 

No es nada nuevo. El PSPV tiene un agujero negro en la ciudad de Torrevieja, la quinta de la Comunitat Valenciana, con más de 90.000 habitantes, en las que los socialistas han ganado las elecciones generales en las dos últimas convocatorias y las autonómicas de 2019, aunque por escaso número de votos. El agujero negro no es de ahora: viene de lejos, lo que pasa es que en las últimas semanas ese boquete se está haciendo más grande. 

¿La razón? Hace tiempo, por razones no explicadas, la dirección autonómica del PSPV ha querido coger las riendas de esa candidatura. Y ya se sabe: una agrupación se puede intervenir, o con bisturí, con una escopeta. En este caso, el secretario de Organización, José Muñoz, entiendo que por órdenes de arriba, ha optado las formas del bisturí, pero en realidad lleva una recortada en la mano y lo primero que dijo es que el secretario general y portavoz municipal, Andrés Navarro, no podía ser el candidato. Que Ximo no lo quería de candidato. Suspendió las primarias y comenzó a buscar aspirantes con la mala suerte de que al que encontraron, Joaquín Martínez Campillo, le dio una angina de pecho esta semana y tuvo que renunciar. Es decir, en menos de seis menos, dos tiros al aire contra la militancia: el primero, suspender las primarias; el segundo, encontrar un candidato fallido por razones de salud. 

Si de verdad no quieres al secretario general que tienes en una ciudad, pese a que cuenta con una amplia mayoría, puedes hacer dos cosas: disuelves la agrupación; montas una gestora y pones a quién te da la gana; o convocas unas primarias al estilo de Alicante, con tu candidato/a, y las ganas. Pero ni lo uno ni lo otro. El estilo de Torrevieja ha sido la pistola silenciosa, o el bisturí ruidoso.

Antes de llegar a este punto, las escaramuzas ya eran evidentes. Es más, son patentes desde hace años: concejales que han dimitido y están en el grupo de no adscrito -dos de cinco-; mucha inestabilidad en los últimos años: varios secretarios generales; una etapa de gestión con un cuatripartito con decisiones mal gestionadas políticamente (por legales que fueran) y parte de la militancia socialista en otra candidatura independiente -Sueña Torrevieja- porque la agrupación lleva años a la deriva sin que nadie se haya acordado o haya caído que en Torrevieja hay un censo de casi 40.000 votantes. Nunca lo ha tenido fácil el PSPV en Torrevieja, pero a lo que debe aspirar, por lo menos, es a competir y a tener a su militancia activa: si hay buenos resultados en Torrevieja, los habrá para Ximo Puig, para la Diputación y para Sánchez. Digo yo.

Pero nada de eso ha pasado. Quizás por sea por la lejanía con los centros de poder; quizás porque tampoco se deja intervenir a los órganos más cercanos -la dirección provincial no tiene competencias por ser una gran ciudad, pero se le podía implicar-; quizás porque se castiga al secretario comarcal, Joaquín Hernández, cuyo elevado censo de militantes que participó en el congreso provincia posibilitó la victoria de Alejandro Soler o quizás porque hay intereses ocultos que no sepamos (y que quizás no conviene importunar), la cuestión es que el PSPV no da con la tecla en Torrevieja.  Y mientras, el PP se ha sobrepuesto a un alcalde condenado; a las paguicas a los jubilados; al despilfarro de los grandes fastos y a rentabilizar su segunda vida, a la devoración del territorio,... Solo en 2015 perdió la mayoría, y el cuatripartito mixto de izquierdas y derechas rebotadas le quitó el Gobierno local con consecuencias peores y políticas incomprendidas.

Y con todo ello, el PSPV tiene que lidiar con su gran marrón. José Muñoz anda como un pulpo en un garaje buscando un candidato o candidata a la Alcaldía. La duda es si cuando quiere competir, o salvar los muebles, en todo caso. Y que en el mejor de los casos que sea alguien que no cuestione el status quo, por ejemplo, el del cemento, que se expande en los horizontal y en lo vertical sin que los socialistas sean un alternativa real a una ciudad más humana, más sostenible y en el que el peso de la ciudadanía sea un contrapeso.

Barrunta el PSPV que con la zona de ocio del Puerto, desbloqueada e impulsada por la Generalitat; la propaganda del Vega Renhace, los Edificant;  rentas de inclusión; la reversión del Hospital -pese al desgaste generado con la gestión del personal- y otras medidas estéticas le da para taponar el torniquete que han generado los tiros con los que ha entrado Muñoz en la agrupación socialista a cambio de desmovilizar a los suyos y desilusionar al resto que podían formar parte un quimérico cambio. Está claro que las tendencias de voto suelen bastante uniformes, salvo excepciones, pero allá dónde vas necesitado, un buen candidato/a y una agrupación activa te disimulan un fracaso. Pero si entras con una recortada silenciosa o bisturí que parece un sonajero...tienes mala solución porque los primeros que no te siguen son los tuyos. Veremos como sale Ximo de este marrón. Y que no se arrepienta la noche del 28M por si el margen se estrecha. Desde luego, en Torrevieja tiene pinta de que no vaya a haber apreturas, después de lo visto en los últimos meses, y lo gestionado en esta semana.

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