ALICANTE. La Conselleria de Transición Ecológica revisará el informe jurídico elaborado por el Ayuntamiento de Alicante sobre el proyecto de instalación de una planta de almacenaje de combustible en la terminal de mercancías del Puerto para exigir a su empresa promotora (XC Business 90) la elaboración del estudio de impacto ambiental que resultaría pertinente para su desarrollo. Así lo confirmó este lunes la titular del departamento, Mireia Mollà, a preguntas de este diario, para sostener que los técnicos de la Dirección General de Calidad Ambiental "permanecen en constante comunicación con los técnicos de la Concejalía de Urbanismo" para precisar de forma coordinada cuál debe ser la respuesta de la administración a ese proyecto.
En esta línea, indicó que todavía no conocía "el detalle" del informe jurídico remitido elaborado por el Ayuntamiento, aunque ratificó que "por las conclusiones que nos han avanzado, procedería solicitar la tramitación de ese estudio de impacto con toda la documentación que conlleva". Entre esa información, se incluiría la presentación de un estudio de alternativas sobre otros emplazamientos distintos al Puerto para situar la construcción de la planta, en la que se incluyen seis macrodepósitos. Así, se debería aportar una justificación motivada sobre la idoneidad del Puerto respecto al resto de ubicaciones posibles.
Mollà matizó, en todo caso, que el estudio de ese informe de impacto, sobre el que la conselleria debe emitir una declaración favorable o desfavorable, no conlleva necesariamente que se vaya a cerrar la puerta al desarrollo de la propuesta empresarial. En esta línea, añadió que, a diferencia de lo que sucede con otro tipo de informes, como el de seguridad (que depende del área de Emergencias), "en la mayoría de ocasiones, la declaración de impacto concluye con una serie de recomendaciones y correcciones que todas las empresas deben aplicar".
Así, apuntó que, en el caso concreto del proyecto de XC Business 90 debería apostarse por reforzar la vía de la negociación anunciada por el Ayuntamiento para que la compañía se aviniese a trasladar su proyecto a otra ubicación, a mayor distancia respecto a núcleo habitado. "Se consiguió en 1995 con una instalación similar ya asentada y en funcionamiento, por lo que ahora debería ser más fácil alcanzar un acuerdo sobre la reubicación del proyecto", apostilló.