José Luis Lorenzo durante la toma de posesión como concejal / Foto: PEPE OLIVARESSAN VICENTE DEL RASPEIG. La posibilidad de un nuevo alcalde socialista, con el concejal José Luis Lorenzo a los mandos del Ayuntamiento tras desplazar a Villar, ha ido perdiendo fuerza a medida que ha pasado el tiempo y, sobre todo, los acontecimientos. Bien de manera orgánica, bien de forma impuesta. Progresivamente, Lorenzo se ha ido deshinchando y también se ha visto forzado a bajar la intensidad al retirarle las competencias el primer edil hace ahora dos semanas. Si bien es cierto que Lorenzo se ha apuntado un tanto al abrir un expediente al alcalde y otro a la exconcejala Belén Arques por su dimisión.
Como publicó Alicante Plaza ayer, la parte lorencista de la agrupación -formada por ocho de los diez ediles del PSOE- conspiraba contra Villar en, al menos, dos grupos de WhatsApp en los que también se filtraban documentos y se tomaban decisiones al margen del primer edil y secretario general del grupo municipal. Unos canales de comunicación 'secretos' en los que quedó retratado que el cabecilla de la purga villarista era el mismísimo Lorenzo (sin olvidar el apoyo de su compinche José Gadea, exconcejal socialista).
Pese a que Lorenzo reclutó un ejército para librar las batallas, resultó no ser el adecuado, pues los y las ediles socialistas que se mantienen en este bando han demostrado regirse por el "lucho en tu guerra, pero no muero por ti". Y Lorenzo lo sabe. Con este panorama, el que fue teniente de alcalde anunció en junio de 2020 ante sus fieles su voluntad de renunciar a la portavocía del grupo, animando a buscar a otro para el cargo y evitándose, así, "persuadir o engañar a la gente sobre la gestión de algún personaje en debates de radio", según palabras del propio Lorenzo.
Ante esta comunicación, hubo quien instó a Lorenzo a "recapacitar" su renuncia como portavoz y a "no registrar" la dimisión, preguntándole incluso qué quedaba de su "aspiración de ser alcalde de San Vicente". Y, al mismo tiempo, alegaban que "nadie, salvo José Luis" estaba preparado para asumir la portavocía. Ahí estaba Gadea para responder primero: "Si ha tomado la decisión de apartarse de primera línea, por los motivos que sean, tampoco puede taponar. La vida sigue. Quien venga aprenderá; nadie es imprescindibles, aunque sí necesario", llegó a declarar por su 'socio'.
De izq. a dcha. las ediles y el edil Lucía Rubio, Isabel Candela y Guillermo GarcíaEn este mismo comunicado extraoficial Lorenzo mencionó un "proyecto fallido" y quiso hacer saber a ciertos concejales y concejalas que no habían cumplido con sus expectativas y se limitaban a vivir "de las rentas de otros miembros. Es decir, han hecho suya la táctica villarista de la ley del mínimo esfuerzo". Hurgaba en esa "falta de iniciativa" y recriminaba a sus ediles la "suerte de que no nos hayamos bajado del barco en plena pandemia, porque la percepción a nivel de comunicación en el pueblo y sus vecinos habría sido muy diferente. Algo parecido a la campaña electoral".
Parece ser que la implicación descafeinada de sus fieles no concordaba con la intensidad del líder de la operación, quien declaró estar "cansado de andar junto a concejales dóciles con comportamientos pelotas, porque en el fondo no saben o no quieren enfrentarse a Jesús Villar o Esquerra Unida. Ha sido muy duro ver ciertos comportamientos dóciles", insistía, "incluso haciendo suyas las propuestas del veterano de guerra Bevià, o entrar a las videoconferencias de Villar para hacerle el caldo en reuniones totalmente estériles". Y, además, lamentaba el "nivel tan bajo de concejales, porque al final refleja mi nivel, ya que yo fui quien os llamó a formar parte de esto".
"Cero iniciativa, cero política", reprochaba Lorenzo a quienes estaban de su lado y les afeaba no hacer "ni el huevo y aprovecharse del trabajo de otros concejales y de su empuje. Otros atufan a dóciles jóvenes valencianizados que, con tal de entrar a una ejecutiva nacional, prefieren no confrontar y no mancharse de barro, no vaya a ser que se trunque su carrera". Remataba su comunicación vía WhatsApp advirtiéndoles que no dejaran entrever más que "Josete no lidera. Buscaos otro oráculo, porque vuestra dependencia ideológica no la voy a poder colmatar yo". Y aconsejaba cambiar el nombre del grupo de Ágora Papis por CBSF (Concejales Bienquedas Sin Fronteras).
Como despedida, en esta carta online que más parece de desamor y rencor, Lorenzo aseguraba que, en adelante, rendiría su gestión "ante la militancia y la ciudadanía" y aseguraba no haber venido a la política "por una nómina" ni a sentarse "en el sillón. Mis principios y mis ideales siguen intactos para seguir rompiendo con los viejos comportamientos que hacen que la política sea tan denostada y poco valorada por la gente que no la conoce", manifestó quien también reconoció, en otro grupo de WhatsApp distinto, no abrir el email del Ayuntamiento desde diciembre de 2019.
