SOCIALMENTE INQUIETO  / OPINIÓN

¿Vamos a permitir que Benillup se despeñe?

20/02/2023 - 

¿Vamos a permitir que Benillup se despeñe?, ¿Qué han hecho o que tienen que hacer las administraciones públicas para paliar esta situación? ¿A qué esperan, a que haya una desgracia?

No parece una tarea difícil, sólo es necesario voluntad de querer resolverlo, buscar los medios materiales y económicos necesarios, y ponerse manos a la obra, nunca mejor dicho. Ahora se lo cuento todo y para ello he buscado un aliado de este pueblo – Joan Ángel Ferrando - para que me cuente algunas cosas sobre este asunto que son imprescindibles para comprender todo esto.

Deje que le diga antes donde esta Benillup. Forma parte del Comtat, a unos veinte minutos de Alcoy, a 74 kilómetros de Alicante y por lo tanto alrededor de una hora en coche. Un paseo.

A nadie que me conozca engaño si le digo que disfruto visitando estos pueblecitos, mezclarme con su gente cuando la ocasión lo permite y disfrutar de su gastronomía.

Benillup es uno de los pueblos más pequeños - en número de habitantes - de la provincia de Alicante y de la Comunidad Valenciana. Forma parte de la Ruta 99 por un invento de la Generalitat Valenciana para fomentar el conocimiento, contribuir a su desarrollo y visitar a estos pueblos de menos de 100 habitantes. En el Ayuntamiento o en los bares de estas poblaciones, a los visitantes le sellan una credencial que acredita que ha pasado por allí, imitando lo que se hace en el Camino de Santiago. Es otro peregrinar que no tiene como fin la tumba de un santo y todo lo que conlleva alrededor, pero también tiene su magia, ya se lo digo yo.

Benillup es uno de esos pueblos con encanto de la montaña alicantina, del desconocido turismo rural del interior de la provincia del que tanto se habla ahora con la resaca de Fitur pero del que tan poco se cuenta y del que mucho menos se difunden sus excelencias que las tiene y muchas. En un entorno privilegiado, es otra forma de vivir, más tranquila, menos materialista. De calles estrechas, todas ellas rodean la torre de la iglesia que – discreta – escala el cielo para encontrarse con Dios.

Benillup tiene servicios imprescindibles para hacer más cómodo disfrutar de él todo el año, no solo en los meses de verano que la población se multiplica por tres. Así, en esta población hay una farmacia; el médico se pasa una vez a la semana; el pan se lo trae todos los días laborables un panadero desde Benimarfull; les llevan verduras y pescado un día a la semana; … Además, aumentan los vecinos del pueblo que teletrabajan desde sus casas. Tienen internet, fibra y 4 G. No tienen escuela, aunque no hay niños en esa edad que la necesiten. Para ir al instituto los estudiantes tiene que ir a Planes o a Alcoy y organizar el transporte a través de sus padres.

 

Hay un bar, balcón y mirador de las tierras de cultivo, donde muchos lugareños no sólo van a comer sino también a jugar a las cartas o al dominó, y a hacer la tertulia del día, que todo se cuenta entre estas paredes. A la entrada del pueblo hay un polideportivo con una piscina grande. Tienen un museo etnográfico que para visitarlo hay que avisar previamente en el ayuntamiento para que haya alguien que te lo abra. Alrededor del pueblo hay diversas rutas de senderismo para disfrutar de esta actividad deportiva. Parece que tienen de todo, vaya.

Y entonces ¿qué hace peligrar este pueblo, porque hay riesgo de que se despeñe? Algunas de sus casas peligran al estar a escasos 20 metros del barranco de la Caraita. No es una exageración, ni se puede dejar al libre albedrío de la naturaleza porque los desprendimientos de este barranco hacen que vaya avanzando hacia las primeras casas del pueblo con riesgo de llevárselas por delante y con peligro de la supervivencia de sus habitantes.

