En el pleno de esta semana, el último ordinario de la X Legislatura de les Corts Valencianes, ha sido aprobado el dictamen de la comisión especial de estudio sobre las medidas de prevención de los riesgos derivados de los fuertes temporales en la Comunitat Valenciana.
Una comisión que arrancaba sus trabajos hace poco más de un año con el objetivo de profundizar en las actuaciones a realizar por las diferentes administraciones públicas implicadas, tanto para la reconstrucción de los daños producidos como para la prevención de cara al futuro de los destructivos efectos de los fuertes temporales que con mayor frecuencia e intensidad se producen en nuestro territorio.
A pesar del continuo negacionismo de algunos, el cambio climático es una realidad indiscutible donde la actuación del ser humano tiene un papel protagonista, por lo que ha de ser también éste quien ponga todos los medios a su alcance para poder frenar o incluso revertir los efectos, no podemos dejarnos arrastrar por discursos catastrofistas que nos lleven a la resignación y por ende a la inacción como única solución a tan grave problema.
Ahora sabemos que actuar da resultados y un ejemplo claro de ello lo encontramos en el acuerdo adoptado en el Protocolo de Montreal (1987), que impuso la paulatina eliminación de los perjudiciales gases CFC de los aerosoles, ya que su uso estaba detrás de la destrucción de la capa de ozono de la atmósfera. Y ahora, algo más de tres décadas después, se ha demostrado la efectividad de aquella controvertida medida al comprobarse científicamente que no solo se ha frenado su avance, sino que se puede afirmar que se está consiguiendo cerrar el agujero de la capa de ozono.
Una muy buena noticia, que más allá de ello, supone la constatación de la necesidad de la acción humana para frenar el cambio climático.
Y esa ha sido precisamente, la línea seguida en los trabajos de la comisión y que se ha visto reflejado en el dictamen que hemos aprobado, porque la principal tarea de los gobernantes pasa por escuchar las opiniones y soluciones propuestas por los expertos y reflejarlas en acciones concretas que cumplan con el objetivo de “prevenir y frenar” los efectos de los fuertes temporales en nuestro litoral y en el interior, ya que estamos ante la tipología de catástrofe natural que más daños genera, algo fácilmente constatable tras el paso de cada una de las Dana que sucesivamente nos visitan cada año y con mayor frecuencia e intensidad.
Nuestro territorio se enfrenta a la disyuntiva del equilibrio entre la sostenibilidad y el crecimiento; pues siendo importantes las variables económicas, no lo son menos los valores ambientales, paisajísticos y culturales, que lamentablemente son el principal objeto de estas amenazas, junto con la pérdida de vidas humanas que también llevan aparejadas estos destructivos fenómenos meteorológicos.
Es indudable que el ser humano tiene un papel principal en el cambio del clima y en sus devastadores efectos y es por ello por lo que debemos ser igualmente protagonistas en las medidas para frenarlo, algo de lo que no pueden sustraerse las instituciones públicas que son las que tienen la obligación legal y moral de actuar.
En palabras de Hipócrates “El tiempo es aquello en lo que hay oportunidad, y la oportunidad es aquello en lo que no hay un gran momento”, pues quizá estamos ante ese gran momento en el que no se puede desperdiciar ninguna oportunidad para mantener nuestro mundo tal y como lo conocemos.
Sandra Martín es diputada del PSPV-PSOE a las Cortes Valencianas