ALICANTE. La Industria 4.0 ha llegado para quedarse. Al menos, sobre la teoría, pues no todas las empresas están teniendo la misma capacidad de adaptarse a lo que se conoce como la cuarta revolución industrial. Por ello, desde las instituciones se están realizando diferentes programas, planes y ayudas para que principalmente las PYMES, que son mayoría en la Comunitat Valenciana, puedan participar de este cambio disruptivo que está transformando la industria. De este y asuntos relacionados con el mismo organizó el lunes Alicante Plaza un foro con el Conseller de Economía Sostenible, Rafael Climent y la Directora General del IVACE, Julia Company, al que asistieron 22 representantes del empresariado y agentes sociales de la provincia.
Desde la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo que Climent dirige, son varias las premisas que se van a llevar a cabo en torno a la conversión hacia la Industria 4.0. La primera de ellas es que esta transformación tiene que estar dirigida a la economía del conocimiento, “hacia la economía real y no especulativa, la que se lleva realizando bastante tiempo”, señaló. En este sentido, todo el territorio valenciano se encuentra en un potente proceso de reindustrialización, explicó, y el objetivo es llegar al final de la legislatura a que la industria represente el 20% del PIB, el cual, a su vez, ha aumentado varios puntos porcentuales desde 2015. Incidió también en la colaboración público-privada y en las ayudas a polígonos industriales. De hecho, recalcó que algunos aún no tienen fibra óptica. Pero estas subvenciones han de llegar también a las pequeñas y medianas empresas, que actualmente representan el 90% de la empresa valenciana, “para que vayan aumentando el número de trabajadores. Los institutos tecnológicos están trabajando muy bien para llevar esa innovación a las PYMES”, explicó el conseller.
Otro factor relevante en el que está trabajando el govern, es en el ayudar a las empresas a internacionalizarse. “En 2 años, más de 1100 empresas han empezado a exportar”, señaló, y añadió que mientras que antes había 9 oficinas de la Generalitat por el mundo ayudando a esas exportaciones de productos valencianos, ahora son 32, con el objetivo de llegar a 35 a final de legislatura. “Una estructura de abajo hacia arriba para impulsar esos proyectos”, esgrimió. Asimismo, el último polo de actuación es el de la transformación energética, “tenemos que descarbonizar la energía y que las renovables se pongan por delante”, explicó, incidiendo también en que “el objetivo general es el de una ocupación estable y de calidad, que ayude a cohesionar la sociedad, el SERVEF es paliativo”. Su idea es formar a los trabajadores en colaboración con la empresa. “En 5 años, el 65% del trabajo será totalmente diferente a como lo conocemos ahora”, indicó.
Para concluir, Climent aseveró que este objetivo de la Industria 4.0 busca es una economía que se centre en las personas y no en la rentabilidad. Concluyó poniendo en valor que en 2017 se exportaron productos por valor de 20.000 millones de euros y que la única forma de ser fuertes en el mundo es esa inversión en innovación para poder competir en el mercado global. “Si esperamos a poder dinamizar y tener empresas grandes, será un error porque cuesta mucho en este territorio tener empresas grandes, hay una conciencia minifundista como lo ha sido tradicionalmente la agricultura”, y lanzó un guante a los presentes, “cambiemos el chip, cooperemos; no seamos cainitas, esperando que caiga el de al lado para coger sus clientes”.
Tras la introducción del conseller, los asistentes al foro explicaron cómo están abordando este cambio tecnológico desde su ámbito y en qué momento se dieron cuenta de que había llegado el momento de avanzar hacia esta nueva revolución industrial. Se tocaron diferentes perspectivas y se plantearon retos como los avances de la robotización, las TIC o cómo afectará la Industria 4.0 a los puestos de empleo.
Carlos Giménez, edil socialista de Alicante en el área de RRHH, Contratación, Empleo y de la Agencia de Desarrollo Local, explicó que la Industria 4.0 es un concepto que aún puede sonar distante para la ciudadanía. Desde su concejalía se está poniendo el foco en las necesidades y no en las competencias de los trabajadores y en los flujos de circulación para las empresas. Precisamente Manuel Amorós, gerente de la Agencia de Desarrollo Local de Alicante, explicó que se puede ofrecer apoyo a las empresas para que optimicen sus servicios, y que estas agencias pueden ser pioneras en la Industria 4.0 desde la vertiente local y desarrollo social, “interconectando muchos vectores de la sociedad”. Están apoyando a las empresas innovadora y disruptivas.