Los vecinos llevan reivindicando una solución desde el 2004. Los medios de comunicación se han hecho eco de este problema. Mire algunos titulares: “Los técnicos deciden construir bancales en el barranco de Benillup para evitar su avance” (Levante. El Mercantil Valenciano. 6/9/2005), “¿A qué tienen miedo? Por qué en Benillup cada vez que llueve se ponen a temblar” (España Directo 12/10/2008), “El Consell prevé invertir 900.000 euros para detener el avance del barranco. El proyecto contempla la construcción de terrazas de piedra con el objetivo de reforzar y evitar que se acerque al casco urbano” (Información 10/11/2010), “Siete años al borde del abismo” (Las Provincias 15/11/2011), “Benillup, el poble que mira al cel (RTVV. Punt 2-canal 9, 1/3/2012), “Benillup exige a la CHJ, Diputación y Consell que frenen el avance del barranco” (Información 4/2/2017), (..), “Un pueblo al borde del abismo (La Hora de la 1 TVE 26/4/2022). Agobia, ¿verdad? Imagine cuánto más a los vecinos de Benillup. Cada año que pasa, la tragedia está más cerca.

Para que lo solucionen se reivindica a la Generalitat Valenciana, a la Confederación Hidrográfica del Júcar que ha emprendido acciones en el barranco de la Caraita pero no para esto, a la Diputación de Alicante… Precisamente fue la Diputación provincial quien en el 2011 ayudó con una dotación de 140.000.- eu para la instalación de un colector de aguas fluviales en la parte posterior de las viviendas, para que recogiera el agua de los tejados, terrazas, patios y calles, para evitar que fuera al barranco y acelerase su deterioro. De la misma época había un proyecto de la Generalitat para realizar en el barranco abancalamientos, muros de piedra con hormigón y sembrar una pinada que asentara el terreno con sus raíces, valorado todo en seiscientos mil euros, pero no se hizo. Hasta nuestros días. Tampoco se ha resuelto nada acudiendo al Sindic de Greuges, o al Defensor del Pueblo en Madrid, …

Sea la idea que sea, por medio de la construcción de terrazas, de muros de contención, del relleno de parte del vuelo del barranco con la plantación de árboles (como se hizo en el Parque Alto de Carrús en Elche), las administraciones públicas tienen que resolverlo. Sería una vergüenza que en pleno siglo XXI no lo hicieran y un desprestigio institucional dejar perder este pueblo por falta de ganas de encontrar soluciones.

Y hay más. Joan me cometa que estos pueblos tan pequeños necesitan de la atención de esas entidades públicas para que hagan una inversión sostenible en la agricultura, la ganadería, las comunicaciones, … Siempre que estas inversiones no terminen perjudicando su entorno natural.

No todo vale, ya verá a qué me refiero. La Asociación Coordinadora d´Estudis Eólics del Comtat, que trabaja para el crecimiento sostenible de los pueblos de esta Comarca – de la que Joan forma parte – evitaron la construcción de un parque eólico por su crítico impacto ambiental. Después de 15 años de litigio, el 17 de abril de 2019 el Conseller de Economía Sostenible resolvió denegar la aprobación provisional del plan especial de la zona eólica nº 14. Esta es una de las 15 en las que se divide el Plan Eólico de la Comunidad Valenciana (PECV), en la que están incluida diversas poblaciones, Benilup entre ellas. Al poner fin a este proyecto esta Coordinadora se vanagloria de haber evitado irreparables impactos ambientales, socioeconómicos, culturales y paisajísticos que habrían hipotecado el futuro de esa comarca para siempre.

Con inversiones públicas, que vendrían acompañadas de las privadas, se generaría riqueza y puestos de trabajo, que también hacen falta en estos lugares, ya que en la actualidad la agricultura no da empleo a todo el pueblo.

Con todo, estos pueblecitos de la montaña alicantina necesitan de nuestra ayuda. Sea este artículo mi granito de arena en este sentido. Pero hay tanto por hacer que es necesario la colaboración de muchos. Que así sea.

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