ALICANTE. En menos de dos meses, la EUIPO ha logrado recuperar su horizonte despejado. Este viernes han finalizado las obras de derribo de los apartamentos fantasmas, construidos a principios de los años 2000 en la parte posterior de su edificio, y que nunca tuvieron uso. El pasado 7 de agosto, el Ayuntamiento de Alicante otorgó la licencia de derribo de las tres estructuras, y los trabajos ya han culminado, a falta de pequeños de talles y recogida de todos los escombros generados. La EUIPO contaba con un plazo de tres meses para finalizar.
El pasado abril la EUIPO solicitó la licencia y, tras comprobar la documentación y el proyecto presentado y una vez se obtuvieron los informes favorables emitidos por el departamento técnico de Control de Obras en junio, se solicitó a la Autoridad Nacional la supervisión civil y su acuerdo favorable con anterioridad al otorgamiento de la licencia de estas obras de demolición, que es independiente a la otorgada por el Ayuntamiento.
A finales de julio la EUIPO presentó la resolución de las autorizaciones para el derribo de la estructura y los informes favorables de la Confederación Hidrográfica del Júcar y el acuerdo de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea en materia de Servidumbres Aeronáuticas autorizando el uso de la grúa para la ejecución del proyecto de demolición de la estructura.
Por todo ello el Ayuntamiento de Alicante ha concedido la licencia para llevar a cabo las obras en los próximos meses, al tiempo que la EUIPO deberá depositar en el consistorio una fianza de 15.000 euros para responder de los daños, si se ocasionaran, en la vía pública.
Hay que recordar en enero de este año, la EUIPO anunció la adquisición de las tres estructuras. Se trataba los tres bloques de hromigón, de entre 5 y 7 plantas de altura, que se construyeron en 2006. Se ubicaban sobre la parcela UT-Zona 1 del plan parcial Agua Amarga, que permite el uso de oficinas, y como uso complementario el uso comercial y el alojamiento temporal. Con la crisis inmobiliaria de 2008, los edificios cayeron en el más absoluto abandono, pasaron a propiedad de una entidad bancaria, hasta que finalmente se los quedó un fondo de inversión, que es quien se los ha vendido a la EUIPO.