Por su parte, la edil de Compromís Sonia Tirado explicó que los parámetros mercantiles de antes no pueden funcionar en la nueva industria, “hay un cambio de paradigma, la razón de esto han de ser las personas y no los productos, el factor humano es más importante que nunca”, aseveró, alinéandose con el conseller Climent, de su mismo partido. Quien puso uno de los temas que más preocupación pueden generar a nivel social fue José Javier García, presidente del CEEI de Elche, que aseguró que las inversiones mejoran la tecnología y la digitalización, “pero no se traduce en puestos de empleo”. También añadió que la conversión a este cambio se plantea sólo en dos ocasiones, “cuando el empresario identifica oportunidad de mercado y mayor rentabilidad, o cuando identifica que la competencia lo ha hecho antes, para poder competir”. Y apeló a la búsqueda de talento joven para esta nueva era.
También sobre los nuevos perfiles incidió Alfonso Huedo por parte de Elche Piensa, al destacar que es fundamental formar a la gente para que no se quede atrás en este cambio, y que la conectividad es clave. En lo mismo pero en el ámbito empresarial puso el foco Jesús Casanova, director del CEEI Alcoy-Valencia: “quienes no se suban al tren y la digitalización, perderán competitividad”. Señaló que el aumento de la productividad de las empresas inmersas en esta revolución bajan costes un 10-20% y suben la productividad un 30-40%. “Es vital concienciar en esa necesidad”. El siguiente en tomar la palabra, César Orgilés, vicepresidente de Redit, también puso cifras para mostrar de la importancia de la Industria 4.0, con el ejemplo de calzado de empresas que han pasado de tardar una semana en hacer unos muestrarios a hacerlo en 20 minutos, o de pasar de dos a cuatro millones de producción de tacones al año, además de fabricar muchos más modelos y redoblar la plantilla. Todo en tres años.
Vicente Cambra, subdirector de I+D Aitex aseguró sin embargo que se están perdiendo puestos de trabajo, pero la ventaja es que se está contratando a gente de un perfil más alto. Y aquí las empresas tienen grandes oportunidades. El director de estudios de INECA, Francisco Llopis, señaló que la pregunta es por qué la Industria 4.0 no está ya. “Si no se invierte en recursos, ahora se nos pasará, y para la 5.0 no estaremos preparados”, explicó. Respecto a los puestos de empleo también se refirió Manuel Aragonés, director de AIJU- Instituto Tecnológico de producto infantil y de ocio, que señaló que no se puede contraponer el sector tecnológico y el tradicional, puesto que es el tradicional el que está manteniendo el trabajo. Habló de la necesidad de cooperar entre los sectores de moda, calzado y textil en la provincia y comentó los avances de la industria juguetera con nuevas máquinas que ya están implantadas en Alemania.
En lo que respecta a agentes sociales, Ismael Senent, secretario general de UGT en la comarca, explicó que también hay que ir hacia una sociedad 4.0, “visualizar que no tendrá sentido esta tarea si no se piensa en la gente. Hemos de conocer la realidad donde estamos, algunas empresas no han llegado a la 1.0 siquiera y España está muy lejos de esa industria”. No es el caso de Plásticos Alco – PLASTGrommet, su gerente Abacuc Maiques, explicó como su empresa familiar lleva diez años dándole la vuelta al negocio. “Todos nuestros puestos de trabajo están conectados” y señaló cómo trabajan con máquinas 3-D, la alta cualificación que buscan y su alto nivel de internacionalización, con una exportación de 70-75%. Después fue el turno de Joaquín Garrido, socio director de Clavei y miembro de la directiva de Elche Parque Empresarial. Incidió en la necesidad de conectar las empresas de todo tipo con la administración y en mover el talento a las empresas y que “no hay que conformarse con lo que tiene todo el mundo” y habló de la tecnología 5G para la que está trabajando la infraestructura ilicitana.
