Valorada en 11.000 millones de euros, la Unión Europea (UE) se prohibió a sí misma la exportación de material tecnológico, mecánico y químico a Rusia, en su décimo paquete de sanciones por la invasión de Ucrania. Más que un gesto de solidaridad con el gobierno de Kiev en el primer aniversario de la guerra, supone un bofetón autoinfligido, uno más, a la maltrecha economía europea, en un momento en el que se apostaba por la reindustrialización del continente frente a la crisis de abastecimiento en sectores críticos durante la pandemia de la covid-19.
La nueva ronda de sanciones prohibe la exportación de los productos necesarios para la fabricación de vehículos especializados y de turbinas de avión, antenas y grúas que podrían ser utilizadas con fines militares. Ello incluye el envío de 47 componentes electrónicos, cámaras térmicas y tecnología de rayos x que puede ser utilizada en la producción de misiles, drones y helicópteros.
Ésta decisión se tomó en el Consejo de ministros de Exteriores, reunidos en sesión extraordinaria en Bruselas en el aniversario del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, en el invierno del año III d.C. -después de la Covid-. El nuevo paquete de medidas restrictivas no sólo iban a suponer consecuencias masivas y graves para la economía rusa, que no había dado señales de debilidad, mientras pactaba abiertamente relaciones de amistad con sus amigos de La GranFábrica, China.
Las medidas adoptadas por el Gobierno de La Unión cubren el sector financiero, los sectores de la energía y el transporte, los bienes de doble uso, el control de las exportaciones y la financiación de las exportaciones, la política de visados, las sanciones adicionales contra los ciudadanos rusos y sus empresas.
“Como señal de apoyo inmediato a Ucrania, hemos adoptado un paquete de sanciones sin precedentes. Son el paquete más duro que hemos implementado. Están diseñados para paralizar la capacidad de Rusia para continuar la agresión y financiar la ocupación de Ucrania”. Josep Borrell, el Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE fue especialmente duro.
Dentro del décimo paquete completo de sanciones adoptado el viernes, el Consejo decidió imponer medidas restrictivas a 87 personas y 34 entidades adicionales. “Hoy nos dirigimos a 121 individuos y entidades que son fundamentales en la continuación de esta brutal guerra, incluidos los responsables de las actividades militares, de las decisiones políticas, que están contaminando el espacio público con desinformación y narrativas maliciosas, que se suma a la guerra militar también a través de la guerra de la información”. El mensaje de Josep Borrell no daba pie a equívocos. Los 121 nuevos listados cubren varias categorías de individuos y entidades “que contribuyen, a su manera, a la guerra”. A nivel político e institucional, el Consejo de la UE señala a los principales responsables de la toma de decisiones, como los nuevos miembros del Consejo de la Federación de la Federación de Rusia desde el 20 de diciembre de 2022, incluido el representante de la llamada “República Popular de Luhansk” y el Secretario Adjunto del Consejo General del Partido “Rusia Unida”; 19 viceministros y varios funcionarios del gobierno ruso, incluidos los jefes de agencias federales; cuatro Diputados de la Duma Estatal; el Frente Popular de Toda Rusia y cinco de sus miembros por la campaña social "¡Todo por la victoria!” que recoge donaciones físicas y financieras para apoyar a las unidades militares de la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk.
En el sector de Defensa, se incluye a los líderes militares rusos y dos comandantes militares del grupo Wagner desplegados en Ucrania, empresas que fabrican misiles, drones, aviones, vehículos militares, buques de guerra o sistemas de control y que suministran a las Fuerzas Armadas rusas.
El Consejo también está imponiendo sanciones a organizaciones, como la agencia internacional de noticias Rossyia Segodnya, y a intelectuales o empresarios como escritores, presentadores y ejecutivos de alto nivel en los principales canales de televisión y grupos de medios, “que están contaminando el espacio público a través de la guerra de desinformación”.
Las listas negras también cubren a los actores económicos en sectores que proporcionan una fuente sustancial de ingresos o que apoyan financieramente al gobierno de Rusia. Las entidades sancionadas incluyen bancos como Alfa-Bank, Rosbank y Tinkoff Bank, el Fondo Nacional de Riqueza de la Federación Rusa y la Compañía Nacional de Reaseguros Rusa.
Queda prohibido, a partir del 27 de marzo de 2023 permitir que los nacionales rusos o las personas físicas que residan en Rusia puedan ocupar un puesto en los órganos de gobierno de los propietarios u operadores de las infraestructuras críticas europeas.
Los anexos de los Reglamentos de sanciones de 2014 modificados ahora detallan los peligrosos materiales ue pueden hacer ganar la guerra a Rusia y que son parte del prestigio industrial de la UE. Se trata de materiales que se utilizan en la construcción y la producción industrial como cables de filamento, “rovings” o fibra de vidrio, material textil, pulpa o borras, tuberías, accesorios y válvulas fabricados o revestidos de aleaciones de cobre y níquel o de otros aceros aleados.
Las máquinas o herramientas para cortar metales y materiales cerámicos también entran entre los productos prohibidos para su exportación a Rusia, especialmente si pueden dotarse de dispositivos electrónicos para el control del contorneado simultáneo en dos o más ejes: fresadoras, máquinas de torneado, maquinaria de confección, prensas isostáticas. Además de los equipos de fabricación de fuelles, incluidos los equipos hidráulicos de conformación y los moldes, máquinas de soldadura por láser; equipamiento de monel, incluidos válvulas, tuberías, cisternas y recipientes; válvulas, tuberías, cisternas y recipientes de acero inoxidable…
-¿Cacerolas? ¿Estaban prohibiendo exportar cacerolas, David?
-Mira Laura, aquello no se detuvo ahí. Lo que siguió teniendo vía libre con Moscú fueron los diamantes holandeses y los bolsos de Prada…