De FEMPA participó su secretario general, Luis Rodríguez, quien hizo énfasis en el trabajo coordinado entre Conselleria, IVACE, en la plataforma colaborativa que han creado y que hay que crear sinergias entre empresas, “apostar por planes de formación”. Pablo de Gracia, presidente de FEDAC, aseguró que se ha visto que competir por costes es un fracaso, dado que se ha traducido en deslocalización. “Hay que abogar por tecnología como sistemas ERP, pero hay varias velocidades de implantación y la Industria 4.0, se tiene que facilitar a las empresas, porque puede asustar en un principio”. Además, también se pidió en el foro formación para la dirección de las PYMES, como propuso David Beltrá, de la Junta Directiva de Mármol de Alicante, que viene de un sector tradicional y de un producto natural, pero que ya han dado el salto a estas nuevas tecnologías.
Otras premisas surgidas son que “la digitalización ya se dio, ahora qué”, planteó Elisa del Río, directora técnica de la CEV. Explicó que a corto plazo algunos perfiles laborales se van a perder y que surgirán otros, pero que “vamos a una situación de mucha polarización, personal con baja cualificación y bajos salarios y otros al contrario, aunque se equilibrará a medio plazo”. También hizo mención a la ciberseguridad. Por su parte, Nuria Montes, secretaria general de HOSBEC, explicó cómo están dando el salto en el sector turístico, sobre todo en la comercialización “dado que no producimos nada tangible”. Sí indicó en cambio que son los destinos quienes están yendo hacia esa nueva tecnología. Cargó también contra la excesiva burocracia.
Por parte de las universidades, intervino primero Juan Ignacio Torregrosa, director del Campus de Alcoy de la UPV. Mostró cómo los cambios tecnológicos cada vez ocurren en menos tiempo, y que se deben aprovechar ejemplos prácticos de éxito que ya hay en algunas empresas. También mostró preocupación por que esto llegue a las personas y puso sobre la mesa el problema de la brecha de género en carreras técnicas, así como la dificultad de avanzar con la congelación de recursos para universidades y ciencia. Acto seguido fue el turno para Rafael Muñoz, catedrático y vicerrector de Tecnología de la UA. En primer caso, indicó que “no existe empresa que no sea inteligente, si no, desaparecería”. Después, habló de la necesidad de formar a trabajadores mayores de 40 años y la mejora de las normativas y la legislación para estos nuevos cambios.
De la UMH participó Tonia Salinas, gerente de la Fundación UMH del Parque Científico, poniéndola en valor al hablar de las 80 empresas que hay allí de diferente temática como fotónica industrial o Smart cities. Habló de la retención del talento y de la dificultad de que este vuelva, además de la dificultad de financiarse para incrementar la tecnología de estas PYMES. Sobre el tamaño de las empresas habló Manuel Cazorla, presidente de Fundeun: “el tamaño importa”. Explicó que el valor ya lo ha creado alguien más grande antes, “cuando eres pequeño no puedes optar a la disrupción”, señaló. Hizo mención a los clústeres potenciales . que hay en la comunidad y en los desaprovechada que está la universidad, “genera oportunidades a raudales y el empresario lo desconoce”. También expresó que se necesita un marco legal que deje hacer para no poner trabas a la innovación. “Si queremos regularlo todo, se aplazará y habrá que comprarlo”.
Para concluir este enriquecido foro intervino la directora general de IVACE, Julia Company, que puso en valor la mesa de impulso a la Industria 4.0 que está creando la Conselleria y que esa mayor competitividad que se busca generará mayor bienestar social. También reconoció la falta de adaptación de las empresas a este salto, señalando que se ha invertido bastante en ayudas a sistemas ERP, “algo que ya deberían tener las empresas, pero no es la realidad del tejido empresarial valenciano”, explicó. Mentó la retahíla de ayudas al sector para la digitalización, algunas como Dinamiza para organizaciones sin ánimo de lucro y clústeres, para que asociaciones y parques científicos difundan los beneficios de la 4.0.
Asimismo, y aprovechando la presencia de varios presidentes de los CEEI, señaló que estos han de cambiar “para hacer posible esa transición de las empresas”. Puso como eje fundamental para esta nueva revolución industrial la formación universitaria para los nuevos perfiles profesionales que van a llegar. “No queremos que se quede atrás ni una empresa, pero tampoco ni un trabajador”, sentenció, no sin antes dar gracias por la organización de debates como este de los que se pueden extraer conclusiones o líneas de trabajo interesantes.